Bahía Blanca | Martes, 16 de abril

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Un “dato” y la condena para dos hermanos por ser delivery de drogas

Jesús Orlando y Luis Alberto Huenofil recibieron en un juicio abreviado una sanción de 4 años de prisión efectiva.

Fotos: Archivo LN.

   Una información que llegó a oídos de policías permitió poner en marcha una investigación y, finalmente, condenar a dos hermanos acusados de vender drogas en Carmen de Patagones y bajo la modalidad de delivery .

   Los resultados de vigilancias encubiertas realizadas durante 5 meses y el análisis de teléfonos celulares fueron determinantes para probar la responsabilidad de los procesados.

   En las últimas jornadas, y en el marco de un juicio abreviado, Jesús Orlando Huenofil (32) y su hermano Luis Alberto (33) fueron sentenciados a 4 años de prisión por el juez del Tribunal en lo Criminal Nº 1, Hugo Adrián De Rosa.

   Previamente, el fiscal y el defensor oficial, con la aceptación de los imputados, acordaron la pena y la calificación legal del caso.

   Para el magistrado quedó probado que los hermanos comercializaron estupefacientes, particularmente cocaína, en la localidad maragata, al menos entre el 23 de junio y el 23 de noviembre de 2019.

   Esta venta de drogas era llevada adelante en una vivienda ubicada en Liborio Bernal al 700, así como “mediante la modalidad de encuentros en lugares previamente acordados”.

   También se acreditó que efectivos de Drogas Ilícitas hallaron en poder de los imputados 7,9 gramos de sustancia (dividida en 14 envoltorios de nylon), la que fue incautada durante un allanamiento realizado en la propiedad donde tenían domicilio.

Por dos vías

   La causa se puso en marcha a partir de información recolectada por un efectivo de Drogas Ilícitas que cumple funciones en Carmen de Patagones.

   El policía declaró haber tomado conocimiento de que una persona (Jesús Huenofil) vendía estupefacientes al menudeo en una vivienda del barrio Villa Del Carmen y que también lo hacía bajo la modalidad de delivery, utilizando para ello dos vehículos que no eran de su propiedad (un Suzuki Fun y una camioneta Chevrolet Luv).

   A partir de esta situación, y con conocimiento de la fiscalía a cargo del doctor Mauricio Del Cero, se pusieron en marcha tareas investigativas que permitieron establecer “movimientos compatibles con la comercialización de estupefacientes, identificando de manera precisa a quiénes intervienen”.

   Mediante vigilancia encubierta se filmaron y registraron situaciones en las que diferentes personas concurrían a la casa y permanecían muy poco tiempo, además de advertir intercambios de objetos.

Comunicaciones

   Durante el allanamiento a la vivienda de Bernal al 700, además del secuestro de envoltorios con cocaína, los policías incautaron recortes de nylon, vajilla con restos de la sustancia y celulares.

   El análisis de uno de los teléfonos, perteneciente a Luis Huenofil, determinó la existencia de una importante cantidad de mensajes con charlas y comentarios “compatibles con el delito investigado”, según el fallo judicial.

   El juez también contempló la declaración de un sujeto que está siendo investigado, que indicó que “los hermanos Huenofil se dedican a la venta de cocaína”.

   Acerca de este testimonio, el magistrado sostuvo que “sus dichos se encuentran corroborados con los datos objetivos valorados precedentemente por lo que confirman su credibilidad y la misma no fue contrarrestada”.

   De Rosa encontró a los imputados como coautores de comercialización y tenencia de estupefacientes con fines de comercialización, en dosis fraccionadas para consumo.