Bahía Blanca | Sabado, 27 de abril

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¿Una sobretasa municipal para paliar los efectos del coronavirus?

Un economista bahiense y, a la vez, uno de los impulsores de esta iniciativa, asegura que algunas actividades están en condiciones de afrontarla.

Por Francisco Rinaldi/frinaldi@lanueva.com

 

   A no confundirse. La idea de establecer una sobretasa municipal para ayudar a los sectores de la economía local más afectados por el parate que impone la pandemia no es de trasnochados ni delirantes. Por extraño que parezca, nueve comunas argentinas ya la aplican, y, lo que es más raro aún, están gobernadas tanto por el oficialismo como por su principal fuerza opositora.

    Además, la idea fuerza de ayudas extraordinarias para evitar el ajuste del gasto del sector público tiene amplios apoyos, entre los que se cuentan organismos de tan diferentes orientaciones como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), una de las principales usinas de la heterodoxia económica, o el Fondo Monetario Internacional (FMI), de mayor afinidad con el ala ortodoxa de la profesión.

     Sin embargo, también tiene sus críticas igualmente fundadas, las que serán explicitadas en una próxima nota dentro de este mismo espacio.

       Pero para conocer, en este caso, un punto de vista favorable a esta iniciativa, entrevistamos al doctor en Ciencias Sociales de Flacso y doctor en Economía de la UNS, Francisco Cantamutto.

     --¿De qué se trata la iniciativa?

     --No proponemos una nueva tasa. Decimos que a la tasa ya existente se le puede anexar una sobrealícuota por un período corto. Se puede modificar la de Alumbrado, Barrido y Limpieza que se abona en los barrios cerrados, donde residen personas con elevado poder adquisitivo, o en la de Seguridad e Higiene, por ejemplo.

     “Tampoco queremos que los comercios o las pymes afectadas tengan que pagar esta alícuota extra, ya que somos conscientes de que algunos sectores no la están pasando bien”.

    --Entonces, ¿quiénes tendrían que pagarla?

   --Si bien es real que la mayor parte de la economía atraviesa una situación delicada, algunos sectores de la actividad local muestran recuperación, encontrándose además entre los que más crecieron en años previos. Tomando en cuenta la estructura productiva, entendemos que es posible evaluar la aplicación de una tasa extraordinaria a sectores como el Polo Petroquímico, la actividad portuaria de gran porte, las entidades financieras y bancos, la construcción privada de edificios, en especial, de vivienda de alta gama; las prestadoras de servicios públicos o la producción rural de escala media a grande.

     --El problema es que sobrecargar de impuestos a privados puede espantar inversiones, algo que no abunda en Bahía ni en Argentina.

     --No me parece un argumento válido en este caso. ¿Cree usted que el Polo Petroquímico se va a trasladar a otra ciudad porque acá le cobramos una sobrealícuota, con el enorme costo que eso implica?

     “Los bancos, que obtuvieron ganancias extraordinarias en los últimos años comprando bonos de la deuda pública en lugar de prestarle a la gente, pueden pagar. Nosotros apuntamos a esos sectores, no a los que están complicados por la pandemia”.

    --¿Pero no le parece que estamos sobrecargados de impuestos?

     --Eso es cierto en algunas actividades. Pero si se mira la presión tributaria total en la Argentina ésta no alcanza al 29 %. Economías de ingresos medios y altos como las incluidas en la OCDE muestran en cambio una presión total del 34,4 %. Incluso Brasil, una economía vecina, tiene una presión total del 33 %.

     “Además, los sectores de mayor poder adquisitivo poseen toda una ingeniería especializada en las formas de eludir y evadir impuestos, para lo cual contratan costosos estudios jurídicos y contables que les permitan hacerlo dentro de los márgenes que la ley le permite”.