Bahía Blanca | Jueves, 03 de julio

Bahía Blanca | Jueves, 03 de julio

Bahía Blanca | Jueves, 03 de julio

Flavio Perugini: "La idea es darlo todo y encarar esta etapa seriamente"

Animador de los primeros certámenes en el Héctor Evaristo Plano, el menor de los hermanos se dio el gusto de volver a acelerar tras más de 16 años. 

Fotos: Archivo- La Nueva.

Por Tomás Arribas / [email protected] 

   Nunca es tarde para saldar cuotas pendientes. Particularmente en el Midget, la historia se ha encargado de mostrar que, pese al paso del tiempo, el retorno siempre está latente y a la vuelta de la esquina.

   Algo por el estilo sucedió con Flavio Perugini (54), hijo de Armando y hermano de Leonardo, reaparecido en el del Torneo Invernal 2022, tras más de 16 años sin acelerar en el óvalo de Aldea Romana.

   La sangre tira y la llama nunca se apaga, confiesa Flavio, cuya primera etapa midgística se extendió, con interrupciones, desde el Estival 2000/01, el segundo certamen del Club Midgistas del Sur en el Héctor Evaristo Plano, hasta el campeonato veraniego 2005/06.

   “Mi última carrera fue en 2006. Y nos fuimos arrimando nuevamente a la categoría obviamente por Rodrigo; el ir a verlo, acompañarlo en boxes y estar tan cerca del auto me volvió a despertar ganas. Y por otro lado, se dio también la posibilidad que mis hijas, que hoy ya son grandes y fanáticas del Midget, puedan verme correr”, explica Perugini sobre las razones del retorno.

   “Estaba este auto de Matías Salaberry libre, que en algún momento corrió Rodri con muy buenos resultados, y no lo dudé. La verdad cerró todo. Tenía un poco de temor por tanto tiempo sin acelerar, sobre todo de cómo me iba a desempeñar yo arriba, pero hasta ahora me pude adaptar bastante bien y estamos conformes con lo hecho”, agregó.

   --De afuera se te vio muy bien, sobre todo prolijo.

   --Sí, es cuestión de soltarse, tomar confianza y conocer el auto lo más rápido que se pueda, para así evitar errores. En esto del Midget, con tan poco tiempo en competencia, cometer un yerro te condiciona muchísimo y prácticamente te hace perder la fecha.

   “Todavía me falta mucho por girar, pero no me costó lo que había imaginado. De hecho me siento muy cómodo cada vez que salgo a pista. Me vino muy bien además las pruebas que otorgó el club hace unas semanas, donde pudimos girar prácticamente toda la tarde. La mente no se olvida de manejar, pero es muy importante recuperar la confianza y ganar seguridad con el auto”, explicó.

   La primera aventura duró poco, pero tuvo destellos interesantes. Sin un medio mecánico avasallante, pero dentro de todo competitivo, Flavio se las ingenió para ganar series y semifinales, y animar unas cuantas competencias finales.

   --¿Por qué dejaste en su momento?

   --Pasaron varias cosas. Entre ellas, la parte laboral, que me demandaba mucho tiempo. Y lo hicimos con el objetivo de divertirnos, más allá que uno siempre busca un resultado. En ese momento era más que nada la ilusión de estar en una pista de carreras, nunca hilamos muy fino en tratar de tener un auto contundente.

   “El presupuesto tampoco acompañaba, por lo que no hemos tenido grandes resultados, más allá de algún que otro parcial. Y cuando dejamos lo hicimos sin sufrirlo, porque tenía la cabeza en el negocio y eso hizo que uno se fuera desmotivando. Pasó el tiempo y se hizo largo el parate, pero siempre pensé en volver y acá estoy”, explicó.

   --¿Y ahora, a qué le apuntan?

   --Tengo la intención de tratar de lograr un auto competitivo, y particularmente poder dedicarle el tiempo que realmente hace falta. No te digo que me siento en condiciones de pelear un campeonato, pero por lo menos la idea es darlo todo, conocer los límites y encararlo seriamente. Me siento bien anímicamente y estoy motivado.

   “Ahora seguimos cómo estamos, con este chasis y el motor que preparó en su momento Sergio Torres. Pero para el verano está la posibilidad de cambiar de auto, al que usaba Rodrigo que es parecido pero tiene varias reformas, y un motor de Tito Purretta”, cerró Perugini, piloto del auto Nº106.