Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Quién es la bahiense que asesora en género a las fuerzas federales

Desde 2014 se desempeña en el Ministerio de Seguridad de la Nación, donde coordinó la actualización de distintas técnicas para el análisis criminal de los femicidios.
 

   Aquella chica de 17 años que se fue de su Bahía Blanca natal para estudiar Ciencias Políticas en la UBA es hoy, a los 32, asesora del Ministerio de Seguridad de la Nación respecto de temáticas ligadas a la intervención de las fuerzas federales, con enfoque de género, en investigaciones por femicidios y otros hechos de violencia contra las mujeres.

   La politóloga Sofía Duarte participó del rediseño de políticas públicas con perspectiva de género para la seguridad ciudadana y, en 2017, coordinó la readaptación de la guía de buenas prácticas de actuación por parte de los agentes de las Policías Federal y de Seguridad Aeroportuaria, Prefectura y Gendarmería, en torno de asesinatos de mujeres por cuestiones de género.

   Estos protocolos homogéneos brindan a los uniformados lineamientos clave para intervenir inicialmente en la escena del delito. El enfoque de género se incorporó en estas reglas de actuación también para la trata de personas y el narcotráfico.

   Tras la aprobación de la ley de femicidios y por recomendación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, Argentina puso en funcionamiento un conjunto de normativas para las fuerzas de la Nación, convirtiéndose así en “pionera” en la materia a nivel “regional”.

   “Eso fue muy esclarecedor para el desempeño operativo de las fuerzas porque el femicidio es un fenómeno nuevo, pese a que los asesinatos de mujeres por razones de género existen desde hace mucho tiempo”, indicó Duarte.

   “En los últimos años hubo una visibilización que exige una comprensión distinta por parte de las agencias del Estado. Nación implementó varios protocolos para intervención en casos de violencia de género intrafamiliar, con relación a la adecuación de trato, e incluso de femicidios”, agregó.

   “Fue un proceso muy interesante en el cual estuve involucrada desde el primer momento, tanto en su creación como en su rediseño. Son dinámicas nuevas en las que se interseccionan seguridad y género, por eso todavía hay mucho trabajo por hacer”, continuó.

   En el abordaje de este tipo de incidentes, los cuerpos de seguridad federales mencionados cumplen un rol de “acompañamiento” a las fuerzas provinciales y locales.

   “Las fuerzas de seguridad federales no tienen incidencia directa en la intervención ante situaciones de violencia de género tal cual las conocemos, porque hoy en día se registran más en el ámbito doméstico. En estos casos, quienes tienen jurisdicción operativa son las fuerzas provinciales y locales”, precisó la especialista, radicada en Capital desde hace más de una década.

   “Por ejemplo, en los femicidios, las fuerzas federales brindan el apoyo técnico a lo que le falta a la jurisdicción provincial. Si en una causa se pide una pericia especializada, la fuerza federal coopera con el laboratorio, los profesionales y los dispositivos específicos”, acotó.

   “Bahía tiene la particularidad de contar con las 4 fuerzas federales; no son muchas las ciudades con esta característica y además tiene puerto. Entonces hay allí mucho por trabajar y articular con lo local”.

   Las fuerzas federales -dijo- funcionan como equipos de apoyo para las estrategias y operaciones desplegadas por las Policías jurisdiccionales, como la Policía de la provincia de Buenos Aires en el caso de Bahía Blanca.

Guía reformulada

   En 2016 se decidió reformular este instrumento para análisis criminal de femicidios, a raíz de los nuevos lineamientos internacionales y la experiencia de la implementación de la primera guía en 2013, proceso que Duarte comenzó a dirigir en 2017.

   “En base a esta experiencia, convoqué al Poder Judicial, Ministerio Público Fiscal, Equipo Argentino de Antropología Forense y a las áreas de investigación criminal de las fuerzas federales, ONG's y entidades de protección a víctimas”, precisó la bahiense.

   “Revisamos ese primer documento, que se implementó durante 3 años mayoritariamente en CABA, y actualizamos técnicas de investigación que antes no eran tan conocidas, como por ejemplo la autopsia psicológica, que es nueva aplicada a estos escenarios, al igual que la perfilación criminal”.

   “Luego se intentó federalizar este instrumento en 2018. Recibimos un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo para desplegar esta estrategia de intervención en todas las provincias argentinas. Para eso conformé un grupo de trabajo con especialistas de las 4 fuerzas federales, que repliquen las diferentes instancias de intervención en la escena del hecho”.

   “Buscábamos replicar en las provincias cómo debería ser un correcto abordaje del lugar del delito con enfoque de género. Tuvimos la gratificación de haber llevado por primera vez esta temática a muchas provincias”, continuó la experta, que desde 2014 trabaja en el ministerio.

   Una de las características principales del femicidio es que el lugar del hecho “refleja” la situación previa a la muerte de una mujer, según señaló la docente del Instituto Universitario de Gendarmería Nacional y la Universidad Nacional de Lanús.

   “Los agentes de prevención tienen un rol respecto de estos hechos porque son el primer dispositivo del Estado que toma conocimiento de una muerte violenta. La investigación criminal es un proceso concatenado de actores que se van desempeñando desde quien encuentra el cadáver hasta la sentencia judicial”.

   “Por eso si un integrante de las fuerzas analiza el lugar del hecho sin enfoque de género, podría obviar o dar por sentadas ciertas cosas que no son así, y por consiguiente puede llevar a impunidad o falta de acceso a la justicia”, completó.

Adhesión sin obligación

   Las provincias no tienen obligación de implementar la guía de instrumentos de intervención en casos de femicidio, pero en el Consejo de Seguridad Interior y en distintas instancias políticas se las invita a adherir.

   “En 2020, la pandemia nos planteó un nuevo desafío como equipo de trabajo, que es continuar realizando esta capacitación de manera virtual y con 2 meses de duración”, comentó la empleada de la Dirección Nacional de Políticas de Género del ministerio.

   “Estoy trabajando en gestión de género con Protección Civil y Bomberos, y sigo coordinando el curso de intervención en casos de femicidios”, sentenció la diplomada en Género y Gestión Institucional, a poco de defender su tesis de la maestría en Derechos Humanos.

   Duarte resaltó la trayectoria de Sabina Frederic (exministra), Sabrina Calandron, Mariana Sirimarco, Andrea Daverio, Laura Masson e Ileana Arduino, quienes “trabajan la intersección género y seguridad hace años y tuvieron un espacio relevante de gestión”.

   También valoró a Fernanda Page Poma, Alina Ríos, María Esther Isoardi, Agustina Rodríguez y Silvia La Ruffa, a quienes consideró “grandes profesionales de quienes nutro mi trabajo todos los días”.

Flexibles y adaptables

   Sofía contó que la Guía de Femicidios, creada en 2013, es la primera a nivel regional que tiene Latinoamérica para las fuerzas de seguridad.
"Argentina es pionera internacionalmente porque es la primera vez que las fuerzas cuentan con un instrumento de investigación criminal abocado a la pesquisa de femicidios.

   "En 2014, Naciones Unidas aprobó el modelo de protocolo latinoamericano para la investigación de femicidios, basado en la experiencia argentina, y dirigido a las fuerzas y autoridades judiciales", agregó.

   Consideró que la temática es dinámica y las instituciones tienen que ser flexibles y deben adaptarse a los cambios.

   "Antes la pregunta era cómo trabajamos con la violencia doméstica y qué rol tenían las fuerzas. La Policía tiene que recibir una denuncia en la comisaría, bregar por el cumplimiento de una medida cautelar o una custodia, pero en la actualidad también estamos viendo qué hace la fuerza con, por ejemplo, los ataques homofóbicos en la vía pública", explicó.

   Esta situación de ataques por orientación sexual o género es bastante habitual en determinadas zonas de CABA.

Experiencia de riesgo

   En el último año de la facultad, Sofía comenzó a trabajar en el área de salud del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC).

   Luego tuvo su desarrollo firme y sostenido en el ámbito del Estado, desde donde -considera- "que se pueden hacer los cambios" porque "tiene las herramientas para poder transformar".

   De esa manera llegó al Ministerio de Seguridad. En principio tramitó denuncias por violencia de género ejercida por agentes de las fuerzas con arma reglamentaria contra sus parejas y luego avanzó en distintas tareas hasta llegar a la planificación.

   "En ese momento mi jefa me convocó para defender el primer dispositivo de botón de pánico de la ciudad de Buenos Aires y fue un proceso enriquecedor. Esa fue la etapa en la que más aprendí sobre el funcionamiento de las fuerzas, de la justicia penal", explicó.

   Su experiencia se enriqueció con viajes en patrulleros, presenciar enfrentamientos armados y fiscalizar en comisarías el funcionamiento del nuevo dispositivo.

   "Viví situaciones muy fuertes, como que me hayan dejado encerrada en una comisaría", sostuvo.

Entre arte y política

Vocación. Cuando terminó la secundaria, Sofía estaba decidida. Les dijo a sus padres que quería estudiar Ciencias Políticas y la pregunta fue "¿qué es eso?", aunque también aseguró que siempre la apoyaron.

Artistas. "Vengo de una familia de artistas; mis padres tocan en la Orquesta Sinfónica bahiense. Yo soy flautista y bailarina contemporánea y de tango, vengo del palo del arte", remarcó.

Orientación. Sofía cursó la secundaria en la Escuela Normal, donde destacó al profesor Mauro de Pedro, "porque me orientó a estudiar Ciencias Políticas".

Apertura. "Es una carrera preciosa, la recomendé a muchos bahienses que no sabían qué estudiar. Te ayuda a abrir la cabeza, pensar la realidad social y ser transformador", explicó.