Bahía Blanca | Lunes, 25 de septiembre

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Estados Unidos: nacieron gemelos de embriones congelados hace 30 años

Según el Centro Nacional de Donación de EE.UU, estos serían los embriones más antiguos usados de forma exitosa. 

   Un matrimonio de Oregon, Estados Unidos, se convirtieron en padres de mellizos con embriones congelados en abril de 1992. Los pequeños Lydia y Timothy se suman a los otros cuatro hijos que tenía la familia, de ocho, seis, tres y casi dos años. El proceso por el que pasaron Philip Ridgeway y su esposa no es una adopción, sino una donación de embriones. 

   Cuando las personas se someten a una fertilización in vitro (FIV), se suelen producir más embriones de los que se utilizan, lo cuales se criopreservan para su uso futuro. También pueden donarse a investigaciones o capacitación para el avance de la medicina reproductiva. También es posible donarlos para personas que deseen tener hijos. 

   Al igual que con cualquier otra donación de tejido humano, los embriones deben cumplir con ciertas pautas de elegibilidad de la Administración de Drogas y Alimentos de los EEUU (FDA por sus siglas en inglés) para ser donados, incluida la detección de ciertas enfermedades.

   "La adopción de embriones no es una ‘adopción’ legal en absoluto, al menos en el sentido de una adopción tradicional, que ocurre después del nacimiento”, explicó el Centro Nacional de Donación de Embriones de ese país. “Sin embargo, el término permite que todas las partes conceptualicen el proceso y la eventual realidad de criar a un niño sin parentesco genético”, aclararon.

   En tanto desde la Sociedad Estadounidense de Medicina Reproductiva explicaron que “la aplicación del término ‘adopción’ a los embriones es inexacta, engañosa y podría imponer cargas a los receptores” por lo que recomendaron que “debe evitarse”.

   Lo que la familia Ridgeway sabe hasta ahora del origen de sus hijos es que sus embriones fueron creados para una pareja casada anónima, mediante fertilización in vitro. Durante casi tres décadas, se mantuvieron en nitrógeno líquido a casi 200 grados bajo cero, en un dispositivo que se parece mucho a un tanque de propano. Los embriones se mantuvieron en un laboratorio de fertilidad en la costa oeste hasta 2007, cuando la pareja que los creó los donó al Centro Nacional de Donación de Embriones en Knoxville, Tennessee, con la esperanza de que otra pareja pudiera usarlos.

   Philip Ridgeway contó que nunca tuvieron en mente con su esposa un número determinado de hijos que les gustaría tener”. “Siempre hemos pensado que tendremos tantos como Dios quiera darnos y cuando escuchamos sobre la adopción de embriones, pensamos que es algo que nos gustaría hacer”, dijo. Y tras aclarar que no buscaban obtener los embriones que habían estado congelados por más tiempo en el mundo, Ridgeway sostuvo que sólo querían “a los habían estado esperando más tiempo”.

   Al momento de buscar donantes, la familia preguntó específicamente al centro de donación sobre una categoría llamada “consideración especial”, lo que significa que había sido difícil encontrar receptores para estos embriones, por cualquier motivo.

   Además, contaron que sus hijos participaron del proceso en todo momento. “Estaban emocionados y felices con nosotros en cada paso del camino. Aman a sus hermanos, juegan juntos y esperaban ansiosos saber si serían dos niños, dos niñas o un hermano y una hermana”, dijo Phillip Ridgeway. (Infobae)