Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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A Argentina, ¿la perjudica o la beneficia la guerra de Ucrania?

Pese a la distancia, tienen un similitud realmente llamativa en lo que hace a la producción de alimentos, especialmente granos.

   Ucrania tiene 576.000 km2 de superficie, donde viven 41.700.000 habitantes. Argentina posee una extensión de 2.780.000 km2, pero poco más de 47.300.000 habitantes.

   Ucrania cuenta con 32,5 millones de hectáreas de tierra cultivable. Por su parte, Argentina cuenta con 31 millones de hectáreas de tierra cultivable.

   Ucrania produce 86 millones de toneladas de granos (datos 2021) y Argentina produce 128 millones de toneladas de granos (datos 2021).

   Ucrania tiene 22.400 km de vías férreas, 45% electrificadas. Argentina tiene activos 19.000 km de vías férreas, aunque apenas 1% electrificado.

   Ucrania tiene 169.000 km de carreteras. Argentina tiene 436.000 km.

   Probablemente, hasta la iniciación del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania, pocos argentinos teníamos mucho conocimiento de estos países.

   Pero, el interés de la comunidad mundial de naciones occidentales por ayudar a Ucrania en el conflicto, no en detenerlo, nos ha obligado a recurrir a información de la importancia de estos países, muy lejanos para nosotros.
Argentina y Ucrania, pese a la distancia, tienen un similitud realmente llamativa en lo que hace a la producción de alimentos, especialmente granos.

   Si bien Ucrania tiene una superficie equivalente al 20% de la de Argentina, su superficie cultivable es levemente superior a la nuestra. Argentina compensa esta diferencia con la aplicación de tecnología, lo que hace que nuestra producción total de granos sea un 149% superior a la de Ucrania.

   Dicho esto, podemos entender la ansiedad de los países de este mundo globalizado por el destino de la producción agrícola de Ucrania, que alimenta, al igual que Argentina, a poblaciones diez veces superiores a las propias.

   Si bien suena odioso mencionarlo, esta situación beneficia a nuestro país porque, más allá del aumento internacional del precio de los commodities, nos permitirá abrir nuevos mercados o ampliar los existentes para colocar los excedentes agroexportables.

   En el momento actual de crisis interna, potenciada por la crisis internacional del conflicto mencionado, es una buena oportunidad que no se puede dejar pasar.

   Argentina se ha destacado por la intensa aplicación de tecnología en la producción agropecuaria, aspecto en que se ubica muy por encima de Ucrania, y, siguiendo en esta línea, la ampliación de la frontera agropecuaria por asociación de genética y tecnología, podrá nuestro país seguir aumentando la brecha.

   La deuda de Argentina es el retraso en infraestructura, que se convierte en el cuello de botella para esta coyuntura mundial tan favorable. Mientras que Ucrania tiene más de 22 mil km de vías férreas, 45% electrificadas, nuestro país ha pasado de 48 mil a 19 mil km de vías férreas en mal estado y con sólo el 1% electrificado.

   Lo que es más grave si analizamos las distancias mucho mayores a recorrer en Argentina para llegar a los puertos. En Ucrania el 75% de los granos se transportan por ferrocarril, en tanto que nosotros no alcanzamos al 15%.

   Y si bien tenemos el triple de kilómetros de rutas que el país centroeuropeo, por el que se transporta el resto del grano, éstas están en estado deplorable en su gran mayoría.