El retiro de un grande

Redacción de La Nueva.

contenidos@lanueva.com

   A los 41 años de edad, acuciado por problemas físicos en su rodilla, el suizo Roger Federer anunció su retiro de la práctica profesional del tenis, hecho que concretó con su participación de la Laver Cup 2022, en Londres.

   Quien tuvo oportunidad de seguir las alternativas de ese juego pudo disfrutar por última vez en el circuito de un jugador considerado el mejor de todos los tiempos, uno de los mejores deportistas que jamás se hayan visto en el mundo del tenis en particular y en el campo del deporte en general.

   Se retira con 21 Grand Slam ganados, 103 títulos en torneos ATP, triunfador de la copa Davis por su país y de la medalla de oro en las olimpíadas.

   Más allá de que su juego se puede emparentar con los desarrollados por otras grandes estrellas contemporáneas, como Rafael Nadal y Novak Djokovic, Federer se convirtió en realidad y leyenda cuando todavía estaba en la plenitud de su carrera.

   Pertenece a ese selecto grupo de deportistas que trasmiten una contundente calidad y talento, de excelente comportamiento, de entrega y respeto, capaz de demostrar una calidad humana donde la humildad prima sobre cualquier sentimiento de estrella.

   Un párrafo especial para su participación en Laver Cup, donde se quebró en lágrimas en varias ocasiones al sentir el cariño de la gente, se lo vio tomado de la mano y compartiendo llanto con Nadal, su gran rival de estos años, y fundirse en un abrazo eterno con su mujer y sus cuatro hijos.

   Muchas veces se dice que los deportistas no tienen porqué estar obligados a ser ejemplo de vida, que no corresponde mezclar su vida deportiva con su vida privada. Sin embargo son personas que están expuestas a la vista de todo el mundo, que los admira y los toma como modelo. Cuando ese ejemplo se funde en ambos campos, es un hecho maravilloso. Federer lo hizo.