"A diferencia de Argentina, los países que gestionaron mejor la pandemia han establecido reglas claras"
La docente e investigadora de la UNS, Valentina Viego, sostuvo que "a la larga, en una pandemia, la flexibilidad implica dudas y se pierdan vidas".
La docente y miembro del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales del Sur CONICET-UNS, Valentina Viego, señaló que "en los países que han gestionado mejor la pandemia, se han establecido reglas y tablas de antemano", al hacer un análisis del avance y desarrollo del coronavirus.
"La mayor diferencia con otros países no son las medidas en sí, si no el ritmo al cual se toman, para tener un poco más de claridad con respecto a qué actividades cerrarían. En nuestro país, esas medidas se tomaron con el problema encima y con dificultades para hacerlas cumplir. Eso distingue a Argentina de otros países más previsores", amplió.
La analista contó que Nueva Zelanda, Australia y Corea del Sur son, hasta el momento, los países que mejor gestionaron la pandemia y que en esos lugares "las restricciones fueron muy altas, la cuarentena fue muy estricta con mucho control de la frontera, y por eso fue más corta".
En diálogo con el periodista Maximiliano Allica, subrayó que "en esos países no tienen la misma estructura social que Argentina. Acá, un cierre muy estricto llevaría, a personas que no pueden trabajar o que lo hacen de forma independiente, a la ruina".
"Para eso hay que implementar un sistema de subsidios y transferencias para poder sostener", advirtió.
"Hay que tener en cuenta que, si se cumplen a rajatabla, las medidas son temporales y van a ser eficaces —continuó—. Argentina no se animó a ir a fondo en ese sentido. Una cuarentena estricta, más corta, es muy efectiva. Y con un control de la frontera absoluta. Los que vienen del exterior hacen cuarentena si o si, supervisada, en un hotel. Así se controló y no ingresaron nuevas variantes en otros países".
Asimismo, sostuvo que "Bahía Blanca empezó más lenta esta segunda ola respecto a otras partes del país".
"En Buenos Aires, que fue el termómetro, se produjo un pico empinado a principios de marzo. Acá tomó envió en abril y ahora estamos en una dinámica similar a la de CABA", afirmó.
Viego detalló además cómo es el sistema de "semáforo" que se utiliza en otros puntos del planeta para administrar las clases presenciales.
"En Alemania, por ejemplo, han establecido para la vuelta a las clases presenciales un 'semáforo', una especie de tabla que se adopta por localidades. Por eso se escuchan distintos mensajes, no es igual en todo el país", comenzó.
"El semáforo dice que si hay más de 100 casos en una semana, cada 100 mil habitantes, no hay clases presenciales y todo se pasa a la virtualidad. Ese es el rojo. Se toma para otras actividades también, como clubes, bares, restaurantes. Si tenemos entre 50 y 100, vamos a una bimodalidad, una semana si y otra no. Con menos de 50 podemos tener clases presenciales con aforo. Y con menos de 10 casos, lo que en Bahía equivaldría a tener alrededor de 30 casos en una semana, se podría ir a una presencialidad completa", detalló.
"Este sistema lo tienen de antemano, se tienen certezas y uno lo puede ir siguiendo. Es automático y se sabe qué actividades van a funcionar y qué no", afirmó.
En tal sentido, Viego declaró que "Argentina no tuvo un criterio para las escuelas; de hecho, el sistema de fases no es claro, es todo una negociación".
"A la larga, en una pandemia, la flexibilidad implica dudas y que se pierdan vidas. No solo por COVID, sino por otras enfermedades al no conseguir camas. Hay sectores que presionan y a la larga se paga. No hay mucho secreto", completó.