Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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“Hoy el skate es una actividad que pasa mucho por las redes sociales”

La escuela de skate bahiense cumplió tres años y su profesor, Rodrigo Bertín, habló del presente de esta disciplina que se desarrolla en la pista municipal del Parque de Mayo.

Así celebró el alumnado y su profe en el skate park. Fotos: escueladeskate.com.

Por Ricardo Sbrana - rsbrana@lanueva.com

(Nota de la edición impresa)

   Tan sólo tres años lleva la Escuela de Skate Bahía. Que se cumplieron en mayo y se festejaron como corresponde: en el skate park (pista) del Parque, con torta alusiva para compartir entre el numeroso alumnado y el profesor Rodrigo Bertín.

   “Organizamos como siempre un sorteo con los sponsors y lo festejamos con una clase y la torta. Al menos una vez al mes hacemos algún evento o sorteo. Este año por ejemplo tendremos el día internacional del skate el 21 de junio”, contó Rodrigo.

   El skate es una de las actividades deportivas que se desarrollan en el sector dispuesto por la municipalidad que cuenta también con pista de BMX y cancha de básquetbol. El skate park se inauguró en 2015 y está localizado junto a la pista de BMX (altura avenida Alem 1.500). La escuela (escueladeskate.com) llegó años después.

   “En 2019 arranqué yo solo como profesor. Recuerdo que en la primera clase tuve como a diez o quince chicos. Después se fue ampliando tanto que necesité más profesores. Hoy tengo tres profes a cargo y unos 25 o 30 chicos en promedio. Hemos llegado a tener entre 45 y 50 por clase. Era un skate park lleno. Nunca imaginé que iba a crecer tanto”, afirmó Bertín.

   Tres años en los que, hay que resaltar, la escuela sobrevivió a la pandemia.

   “Con la pandemia estuvimos parados. Y después de la pandemia fue cuando realmente estalló porque aumentó el número de interesados. Fue una cosa de que todos querían hacer skate, tal vez por ser un deporte individual”, dijo.

   La escuela es un emprendimiento privado con un acuerdo de por medio con la Municipalidad.

   “Desde un principio hablamos con el secretario de Deportes para plantearle que íbamos a crear la escuela y si contábamos con el apoyo. En ese momento el Bere (Bernardo Stortoni) nos respondió afirmativamente. Nos dieron un lugar para guardar las rampas, cascos y skates que tenemos para los chicos cuando recién arrancan. No es una escuela municipal, pero tenemos su apoyo al organizar actividades en común como el Skate Festival el año pasado, en el que contamos con la presencia del intendente Héctor Gay. Siempre tuve muy buen trato con el municipio. La idea es difundir el deporte y es bueno que la Municipalidad ayude en ese sentido”, explicó el skater bahiense.

¿También adultos?

   La actividad va creciendo día a día, al punto que de un sólo día semanal de clases (sábados 10.30) la escuela tuvo que agregar clases los domingos (10.30). Cada clase dura una hora y media en promedio y los alumnos están en un rango etario que va de los 6 a los 15 años.

   “Estamos analizando ampliar la escuela y recuperar la clase para adultos. Agregando clases semanales, en algún lugar techado. Vamos a agregar horario los miércoles y jueves con unas rampas que estoy fabricando”, adelantó.

   El skate comienza como un juego y se transforma en parte de la cultura juvenil.

   “Se asocia mucho a las tribus urbanas porque es diferente a lo usual. Es muy individual pero al mismo tiempo hay una comunidad de gente que patina. En general se recibe el apoyo de los compañeros, no hay competencia para ver quién es mejor”, aclaró.

   “Buscamos que los chicos se animen, que aprendan, que no tengan vergüenza de andar. No es un deporte competitivo. En todo caso cada uno compite consigo mismo y eso está muy bueno. En la escuela no hay competencia: se fomenta la amistad y todos van a patinar y a divertirse”, dijo.

   “Lo que a veces pasa con este deporte es que vas al skate park y están los que saben y el pequeño que llega se siente inhibido. Entonces la escuela ayuda en eso: a que progresen y se quiten el miedo. Que es lógico, como en todo deporte extremo”, explicó.

   El aspecto económico también suele convertirse en una dificultad: tablas, casco, protección.

   “Es un deporte que tiene un costo como todo deporte, pero a la vez es algo que en la escuela podemos resolver. Los padres te plantean que les sale una plata y que los chicos quieren probar pero sin saber si seguirán. Entonces les damos los cascos y skates para que prueben”, aclaró.

   “Tenemos chiquitos que son increíbles, que en poco tiempo adquieren una habilidad tremenda. Y otros que van, empiezan, no saben subirse al skate y a los meses están haciendo de todo. Costará más a los 30 que a los 15. Pero se aprende. Además no hay una edad, es lo que cuerpo te de. Yo tengo 36 y sigo andando”, dijo.

   Y recordó sus inicios sobre la tabla a los 15 años. No parece tanto. Sin embargo a la luz de los cambios tecnológicos, todo parece más distante desde el punto de vista cultural.

   “Mi vieja no entendía para qué quería un skate. Bueno, me lo compró. Cuando tenía 15 no teníamos skate park y salíamos a andar en la calle. No era tan común. Hoy tenés chicos que van al colegio en skate. Yo tuve uno eléctrico para ir al trabajo… Sin dudas el skate park impulsó mucho la actividad. Y la idea de la escuela es fomentar este deporte, que la gente lo conozca y se anime”, sostuvo.

   La cultura de la imagen contribuyó a fortalecer la difusión y la pasión por el skate.

   “Hoy me pone contento ver cómo todo ha cambiado. Cuando empecé éramos cuatro o cinco personas en un lugar, en la calle. Ahora vas al skate park y tenés 20. Nosotros no tuvimos redes sociales. Imaginate que para saber cómo hacer equis prueba, tenía que leer una revista o pegar un programa de cable… Hoy es una actividad que pasa mucho por las redes sociales. En la escuela de skate está en todas las redes. Le metemos mucho a los reels. Les encanta, quieren salir. La imagen motiva mucho. Por eso las redes ayudan”, concluyó.