Bahía Blanca | Viernes, 17 de mayo

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Se puso en marcha la limpieza de un sector clave de la ciudad

Ante la llegada de la época de lluvias, el municipio tomó intervención y removió la basura y las malezas que se habían acumulado en el tramo entre calle Don Bosco y el partidor del Parque de Mayo.

Fotos: Pablo Presti-La Nueva.

Por Pablo Andrés Álvarez / palvarez@lanueva.com

   Varias son las situaciones que afectan al canal Maldonado en su finalidad, que es la conducción de las aguas en caso de generarse lluvias importantes en la zona serrana.

   Algunas de ellas, como la suciedad y las malezas que albergaba en gran parte de su extensión, fueron solucionadas por el municipio, con personal de la delegación Centro.

   Otras, como las fisuras y las grietas que pueden observarse a simple vista, deberán esperar soluciones de la provincia de Buenos Aires.

   Cabe recordar que el Maldonado, que se extiende desde el parque de Mayo hasta desembocar en el mar, es, desde 1951, la obra hidráulica que permitió poner punto final a las inundaciones que se producían en la ciudad cada vez que se registraban lluvias importantes en la cuenca del arroyo Napostá.

   Si bien es cierto que de manera simultánea la Dirección de Hidráulica de la provincia procedió, a fines de la década del 40, a rectificar y dragar el Napostá para mejorar su capacidad de transporte de agua, al Maldonado le cabe la designación de “canal aliviador”, precisamente porque absorbe todo el excedente y así evita las inundaciones en los barrios aledaños al Napostá.

   “Una de las inquietudes que recepcionamos de los vecinos era el mal estado del canal, con yuyales en todo su recorrido. Por eso decidimos intervenir”, señaló Fabián Tuya, coordinador de las delegaciones del municipio.

   Ese papel protagónico del canal tomó más importancia a partir de 1978, cuando comenzaron las obras de entubado del Napostá, entre calles Casanova y Estados Unidos, intervención que redujo de manera drástica la capacidad de transporte de agua del Napostá al generar un cuello de botella por la presencia de ese conducto de hormigón, al cual tampoco se le hace el mantenimiento adecuado.

   Por eso resulta imprescindible mantener en adecuadas condiciones el Maldonado, en todo su recorrido, de manera que mantener su capacidad para transportar los 300 m3 por segundo con los que fue diseñado.

   “Arrancamos en calle Don Bosco y la idea es llegar hasta el partidor mismo, en el interior del parque de Mayo”, explicó Alejandro Hidalgo, integrante de la mesa operativa dependiente de la secretaría de Gestión Urbana y Espacios Públicos, a cargo de Tomás Marisco, junto a Daniel Carbone, Pablo Aguilera y Marcelo Pastor, éste último delegado del Centro.

   Hoy el canal se muestra en un mal estado general, considerando además que la última intervención importante se realizó hace 16 años, cuando la empresa Prates, de La Plata, procedió a la reparación integral de las losas que recubren su fondo y taludes laterales, al tiempo de sellar fisuras, reemplazar losas dañadas y proceder a la limpieza de todo el recorrido.

   Aquel año se mencionó que el canal estaba cerca del colapso, por el mal estado de las losas y la enorme cantidad de resquicios por los cuales se podía filtrar el agua y, en una crecida importante, destruir la obra y desbordar hacia los barrios ubicados en sus márgenes.

   El crecimiento de pastizales, malezas y todo tipo de vegetación provoca daños en la estructura, simples de visualizar en casi todo su recorrido. Y esta presencia genera un obstáculo a la circulación del agua, la generación de fisuras y ayuda a que se vayan acumulando residuos de toda clase, la mayoría arrojados por la gente, como botellas plásticas, gomas, cajones y otros.

   “La gente va a ver que quedan montículos de tierra y pasto a los costados, pero en realidad estamos esperando que se seque el barro para retirarlos”, añadió Hidalgo.

   Lo singular del tema es que el mantenimiento del canal es responsabilidad de la provincia de Buenos Aires, aunque se puede sugerir el trabajo a realizar y solicitar una autorización previa.

   “Por eso decidimos intervenir con palas cargadoras y limpiar lo más que se pueda. La verdad que se encontró muchísima basura, que en definitiva termina en el mar”, admitió Tuya.

   Esta obra de mantenimiento se realiza, además, previendo las habituales lluvias que tiene nuestra zona a mediados de marzo.

   “Hasta el 15 de febrero habrá lluvias de poco milimetraje. Marzo aparece interesante, porque generalmente es el mes que más llueve en esta parte”, confirmó hace pocos días atrás Carlos Zotelo, del Centro de Recursos Naturales Renovables de la Zona Semiárida (Cerzos) del Conicet y licenciado en Ciencias de la Atmósfera.

La historia

   El arroyo Maldonado era un elemental hilo de agua, el cual fue cegado en 1906 en su paso por el parque de Mayo, diseñado en su génesis para ser un barrio parque.

   Fue reabierto y dragado tal como lo conocemos hoy en 1948, durante la gobernación de Domingo Mercante, según un proyecto de la Dirección de Hidráulica de la provincia.

   La obra fue terminada en 1951, luego de mover 360 millones de m3 de tierra para un recorrido de 6.800 metros.

   Los trabajos estuvieron a cargo de la empresa Panedile SA, la misma que entre 2016 y 2020 realizó la construcción de la planta depuradora de líquidos cloacales ubicada en Ingeniero White.