Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Prozorovich: "Mucha gente viene y me da su aliento para que salga adelante"

Gonza ya reposa en su cama, luego del tremendo accidente que le causó severas lesiones en la cervical. Por un tiempo, nada de Midget. 

Fotos: Pablo Presti- La Nueva.

 

   En casa, reposando y rodeado del calor afectivo proveniente de familia y amigos. La fórmula más efectiva para superar el duro trance y mantenerse estable emocionalmente. Así son los nuevos días, y al menos lo serán por unas semanas más, de Gonzalo Prozorovich.

   El bahiense deberá olvidarse del Midget por un tiempo, mínimo tres meses, y pensar exclusivamente en recuperarse de la fractura de vértebra cervical, sufrida durante la primera semifinal correspondiente a la cita inaugural del Campeonato Estival 2022/23.

   Hacía tiempo que el ambiente midgístico no lidiaba con una situación semejante. Desgraciadamente, horas más tarde, Ramiro Alza, quien prefirió esperar unos días para brindar declaraciones al respecto, padeció la misma desgracia y también estará fuera de competencia.

   "Por ahora la llevo bien. Mucha gente viene, me visita y me da su aliento para que salga adelante. Pude hacer muchos amigos en el automovilismo y eso creo que es fundamental en una recuperación tan larga como esta. El apoyo de los amigos es fundamental, especialmente para evitar caer en bajones", nos contó Gonza.

   "Hay molestia en el cuello, dependiendo de la postura, pero no es algo que no se puede sobrellevar. Tengo que tener el protector permanentemente para que suelde la vértebra. También tengo un desgarro en un tendón entre la tercera y cuarta vértebra, que se irá regenerando solo. Lo de mayor gravedad es la segunda vértebra. Jamás en la vida siquiera me quebré un dedo, así que nunca pasé por una situación así", agregó.

   —¿Perdiste la consciencia?

   —No, nunca. Algo raro considerando lo fuerte que fue el accidente. Ni bien llegó el médico lo primero que me llamó la atención es que no podía abrir los ojos de lo hinchado que los tenía. Después me explicaron que eso se debía al mismo sacudón del cerebro adentro de la cabeza.

   "Cuando bajé sí me dolía tremendamente el cuello. Así que ahí nomás, cuando se lo comuniqué al doctor, me colocó el cuello y decidió trasladarme. Lo bueno es que me di cuenta inmediatamente y me asistieron al instante, para evitar cualquier otra lesión", detalló. 

   Dos fechas, varios accidentes, la mayoría de ellos de consideración, y dos pilotos seriamente lesionados. Ello naturalmente reabre un debate más viejo que el propio Midget, acerca de la seguridad de los autos. ¿Casualidad o causalidad?

   "Creo que los autos están yendo más rápido que antes, o al menos doblando más rápido, y eso responde a que los estamos más angostos. Eso los hace más propensos al vuelco. Se podría buscarle la vuelta para que sean más seguros, resignando velocidad, porque si no se vuelcan se la pasan calzándose", explicó Prozorovich.

   "Los autos vienen el aire prácticamente. Entonces donde apenas te roza uno salís despedido como me pasó a mí. Igualmente creo que también es una mala racha. Venimos corriendo con la técnica actual hace varias temporadas y hacía tiempo no lamentábamos situaciones como estas", especificó Gonza, ganador de una final y animador de un playoff.

   —¿Crees que falló algo en tu accidente?

   —En cuanto a los elementos de seguridad, estuvo todo impecable; tanto los cintos, como la jaula butaca y la butaca. Estaba re bien atado, cosa que se pudo en discusión; el casco nunca tocó la jaula y la estructura nunca se torció. Fue un palo bárbaro y las partes del auto que tenían que responder en seguridad lo hicieron a la perfección.

   "Creo que la lesión viene por el cuello que utilizo, que es un poco bajo y no atajó el simbronazo para adelante de la cabeza. Creo que con el Hans evitaba eso, pero, en contrapartida, capaz sufría la clavícula. No lo sé eso", aclaró.

   Prozorovich no solo despunta el vicio al volante (debutó en el Invernal 2001), sino que también se aboca a la faceta de chasista desde hace unos cuantos años, tanto en categorías de asfalto como en el Midget propiamente.

   En consecuencia, si bien no cuenta con la trayectoria ni logros de los grandes referentes de la especialidad, en lo que a construcción respecta es palabra autorizada para referirse a la seguridad de los bólidos y sugerir soluciones.

   "El problema del Midget es que el habitáculo es muy chico en relación a un auto de turismo o de carreras convencional. Y es complicado el tema de la butaca, porque no está hecha para esto. Habría que buscarle la vuelta de fabricar una especial para la categoría", reconoció.

   "Por otro lado, hay que ver el tema de los cintos, que acá tiran para abajo y en un auto de carreras lo hacen hacia atrás. Pero no sé cuánta solución puede ver al respecto, porque tampoco hay mucho espacio dentro del habitáculo.

   —Siempre se dice que la seguridad es materia inagotable...

   —Sí, siempre se puede mejorar, tanto en la parte técnica como con la gente encargada del rescate y la asistencia técnica. El accidente de Ramiro (Alza) parecía no tener mayores inconvenientes y se terminó desplomando por bajarse solo y caminar unos metros. Tal vez allí, al mover el cuello, se agravó la lesión. No sé, solo digo que siempre está bueno hablar las cosas e intentar mejorar.

   Se viene un período duro y desgastante para Prozorovich. Reposo absoluto, sin trabajo particular, sin Midget y sin vida normal. Pero los afectos, seres cercanos hasta los propios colegas se ocuparán de alegrarle los días y darle una mano en lo que necesite... 

   "Voy a estar muchos días sin trabajar. Y acá tengo que hacer una especial mención a los pilotos, que, sabiendo mi situación, aportaron su granito de arena para ayudarme, y eso es algo con lo que estaré eternamente agradecido. Su aporte me dio tranquilidad y pensar en recuperarme sin preocuparme por tantos gastos que tengo por delante", cerró.