Bahía Blanca | Viernes, 04 de julio

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Pera Vallejos: “No me la creo, soy tan feliz en Las Tres Villas como en un Campeonato Mundial”

Es el primer juez internacional bahiense de marcha atlética en participar en una competencia mundialista, en Nairobi (Kenia). Tiene 39 años y es el más joven de la elite de jueces en el planeta.

Fotos: Emmanuel Briane-La Nueva.

Por Javier Oscar Schwab / [email protected]

(Nota publicada en la edición impresa)

   “Llevo una vida ligada al atletismo, son 29 años consecutivos. Tenía 10 cuando pisé una pista y nunca más salí de ella. Hoy, como juez internacional de marcha, siento que sigo aportando mis conocimientos a un deporte que amo”.

   Guillermo Pera Vallejos fue parte de los jueces que participaron de la marcha atlética que tuvo lugar en Nairobi, capital de Kenia, con motivo del Mundial Sub 20.

   El bahiense lidera el ranking mundial de jueces internacionales de esa prueba, según la Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (hoy denominada World Athletics) y, además de ser el único argentino presente, es el primer bahiense en entrar en la historia.

   “Después de 10 años volvió a participar un argentino en una competencia mundial. Y tengo la dicha la ser el primero en la historia que participó de un juego olímpico y de un campeonato mundial”, señaló.

   “Más allá de esos laureles que te reconfortan el alma, es una experiencia muy gratificante, y más cuando el trabajo que se hizo fue muy bueno”, resaltó.

   -¿Cómo lo viviste?

   -Una experiencia hermosa, intensa y emotiva. Cinco días de competencia y un viaje muy largo. Una travesía para ir y venir, además de la cuarentena, pero valió la pena.

   -¿Cómo es que estás ligado a le elite del atletismo?

   -Cuando dejé de correr, y para seguir vinculado con el atletismo, empecé a trabajar como juez en Bahía, luego hice un curso, en 2001, sobre “Juzgamiento de Marcha Atlética” y a la vez era juez de pista y campo.

   “Se fueron abriendo puertas para ir accediendo al panel de jueces argentinos. La marcha atlética no es un especialidad muy difundida en el país, se carece de marchistas”, contó.

   -¿Cómo proyectaste tu carrera?

   -En 2007 entré al panel Sudamericano de Jueces de Marcha compuesto por 12 miembros y ahí me fui consolidando. Estuve en torneos Panamericanos e Iberoamericanos, pero todavía no me permitía ir más allá, porque proyectaba ser juez en un Juego Olímpico o un Campeonato Mundial.

   “En 2018 se me da la posibilidad cuando fui a rendir a Londres representado a Sudamérica. Hay un panel de jueces internacionales de marcha, conformado sólo por 20 personas de todo el mundo. El examen es en inglés, idioma oficial de la World Athletics”.

   “Se sabía que iban a rendir jueces de todas las asociaciones a nivel mundial, más de 80 personas. Eran jueces de Nivel 2, con una trayectoria hecha. De ese grupo sólo 20 iban a aprobar el examen, y entre ellos aparecí yo”.

   -¿Qué tiene de especial ser juez de marcha atlética?

   -Es la única disciplina del atletismo donde interviene el criterio de un árbitro. Por eso el panel es muy consistente. Yo venía de Las Tres Villas y pude posicionarme a nivel nacional y luego en Sudamérica, pero de ahí a le elite...(risas).

   -¿Quién era el máximo referente a nivel sudamericano?

   -Jefferson Pérez, de Ecuador, un juez con una trayectoria notable. Considero que fui seleccionado porque tengo alguna agudeza visual que me permite juzgar y ser consistente en el análisis que hacemos con los demás jueces.

   -¿Después de lo de Londres qué vino?

   -Entré a principios de 2019. En América somos tres jueces de marcha, un estadounidense, un canadiense y yo. Me invitan a trabajar en los Juegos Panamericanos de Lima y luego llegaron más designaciones, con una pandemia en el medio.ç

   -¿Qué papel ocupaste en Nairobi?

   -Fui la máxima autoridad de la Cámara de Llamadas, que es la antesala del evento, donde se prepara a todos los atletas para salir a la competencia. Todo salió a la perfección y ya llegaron nuevos nombramientos, aunque se realizará una rotación entre los 20 jueces que aprobamos el examen. Los próximos eventos serán los Juegos Olímpico de la Juventud, Liga de Diamantes, Campeonatos Mundiales y la Copa del Mundo, que será en Cali, Colombia.

   “Luego se vuelve a regir y hay que estar preparado. Hoy, con 39 años, soy el más joven del panel”.

   -¿Cómo fue convivir con protocolos e hisopados?

   -Una experiencia increíble. Vivir en una burbuja y tener que hisoparme todos los días. La pasión todo lo puede. La World Athletic es como la FIFA en un mundial, son muy organizados y protocolizados, no se les escapa un detalle. 

   “Nosotros no tenemos esa consistencia en nuestro atletismo. Ellos son perfectos, todo está supervisado y televisado. Verlo desde adentro como juez quedará inscripto en mi ADN”.

   -¿Y el nivel de los atletas?

   -Excelente. Chicos por debajo de los 20 años con marcas muy similares a la de los atletas mayores. Son los futuros campeones mundiales.

 

 

   ¿Qué es la marcha atlética?

   -Una sucesión de pasos, de tal modo que el marchista se debe mantener en todo momento en contacto con el suelo. La pierna que avanza tiene que estar recta desde el primer apoyo hasta la posición de la vertical.

   “Debo juzgar la potencial pérdida de contacto con el suelo al doblar la rodilla. Si infringe la regla se muestra una paleta amarilla y si persisten las infracciones (reincidente) se saca una tarjeta roja para marginarlo de la pista. Allí interviene el juez jefe, quien cumple con el dictamen de los jueces que vieron al atleta cometer la infracción".

   “También se lo puede mandar a un box, o zona de penalización. Es una sanción por tiempo para retornar a la pista. En Nairobi nos pasó con tres atletas, una decisión unánime por la que fueron descalificados”.

   -¿Se pueden utilizar soportes electrónicos?

   -No. Ahí se ve la capacidad. No podemos usar ningún soporte electrónico. Estamos ubicados en puntos estratégicos y los vemos pasar. Por caso, en un circuito de 10 mil metros hay cuatro jueces ubicados en puntos clave. En un Juego Olímpico son más jueces.

   -¿En los Juegos Olímpicos de Tokio se desarrolló por última vez la competencia de 50 km.?

   -Sí. Se calificó como demasiado sacrificada para los atletas, y ahora se pasará a una marcha de hasta 30 kilómetros como máximo para el programa olímpico.

   -¿Cómo le fue a los argentinos en Nairobi?

   -Hubo 5 participantes. Me llamó la atención que dos de ellos, velocistas en 100 y 200 metros, lograron pasar la rueda clasificatoria y entraron a semifinales. Tienen un futuro prometedor.

   -¿Qué representa Kenia para los atletas de marcha?

   -Es lo máximo. El estadio se llama “La Casa de los Héroes”, y parece una película de la Superliga. La historia deportiva de Kenia tiene un sinnúmero de medallas olímpicas, son los mejores deportistas de la historia en esta disciplina.

   “Los keniatas dominan las pruebas de fondo, a partir de los 5 mil metros y las largas distancias. Mandan en las estadísticas. Es algo genético, lo he visto siempre; en maratón y marcha son terribles”.

   -¿Con quiénes convivías en Kenia?

   -Con la jueza jefa, una mujer estadounidense; un juez de Hong Kong, un español, un irlandés y un holandés.

   “Los cargaba, les decía que vamos ocupando espacios: ‘Messi, el Papa Francisco… Tienen que acostumbrarse a vernos seguido”.

   -¿Quién fue el último juez internacional de marcha?

   -Rubén Aguilera, de Mar del Plata. En 2014 lo sacaron del panel; fue uno de mis maestros.

   -¿Hasta qué edad podés ejercer?

   -Hasta los 70 años. Si llego voy a conocer el mundo (risas). Cada cuatro años se rinde examen, hay que estar actualizado y es muy sacrificado.

   “Igual soy feliz en Las Tres Villas, no me cambia nada, lo digo con orgullo en todos lados. No se vive de los honorarios del atletismo, lo hago por pasión”, sostuvo.

   -¿Qué te gustaría tener en Las Tres Villas?

   -Nos falta la pista sintética, seguiremos insistiendo por eso. Tenemos atletas muy comprometidos, pero con falta de recursos. Lo viví cuando corría, era velocista y vallista, y tuve méritos como atleta.

   “Fui campeón nacional en 1997, y en menores en las postas 4 por 100 y 4 x 200”.

   -¿No se vive de ser juez en el atletismo?

   -No. Soy geólogo de profesión, ejerzo como tal, y soy docente en la universidad. Estudié en la UNS y también trabajo para el municipio y la Zona Franca.

   “Todo lo hice en base a sacrificio, con el apoyo de mis padres (Ricardo y Marisa) y mis abuelos, siempre ligados al atletismo bahiense. No llegué sólo a ser lo que soy, me ayudó gente preparada, como Aguilera, Carlos Fiorini, Carlos Del Ruiz y Patricia Pacheco, entre otros.

Debido a las lluvias de estos últimos días, y sumado a que se rompió una cañería de riego del interior de la pista, no se podrá desarrollar el Torneo del Atletismo Bahiense programado para hoy. Hay varios sectores que se encuentran húmedos, impidiendo también que fueran marcados los andariveles. 

   “También quiero agradecer el apoyo incondicional de la ABA (Asociación Bahiense de Atletismo) y a quienes me permiten viajar absorbiendo mis horas laborales”.