El Profe de Boca no se olvida de su paso por Bahía: “Quiero que Olimpo ascienda”
Zacarías Gaggero, el preparador físico principal del cuerpo técnico que encabeza Sebastián Battaglia en el xeneize, trabajó en el aurinegro en 2016. Fue junto a Christian Díaz, su amigo personal, que hoy dirige en el fútbol boliviano. La historia de “Zaca”, en su momento más glorioso.
Por Sergio Daniel Peyssé / [email protected]
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“¿Qué pasa que a Olimpo lo están perjudicando los arbitrajes cada que va de visitante? Contéstame eso y después nos metemos en el maravilloso mundo de Boca y me preguntás lo que quieras”.
La nota arrancó por el lado B, en realidad por donde quiso Zacarías Gaggero, el actual Preparador Físico del plantel profesional xeneize, que sigue partido a partido el camino del conjunto aurinegro en el torneo Federal A y que contestó con un “naaa” cuando le consulté si había tenido que modificar su habitual forma de vida debido al encandilamiento y la fascinación que generan las luces y la fama de uno de los clubes más populares de la Argentina.
“Zaca” fue el Profe del cuerpo técnico que lideró el entrenador Cristian Díaz en Olimpo, en dos torneos distintos de Primera división pero en un mismo año: 2016.
¿Se acuerda? En el campeonato corto del semestre inicial, el grupo de trabajo con Díaz a la cabeza reemplazó a Diego Osella en la fecha 5, y en la temporada 2016-2017 solo duró 12 cotejos: la pobre campaña y la insostenible relación del orientador con la dirigencia y los hinchas fueron los disparadores para una salida de común acuerdo, el 3 de diciembre, al caer como local 1-2 con San Lorenzo.
Pero el motivo de mi llamado, justo el día que el DT boquense Sebastián Battaglia había liberado de tareas a toda la plantilla, había sido otro, y Zacarías, como buen entrevistado, entendió que era necesario volver al origen de este ida y vuelta sin cuestionarios y con la confianza que siempre nos tuvimos.
“El mundo Boca es enorme, exigente al cien por ciento porque siempre se busca la perfección. Estoy a pleno, disfrutando de una oportunidad que me llegó a los 45 años y en un momento muy maduro como profesional”, señaló el primer Profe del equipo, que tiene a Alejandro Blasco como el Nº 2.
Este PF nacido y criado en Flores, uno de los 48 barrios oficiales de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se incorporó a Boca en diciembre de 2019, convocado por Battaglia para conformar el cuerpo técnico de la Reserva, categoría que en lo que va del año promocionó a varios pibes de las inferiores para nutrir al plantel superior.
“Lo mejor que me pudo suceder es haber pasado por la Reserva, donde comprobé que Boca es más grande de lo que cualquiera se puede llegar a imaginar. Si no estás preparado, si no estás bien plantado, la marea Boca te lleva puesto”, deslizó el “Profe”, quien hizo sus primeras armas en Yupanqui, en la D de AFA, a principios de 2004.
“Cuando me sumé a Boca, la idea fue siempre esperar esa chance de llegar a Primera división, aunque en este club las exigencias son las mismas para todas las categorías; esa fue la primera enseñanza que recibí”, reconoció quien también pasó por Dock Sud, Nueva Chicago, Bolívar de la Paz, Tijuana de México, Defensa y Justicia, Olimpo, Almagro y Atlanta.
Es más, en mayo de 2019 consiguió con Atlanta el ascenso a la Primera Nacional, tomándose revancha de las tres oportunidades de subir que había tenido con Almagro (que dirigía, justamente, Seba Battaglia) un año antes.
“Hoy puedo decir que la decisión que tomé, arriesgada por cierto, salió bien, porque yo aposté por ir a Boca en el momento que Atlanta era puntero de la Primera Nacional. Fue una elección que medité mucho, pero que terminé aceptando porque sabía que otra vez no se iba a dar”, contó Zacarías, ya sumergido completamente en el interior azul y oro.
“Cuando Riquelme (Juan Román) ganó las elecciones, Battaglia me llamó enseguida porque me conocía; tanto él como yo queríamos volver a trabajar juntos. En el primer encuentro me presentó a Juan Kuproviesa, su ayudante de campo, y nos fue muy claro a ambos: `vayan conociendo lo que es Boca, este es un desafió muy grande, y si estamos acá es por algo´. Seba te habla con mucha seguridad, es ídolo del club, lo quieren todos”.
Battaglia, el jugador con más títulos en la historia xeneize, lleva dirigidos tres encuentros: 1-0 a Patronato, 3-1 a Platense y 0-0 con Racing el domingo que pasó.
“Venimos bien, aunque ahora tenemos que ir a enfrentar a Rosario Central, que metió de a cuatro en sus últimas dos presentaciones”, dijo “Zaca” con ciertos recaudos.
“Riquelme, un crack”
“Es mucha la gente que trabaja en Boca, donde tenés todo como para que cumplas con tus funciones con la mayor responsabilidad y el compromiso posible. La exigencia está a la altura de la institución, sabiendo que lo que tenés que hacer siempre es al cien por ciento”, expresó “Zaca”.
“Y cuando digo todo, es todo. Por ejemplo: dos psicólogos, dos nutricionistas, tres masajistas, tres kinesiólogos, dos médicos... A diferencia de otros clubes, en Boca los profesionales están siempre, trabajan exclusivamente para la entidad y los horarios, por lo general, concuerdan con la actividad diaria de las distintas categorías”, comentó.
“Boca es una empresa deportiva y opera al máximo nivel en todos los aspectos. Cuenta con un gimnasio de primera, la mejor tecnología del país para los GPS y un Departamento de análisis de video con cuatro personas a cargo”.
“Es difícil coordinar a tanta gente de distintas especialidades, pero en Boca todo funciona a la perfección y las tareas se delegan todo el tiempo; no sos nadie si no trabajás en equipo. Vivo planificando y organizando, pero siempre debo respetar a los profesionales de cada área, que tienen que estar al tanto de lo que vos querés hacer”.
“En Boca está todo sobredimensionado, pero si estás ahí es porque consideran que sos el mejor. Es muy grande la exigencia, hay que ganar todo, cuando el equipo sale a la cancha es para conseguir los tres puntos, en la Bombonera o donde sea. Como no se improvisa ni se cree en el azar, se apuesta al trabajo de excelencia”.
—¿Con quién del Consejo de Fútbol tenés trato más directo?
—Bermúdez, Cascini y el Chelo Delgado están siempre en el lugar de entrenamiento, desde que empieza la práctica hasta que termina. Si los necesitás, podés hablar con cualquiera de ellos. Incluso almuerzan con nosotros, así que las charlas puede ser de fútbol o de cualquier otro tema.
“A mi me tratan como un Dios, y no es porque ahora esté en Primera, ya me consideraban cuando era el Profe de la Reserva. Los tres están pendientes de las necesidades del cuerpo técnico y del plantel, y con ellos podés canalizar cualquier tipo de inquietud sin la necesidad de tener que llamar a algún dirigente, como era en otras épocas. Boca es gigante, en lo social y en estos detalles que lo hacen más grande aún”.
—Con Juan Román Riquelme, vice del club, ¿tenes diálogo?
—Sí, hemos charlado, pero es al que menos veo. Es muy amigo de Seba, se maneja con él, aunque si Román necesita decir algo te lo hace saber. ¿Querés que te cuente una anécdota que lo pinta de cuerpo entero?
—Adelante.
—Después de haberle ganando a Banfield en Reserva, nos enteramos que con el mismo equipo, 24 horas después, teníamos que afrontar el partido de Primera, por el tema del viaje a Brasil, del aislamiento y de lo que todos ya saben que sucedió con el plantel profesional.
“Ese día, al estadio de Banfield habían sido citados todos los entrenadores de las inferiores, y también fue Román, que casi nunca concurre cuando Boca es visitante. Reunió a los chicos y, con el corazón en la mano, les manifestó que el hincha de Boca les iba a estar agradecido de por vida por lo que iban a hacer, por afrontar dos compromisos en 24 horas, algo inusual en los tiempos que corren, sobre todo porque no hay recuperación mental y física entre una presentación y otra”.
—¿Qué otro mensaje tuvo el discurso de Román?
—Un crack. Les manifestó que el club iba a estar orgulloso de los juveniles que tenía y que el mundo Boca no se iba a olvidar jamás de la actitud que tuvieron. Fue un mensaje corto pero muy motivador, a tal punto que los pibes, más allá de estar cansados o no, salieron a comerse la cancha y al rival.
“No había margen para que estos chicos puedan jugar con la misma intensidad y concentración dos partidos en dos días. Pero todo eso lo suplieron con motivación, y en sus rendimientos no se notó agotamiento un relajación”.
Además de los seis integrantes del cuerpo técnico, alrededor del plantel boquense trabajan 20 auxiliares, desde el encargado de seguridad hasta el jefe de prensa.
“Cada vez que llego al predio, tengo el deber de hablar en forma individual con todos para que se puedan organizar. Son reuniones cortas y precisas, tanto ellos como yo sabemos que no puede quedar ningún cabo suelto”.
“En Boca tenés el desayuno, el almuerzo, lo que pidas en cuanto a viajes y lugares para concentraciones. No hay excusas, es la elite y te tenés que manejar a ese nivel”.
—¿Cómo es Battaglia como entrenador?
—Eficiente y exigente. Todo los ejercicios, físicos o tácticos, deben ser con intensidad y eso es lo que nos transmite a nosotros, a los jugadores y a los auxiliares. A los futbolistas les pide que entrenen como juegan, que estén activos y que dejen todo en cada práctica, porque para Seba el que entra a la cancha debe estar siempre al cien por ciento.
“De táctica y de su visión del fútbol, ¿qué querés que te diga? Es una luz, un fuera de serie para darse cuenta de todo. Los que jugaron tanto tiempo a un nivel superlativo, como él, tienen una mirada distinta, te lo puedo asegurar”.
“Con Seba me une una relación afectiva que sigue creciendo con el tiempo. Estamos toda la semana juntos y sé que me valora. Es un gran ser humano y, la verdad, la pasamos bárbaro, dentro y fuera de la cancha”.
—Uno de los ayudantes de campo es Krupoviesa y el otro Mariano Herrón, ¿o me equivoco?
—Krupoviesa es una bestia para la planificación y la elección de cada trabajo según el objetivo que se persiga. Y Mariano Herrón es el otro ayudante, sí, se sumó ahora, viene a ser el nexo del primer equipo con la Reserva, otro profesional de la p... madre.
“Todos tienen el mismo mensaje: si un jugador no está al cien por ciento, juega otro, porque eso hace que la competencia interna crezca y no haya lugar para que a alguien se le ocurra bajar la guardia”.
No dejé enemigos, mensajes de jugadores, que tuve en Olimpo, que se elageren del momento que me toca vivir es especatular. Porqie no tienen ninguna obligación de hacerlo, pero si les salió me parece fabntástico.
Sentimiento a la distancia
“Desde que me fui de Bahía no volví más, pero sentimentalmente nunca me pude desligar, porque esos diez meses (entre el 23 de febrero y el 3 de diciembre de 2016) fueron muy intensos y de mucha experiencia. Sigo en contacto con la familia Pizzini, con los padres de `Pancho´, y también con el `Chori´ Vega, aunque dos por tres intercambio mensajes con algunos jugadores que estuvieron allá aquel año”, adelantó Zacarías.
—Me cuesta creer que estando en Boca tengas tiempo para pensar en Olimpo, pero...
—(Interrumpiendo) Pará, pará, preguntá lo que quieras, lo sigo cuando juega y también trato de saber lo que pasa en la semana, de interiorizarme sobre el equipo, el club y su gente.
—Bien, te pongo a prueba: ¿cómo se ubica en las posiciones de la Zona 1 del Federal A?
—Segundo, a cinco puntos del líder Deportivo Madryn. En el último partido nos empataron sobre la hora con un penal que no fue; nos cagaron otra vez.
—Perdón, ¿”nos” dijiste?
—Por afecto soy un olimpiense más, aunque sigo y hago fuerza por cada club por donde pasé. La campaña de Olimpo la sigo por el streaming de Noticias de Olimpo, porque los lunes ya no puedo ver, como lo hacía cuando estaba allá, el programa Olimpo de Primera.
“En las redes sociales veo que los hinchas postearon las veces que el equipo fue perjudicado por yerros arbitrales. Es una locura, pero bueno, las quejas no sirven de nada en medio de la competencia, es para hablar o tratar en otro momento. Olimpo debe seguir como hasta ahora: ganándole al rival, a los fallos tendenciosos y a las sospechas, que por lo que leo y escucho son moneda corriente fecha tras fecha. Para mi, Olimpo tiene el mejor equipo del Grupo”.
—¿Sufrís con Olimpo?
—Yyy... No merece estar en el Federal A, y pese a que falta mucho para que termine el torneo, vivo con la expectativa de verlo ascender. Es un deseo a la distancia, sé que se puede, aunque esta sea una de las categorías más bravas del fútbol argentino.
“Y ya que está, aprovecho para mandarle una pronta recuperación a Diego Ledesma (en el último partido sufrió la rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda), un ex Atlanta que a fuerza de goles estaba demostrando sus ganas de volver a jugar en la Primera Nacional”.
Entre el certamen Oficial 2016 (corto, de apenas un semestre), la Copa Argentina y la temporada 2016-2017, la dupla Díaz-Gagero completó 26 encuentros al mando del elenco aurinegro: 5 victorias, 11 empates y 10 caídas, con apenas el 33,33 por ciento de los puntos. Muy pobre campaña.
“El primer torneo fue aceptable, aunque los últimos partidos no los pudimos ganar y quedó un cierto resquemor entre los hinchas. El segundo lo padecimos, costó el arranque debido a los cambios y a la renovación del plantel y los empates dominaron la escena. Encima, antes de fin de año perdimos con San Lorenzo, que venía de ser campeón de la Copa Libertadores, en nuestra cancha. Igualmente, de visitante nos costó sumar”, señaló el padre de los mellizos Tomás y Donatella, de 9 años.
“Creo que con Cristian ayudamos a profesionalizar el club; esa fue la misión más importante que pudimos cumplir. En lo deportivo, más que nada en el primer campeonato, logramos poner en cancha un equipo dinámico, un 4-3-3 que presionaba alto y que no especulaba. Teniendo en cuenta las desventajas por ser un club chico y del interior, le competimos a todos”.
—¿Cómo es tu relación con Cristian?
—Excelente. El eligió ir a dirigir al exterior y le fue bien en El Salvador y Bolivia. No lo seguí porque estoy divorciado y no podía viajar con mis hijos, que son chicos, aunque con Cristian hablamos seguido y está contento con el paso que dí.
“Lo tenés que escuchar cuando me dice: `Zaca, nunca pensé que iba a gritar un gol de Boca, lo hago porque estás vos ehhh´. Es muy cómico saber que sigue nuestra campaña, como muchos conocidos que, por mi bien, alientan a Boca pese a que simpatizan o son hinchas de otros equipos”.
—Battaglia, si te ve amargado, ¿se da cuenta que es porque pudo haber perdido Olimpo?
—Ja,ja... Trato de que un resultado no me tire abajo, imaginate que pasé por varios equipos y sigo las campañas de todos. El que más fuerte me puede llegar a pegar emocionalmente es Atlanta, donde jugaron mis tíos-abuelos y con el que pude ascender a la Primera Nacional en 2018.
“En mi familia están los de Boca, los de River y los de Atlanta. Fue divino que se junten todos otra vez para ir a la cancha, a ver al equipo y a alentarme a mi. Ahora todos le ponen las fichas a Boca, aunque en realidad son hinchas míos, eso ya lo sé...(risas)”.
—¿Te tocó tener que entrenar a alguno de los futbolistas que formaron parte de aquel plantel de Olimpo en 2016?
—No, pero me cruzo seguido con varios. Hace poco estuve con Emiliano Tellechea, un grande, al que siempre le reconozco el gesto que tuvo con Olimpo. ¿Te acordás? Fue subcampeón de la Copa Libertadores con Independiente del Valle (Ecuador) y recibió ofertas de distintas partes del mundo, pero le había dado la palabra a Olimpo y la terminó cumpliendo.
“Siempre me fui bien de los lugares donde trabajé, por eso que me manden mensajes por este momento que me toca vivir es sumamente gratificante. Muchos jugadores de Olimpo se alegran de mi presente, y eso que no tienen ninguna obligación de hacerlo, pero si salió de ellos me parece fantástico”.
Muy pobre
33,33
Por ciento. Los puntos de Cristian Díaz y el Profe Gaggero en Olimpo: 26 cotejos, 5 triunfos, 11 empates y 10 traspiés.