Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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El Gobierno intervino en el conflicto de Sanidad y declaró la conciliación obligatoria

A partir de mañana se abren 15 días de negociaciones por el reclamo salarial. Los gremios adheridos a FATSA habían comenzado, el último viernes, huelgas de tres horas por turno y amenazaban con una protesta de 24 horas para esta semana.

Foto: Pablo Presti-La Nueva.

   El ministro de Trabajo, Claudio Moroni, intervino en el reclamo de lo trabajadores de la Sanidad, que el pasado jueves iniciaron un Plan de Lucha Nacional "hasta alcanzar una recomposición salarial".

   Moroni declaró la conciliación obligatoria desde las 16:30 del último viernes, lo que obliga a las partes a negociar durante 15 días, y citó a empresarios y sindicalistas a una primera audiencia para mañana, a las 11.

   De esta forma, la Federación de Trabajadores de la Sanidad (FATSA) debe levantar los paros de tres horas por turno que afectaban a las clínicas, sanatorios, hospitales privados, laboratorios y geriátricos, como parte de un plan de lucha en reclamo de un aumento salarial para 2021.

   Moroni estuvo hablando en las últimas horas con los directivos de las cámaras empresariales y los sindicalistas, y por eso dispuso la conciliación obligatoria como un marco de negociación.

   Los gremios agrupados en la Federación de Asociaciones de Trabajadores de la Sanidad (FATSA), entre ellos la Asociación de Trabajadores de la Sanidad (ATSA), de Bahía Blanca, habían comenzado el último jueves un plan de lucha con asambleas en los lugares de trabajo, en tanto el viernes la medida siguió con paros de tres horas por turnos, en reclamo de una recomposición salarial.

   Precisamente, el titular de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad (ATSA) Buenos Aires, Héctor Daer, había advertido que si para el fin de semana no obtenían una respuesta favorable, el martes próximo -por mañana- iban a concretar una huelga de 24 horas. 

   “Hay que encontrar salidas, no queremos ir a una medida de fuerza, pero ¿hasta cuándo vamos a esperar? –sostuvo el sindicalista–. Esto se da en un año donde las consecuencias sanitarias son complejas, con el personal cansado, abatido y encima que no le alcanza la plata para llegar a fin de mes”.

   “Hicimos el paro porque venimos con una paritaria sin resolver desde junio del año pasado. La realidad es que no podemos recomponer el salario y como respuesta nos dicen que no tienen un peso para pagar el aumento del costo de vida”, remarcó Daer.

   ATSA, filial Bahía Blanca, también adhirió a la medida de fuerza tras el fracaso en las negociaciones por un reajuste del 16% en los salarios de 2020. 

   “Nunca hemos trabajado tanto y cobrado tan poco”, expusieron en un comunicado.

   Cabe destacar que reclaman negociaciones para acordar la revisión de las escalas salariales correspondientes al 2020, teniendo en cuenta los Convenios Colectivos de Trabajo 122/75, 108/75, 103/75, 107/75 y 459/06, que comprenden a los trabajadores de clínicas, sanatorios, hospitales, instituto de diagnóstico, laboratorios de análisis clínicos, servicios de emergencias, institutos psiquiátricos e institutos geriátricos.

   "Consideramos que nuestro reclamo es justo y hasta ha sido difícil anunciarlo en este momento, pero la realidad es que tenemos la obligación de mostrar y visibilizar nuestra situación", aseguró Roxana Modarelli, integrante de la Asociación de Trabajadores de la Salud Argentina (ATSA), filial Bahía Blanca.

   "Llevamos muchos meses esperando una recomposición en los sueldos y venimos de pasar un 2020 muy complicado por la pandemia", aseguró.

 Roxana Modarelli (ATSA, filial Bahía Blanca).

 

   Para las cámaras del sector, es imposible otorgar cualquier aumento salarial por “el desmedido aumento de costos sufridos durante el 2020, potenciados con el advenimiento de la pandemia, sumado al retraso en los valores de las prestaciones por parte de todo el sector financiador”.

   Ambas partes mantuvieron un encuentro hace una semana en el Ministerio de Trabajo, pero no pudieron llegar a ningún acuerdo: los gremialistas reclamaron un aumento del 16% en una sola cuota a partir de abril, mientras que los empresarios plantearon nuevamente “la preocupante situación del sector prestador, seriamente afectado por la falta de recursos necesarios para afrontar futuros aumentos salariales correspondientes a la cláusula gatillo 2020 y a los incrementos de 2021″.

   Moroni y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, prometieron elevar los reclamos a Alberto Fernández, pero no se sabe si esa gestión se concretó o tendrá lugar en los próximos días.

   Precisamente, en la reunión realizada en el Ministerio de Trabajo, el sector empleador, agrupado en la Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS), le planteó a Moroni la necesidad de mantener un encuentro con Alberto Fernández para intentar destrabar la situación y sumar incluso a representantes de cada uno de los financiadores (como el PAMI, las obras sociales sindicales y provinciales y las empresas de medicina prepaga) a la mesa de discusión paritaria, con el fin de “visibilizar la situación de los prestadores y concretar las actualizaciones correspondientes de las prestaciones que, en muchos casos, están prácticamente congeladas desde el 2019″.

 El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, recibió en enero a la Federación Argentina de Prestadores de Salud (FAPS).

 

   “Esto tiene un origen, que fue en julio del año pasado. Nosotros renovamos paritarias en julio del año pasado y nos llevó una discusión hasta agosto, en pleno pico de la pandemia. No tuvimos la posibilidad de cerrar un acuerdo. Fuimos con una suma fija que arrancó en 4.000 mil pesos y terminó en diciembre con 7.000. Estuvimos conversando sobre este tema y hablando con los responsables del sistema de salud, y llegamos a este punto sin encontrar una respuesta”, puntualizó Héctor Daer.