Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Gran hermana: Jacksonville, la pariente estadounidense de Bahía Blanca

El comisionado Luis María Esandi firmó en julio de 1967 un convenio de fraternidad con la ciudad ubicada al noreste del estado de Florida, que aún se mantiene con múltiples intercambios educativos y culturales.

Por Mariano Buren / elpais@lanueva.com

 

   El comisionado municipal Luis María Esandi saludó a los representantes de Sister Cities International (SCI), los invitó a sentarse y escuchó atentamente la propuesta que le acercaban desde Jacksonville, una localidad ubicada al noreste del estado de Florida.

   Nunca hasta esa tarde de junio de 1967 había escuchado acerca del programa de “Ciudades hermanas” -una idea nacida una década antes por sugerencia del presidente estadounidense Dwight Eisenhower para descomprimir tensiones de la Guerra Fría-, pero comprendió enseguida que podía tratarse de una buena iniciativa para vincular a Bahía Blanca con el mundo.

   Tras aceptar el ofrecimiento con entusiasmo, Esandi decidió escribir una carta a Néstor Barbieri, director de Relaciones Públicas del municipio, para comunicarle la novedad y solicitarle que la difundiera públicamente.

Luis María Esandi

   El entonces jefe comunal -que en ese momento se encontraba en medio de una recorrida de casi un mes por los Estados Unidos- explicaba en la misiva que la invitación “significa apoyo en la formación de técnicos, asistencia en caso de emergencia grave, colaboración profesional y aún material para la solución de problemas sociales, visitas de contactos turísticos, orientación de inversiones de capital, etc.”.

   Pocos días después, un breve recuadro en La Nueva Provincia no sólo anunciaba la proposición sino que confirmaba que “el 5 de julio venidero se cumplirá un amplio programa en Jacksonville, en cuya oportunidad se realizará la invitación de fraternidad”.

   Si bien el artículo no lo mencionaba, el lazo entre ambas ciudades no era aleatorio. Surgía a partir de las “numerosas características en común”, según explicaría Esandi, como las actividades portuarias, militares, universitarias y comerciales que desarrollaban al margen de los grandes centros urbanos como Buenos Aires y Nueva York.

   Jacksonville había sido fundada el 15 de junio de 1822 -apenas seis años antes de que Ramón Estomba iniciara la construcción de la Fortaleza Protectora-, cuando los colonos de Cowford planificaron una ciudad sobre antiguos dominios españoles, a la que decidieron bautizar con el nombre del primer gobernador estadounidense de Florida, Andrew Jackson.

   Además de establecer un puerto para el comercio de algodón y madera, las tierras se volcaron mayoritariamente hacia la agricultura y la ganadería, como quedó reflejado durante la Guerra de Secesión, entre 1861 y 1865, cuando sus habitantes suministraron numerosas partidas de alimentos para los soldados confederados.

   Tras la derrota del ejército del sur, Jacksonville se reconstruyó en la década de 1870 como un centro turístico invernal para una clase alta que buscaba vacacionar en sus calles de clima templado, casi a modo de refugio contra las bajas temperaturas que asolaban al norte del país cada año, en particular entre diciembre y febrero.

   Sin embargo el devastador incendio de mayo de 1901, que destruyó 146 manzanas, obligó a nueva refundación. La ayuda, sorpresivamente, fue la industria cinematográfica, que instaló más de 30 estudios de filmación en la década de 1910, en buena medida por la posibilidad de conseguir mano de obra barata. El nuevo perfil de la ciudad le permitió recibir el título honorífico de "Capital mundial del cine" hasta el surgimiento de Hollywood en los años '30.

   Durante la Segunda Guerra Mundial, la Armada construyó tres bases navales y un aeropuerto que apuntalaron la economía local en un contexto recesivo, pero el verdadero auge se dio a mediados de los '60, cuando un referéndum aprobó la fusión de la ciudad con las localidades de los suburbios para crear la Ciudad Consolidada de Jacksonville, el distrito geográfico más grande de la parte continental de los Estados Unidos.

   La unificación fue celebrada con un gran acto público encabezado por el alcalde Hans Tanzler, quien no dudó en posar para una fotografía junto a la actriz Lee Meredith detrás de un letrero que anunciaba la creación de la “Nueva y audaz ciudad del sur”.

   Fue precisamente Tanzler el encargado de leer la declaración de hermandad con Bahía Blanca durante un almuerzo de camaradería con Esandi, funcionarios y representantes de SCI.

   “En un solemne acto de amistad entre los pueblos de nuestras dos ciudades, proclamamos conjuntamente que la ciudad de Bahía Blanca, República Argentina, y la ciudad de Jacksonville, Estados Unidos de América, son ahora y para siempre ciudades hermanas del hemisferio para vivir por siempre en amistad y admiración mutua y en el amor a la libertad”, anunció a los invitados aquel mediodía del 5 de julio de 1967.

Hans Tanzler, con la actriz Lee Meredith

   El comisionado bahiense recibió una copia de la proclamación en español y una plaqueta conmemoratoria, y devolvió el gesto con una copia del Martín Fierro, “cuya lectura ayudará a los visitantes norteamericanos a conocer mejor mi tierra”, según aseguró.

   Tras la comida, los dos jefes comunales recorrieron el centro de la ciudad y conversaron acerca de la posibilidad de iniciar el acercamiento con un primer intercambio de becas estudiantiles, que finalmente se concretaría algunos meses más tarde.

   El convenio tuvo buena aceptación en la ciudad, al punto que, apenas dos meses después, se constituyó la Asociación Bahía Blanca-Jacksonville, presidida por Mario Macagno, con el objetivo de "prolongar y ampliar el primer contacto del doctor Luis María Esandi" y "en procura de un recíproco y más completo conocimiento entre aquella y nuestra ciudad". 

La calle Jacksonville, en el barrio Palihue

   A partir de entonces, numerosas delegaciones de ambas ciudades comenzaron a viajar para compartir diferentes actividades educativas, culturales, sociales y económicas, con tanta repercusión que el vínculo, incluso, fue reconocido en 1971, 1975 y 1997 en las premiaciones anuales de la SCI.

   Sin embargo, pese al evidente éxito de la iniciativa, tuvieron que pasar 30 años para que una ordenanza municipal le diera estatus oficial al vínculo. 

   Recién en 1997 Jacksonville se convirtió formalmente en la gran hermana de Bahía.