Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Ciriaca Palao de Laspiur

   Mujer del médico Sixto laspiur, Ciriaca fue la primera maestra nacida en Bahía Blanca.

Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Hace 94 años, en junio de 1927, celebró el que sería su último cumpleaños la vecina Ciriaca Palao, viuda del médico Sixto Laspiur, considerada "un símbolo viviente" del pasado de la ciudad.

   El precario fuerte fundacional bahiense cumplía diez años de su fundación cuando Ciriaca llegó a este mundo, en 1838. Inquieta e inteligente, la falta de escuelas no le impidió cultivarse de manera adecuada.

   En 1855, a sus 17 años, se casó con el médico Sixto Laspiur, que la doblaba en edad, con quien estuvo unida hasta la muerte del facultativo, en 1882. Unos años antes, en 1866, se había convertido en maestra de la Escuela Nº 2, siendo la primera mujer bahiense en desempeñar esa tarea.

   Con el tiempo, Ciriaca se fue transformando en una suerte de leyenda viviente, como protagonista que fue de los primeros años de la ciudad y responsable de educar a los primeros estudiantes. Aquel mes de junio de 1927, como venía ocurriendo desde varios años atrás, tanto el intendente municipal como los principales vecinos se acercaban a su vivienda de Sarmiento 54 para presentar sus saludos y entregarle un ramo de flores, destacando su calidad de "matrona" y "verdadera reliquia viviente".

    Ese día, la casa se vestía de fiesta con la numerosa familia Laspiur, con una tertulia que se extendía hasta altas horas de la noche, entre música y danza.

   En aquella ocasión de 1927, el intendente le manifestó a Ciriaca que pedía a "la Divina Providencia" que "le conserve su existencia" para que pudiera presidir las fiestas por el centenario de la ciudad, a celebrarse en abril de 1928. Lamentablemente a las pocas semanas la salud de Ciriaca se complicó, siendo atendido por los médico Amadeo Cattáneo y Nicolás Muzzio. Falleció 38 días después, a sus 89 años de edad, el 26 de julio de 1927, generando tristeza y congoja en toda la ciudad.