Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

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La valiosa tarea de separar los residuos en origen

Si la labor se realiza correctamente permite que más del 40 % de los residuos urbanos puedan ser recuperados y reinsertados en el sistema productivo, reduciendo así el volumen total de desperdicios.

   La separación en origen es la separación domiciliaria y cotidiana de los residuos, para distinguir aquellos materiales reciclables de aquellos que no lo son.

   Una correcta separación permite que más del 40 % de los residuos urbanos que se generan puedan ser recuperados y reinsertados en el sistema productivo, reduciendo así el volumen total de desperdicios.

    En Argentina, la ley 25.916, vigente desde 2004, establece y reglamenta este aspecto tan importante del tratamiento de los excedentes urbanos y busca la eliminación de los basurales a cielo abierto, creando mejores condiciones medioambientales y recuperación de materiales reutilizables.

   Ideal es que la separación se realice en el lugar mismo donde se generaran los residuos: sea en el domicilio particular, oficinas, escuelas, hoteles, restaurantes, etc.

   Los tipos de material a separar depende de la gestión de los Residuos Sólidos Urbanos y de la opciones de reciclaje de cada municipio. Existe un consenso en el tipo y forma de separación que generalmente todos aplican.

   La separación en origen tiene que permitir que los materiales reutilizables o reciclables puedan ser clasificados fácilmente. Para ello, deben estar limpios y secos. Lo mejor es separarlos según el tipo y colocar en los centros de acopio correspondiente. Una vez evaluados los materiales, podrán ser procesados y reinsertados como materia prima para la industria.

   Los conglomerados urbanos que aplican esta norma toman en general dos grandes rubros: residuos orgánicos y residuos inorgánicos y reciclables. Los primeros, son pasibles de utilizar en la producción de biogás y los segundos permiten su reutilización para usos industriales. Entre los últimos se destacan los plásticos, el papel, metales, vidrios y maderas.

   Hay un nuevo rubro, los residuos tecnológicos, en creciente aumento por la incorporación de la tecnología digital de bajas corrientes, que han determinado un tratamiento especial, como son computadoras, pilas y otros artefactos electrónicos, complejos para su reciclado.

   Para que el ciclo tenga el valor adecuado, es necesario complementarlo con el procesamiento posterior de clasificación y reinserción en el proceso industrial, que ha generado fuentes importantes de trabajo, en muchas ciudades bajo la forma de cooperativas que trabajan en los lugares de deposición de los residuos.

   Bahía Blanca ha comenzado en 2016 a trabajar en un sistema integral que involucre todo lo relacionado con el tratamiento y disposición final de los residuos sólidos urbanos, abarcando desde un abordaje a la población para la separación en origen hasta el arbitraje de los medios para que dicha recuperación se transforme en valor agregado del producto resultante.

   Se procura  mejorar la recuperación y disposición de Residuos Sólidos Urbanos. Se instrumentó inicialmente en la localidad de General Cerri, donde funciona la Ecoplanta con una  capacidad de procesamiento de hasta 70 toneladas diarias de materiales.

   Se busca su posterior ampliación a otros barrios de la ciudad, lo que permitirá generar nuevos puestos de trabajo y reubicando recolectores informales, con una mejora significativa de su situación socio-económica y sus condiciones de trabajo.