Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Además de la fundación de Bahía Blanca, ¿qué otros hechos pasaron el 11 de abril de 1828?

Basta con revisar un poco los archivos para descubrir algunas historias que sucedieron en diferentes partes del mundo, casi al mismo tiempo en que Estomba encabezaba la fundación de la Fortaleza.

Por Mariano Buren / elpais@lanueva.com

 

   El 11 de abril de 1828 fue viernes.

   Para aquellos que creen en la influencia energética de los astros, se trató de una fecha perteneciente al signo zodiacal de Aries.

   Quienes optan, en cambio, por la versión china de la astrología, saben que aquel día correspondió al denominado "Año de la Rata" bajo el elemento Tierra.

   Los más pragmáticos pueden agregar que fue la jornada 102 de un año bisiesto y que, lógicamente, fue parte del otoño en el hemisferio sur.

   Además -como bien sabe la mayoría de los lectores- ese día se procedió a la ceremonia de fundación de la Fortaleza Protectora Argentina, el antecedente inmediato de Bahía Blanca.

  Pero ¿fue lo único relevante que pasó aquel viernes?

   Basta con revisar un poco los archivos para descubrir que otras historias -algunas mínimas, otras no tanto- sucedieron en diferentes partes del mundo, casi al mismo tiempo que el coronel Ramón Estomba y los suyos daban sus primeros pasos en estas tierras.

Federico Rauch

   Por caso, a unos 550 kilómetros, el coronel prusiano Federico Rauch envió ese mismo día una nota de protesta al gobierno de Buenos Aires, asegurando que el ganado provisto por el rematador José María Baudrix para abastecer a la población del Fuerte Federación -precursor de la ciudad de Junín- no tenía la calidad necesaria para ser consumido.

   Claro que en aquel 11 de abril había otras preocupaciones en la administración pública: al clima de inestabilidad derivado de los enfrentamientos federales-unitarios, se sumó la aparición del primer ejemplar de "El diablo rosado", un periódico dirigido por el francés Jean-Baptiste Lasserre que se imprimía en tinta roja, con notas de un contenido fuertemente crítico hacia el gobernador Manuel Dorrego y también a las costumbres sociales de la clase alta porteña.

   El periódico de Lasserre fue clausurado dos semanas después, tras la circulación de apenas siete números, cuando un jurado de imprenta condenó al editor a no poder publicar "papel alguno por el término de seis meses" en respuesta al tono desenfadado de su periódico.

El "Diablo Rosado" de Juan Lasserre

   Mientras tanto, del otro lado de la Cordillera, el también periodista e imprentero chileno Ramón Rengifo parecía mantener una mejor relación con su gobierno.

   Considerado como uno de los padres de la libertad de prensa trasandina, el buen vínculo establecido por Rengifo con el presidente Francisco Antonio Pinto le posibilitó que el Congreso lo autorizara ese viernes -mediante un aviso en el Boletín de las Leyes Nº1- a publicar la primera edición oficial de la Constitución de Chile, que sería promulgada cuatro meses más tarde.

   En Bogotá, a su vez, el presidente de la Convención de Colombia, José María del Castillo y Rada, recibía una carta del general Simón Bolívar, en la que se podían leer algunas punzantes definiciones del Libertador, entre las que se destacaban "Es difícil hacer justicia a quien nos ha ofendido" y "El hombre es hijo del miedo, y el criminal y el esclavo mucho más".

Simón Bolívar

   Esa misma noche, en una cena en la casa del general Carlos Soublette, el propio Bolívar contó a los demás comensales "la historia de (el conquistador español) Lope de Aguirre y de su muerte, escogiendo los pasajes y rasgos más interesantes y más heroicos” de un personaje que le generaba fascinación, según reveló Luis Perú de Lacroix, uno de sus principales colaboradores militares.

   Otro militar que se desempeñó en las campañas americanas -en este caso, el argentino Julián Vega- fue ascendido aquella jornada al rango de Teniente Coronel de Caballería de Línea, luego de una extensa trayectoria en las tropas de Carlos María de Alvear, Ignacio Álvarez Thomas, José Rondeau y Antonio Beruti. 

   El poeta estadounidense Edward Coote Pinkney, autor de varias obras que despertaron la admiración de Edgard Allan Poe, murió de tuberculosis a los 25 años en la ciudad de Baltimore, mientras que en Cincinnati, a unos 840 kilómetros hacia el oeste, nació el arquitecto James Keys Wilson, creador de edificios considerados monumentos históricos, como el campus del Bethany College y el Templo de Plum Street, que muestran una fuerte influencia del renacimiento gótico y de la escuela bizantina.

La ciudad de Greenfield, en Indiana

   No muy lejos de ahí, en el estado de Indiana, los comisionados locales decidieron aquel 11 de abril que el poblado de Greenfield -que por entonces contaba con apenas 400 vecinos- fuese la capital del flamante condado de Hancock, creado apenas un mes antes. "La sede del juez del condado de Hancock se conocerá y designará con el nombre y título de Greenfield", anunciaron ese día.

   Del otro lado del Atlántico, los parisinos observaron con asombro la puesta en marcha de "Les dames blanches", un servicio de carruajes con capacidad para 16 pasajeros divididos en dos vagones, que actualmente es considerado como uno de los primeros transportes públicos de la historia.

   Creado por el empresario Stanislas Baudry -a quien se le adjudica la aplicación de la palabra "ómnibus"- el sistema permitía recorrer el trayecto entre La Madeleine y La Bastille en sólo 15 minutos.

Uno de los ómnibus de Baudry

   Los franceses también fueron protagonistas ese viernes cuando una delegación colocó la piedra fundacional para la construcción de la Iglesia de San Carlos Borromeo -arzobispo de Milan en el siglo XVI- en la isla senegalesa de Gorée.

   El edificio, que se completó dos años más tarde, todavía se mantiene en pie como uno de los símbolos de la época del colonialismo en el África Occidental.

La Iglesia de San Carlos Borromeo

   Si es verdad que "cada día es una pequeña vida", como escribió alguna vez el poeta romano Horacio, queda claro que el 11 de abril de 1828 no fue la excepción.