Bahía Blanca | Miércoles, 16 de julio

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Los crespones que alegran las calles de la ciudad

Originario de China y Japón, el crespón aporta su variedad de colores en el caliente mes de enero.

Mario Minervino / [email protected]

   Así como noviembre es el tiempo de florecer para los jacarandás y la ciudad toma en sus calles un tono violáceo, enero es el momento de los crespones, árboles que explotan con su colorida e intensa floración, en colores que van desde el blanco al carmesí, pasando por los rosas intensos, el púrpura y el lila.

   Tiene, como todo árbol que se precie de tal, un complejo nombre científico –Lagestromia indica—y también otro poético: árbol de Júpiter.

   Se trata de una especie completamente exótica, proveniente de China, Japón, India y el Himalaya, que se puede ver por todas las calles de la ciudad, en variedad de colores. Tiene en realidad porte de arbusto, de allí que no pasa los cinco metros de altura. Su floración es impactante por la multitud de pequeñas flores de pétalos encrespados. Y como si no alcanzara ese aporte al paisaje, en otoño su follaje verde se tiñe de tonos anaranjados y rojizos.

   La municipalidad lo incluyó entre las especies sugeridas en su primer Plan Director de arbolado, sugerido para veredas angostas por su belleza, sanidad, rusticidad y la bajísima agresividad de sus raíces. El clima bahiense, a pesar de sus altas temperaturas y sus vientos calientes, ayuda que sea enero el tiempo en que estos árboles aporten un toque de color distintivo en el paisaje.