Cómo interactúan las vacunas COVID-19 con las tradicionales del invierno
Las personas de riesgo deben darle prioridad a la dosis que permite disminuir el contagio de coronavirus.
Por Pablo Andrés Alvarez / [email protected]
Es evidente que durante la época más fría del año ocurre un incremento significativo de las infecciones del tracto respiratorio.
El motivo es el aumento de la circulación viral, donde diminutos microorganismos encuentran condiciones excepcionales para su persistencia en suspensión en el aire y la transmisión por esa vía o por contacto a la vía respiratoria de otras personas.
La circulación de virus respiratorios fue baja en el escenario del aislamiento, pero no puede descartarse que ante la liberación de las medidas aumente esta circulación, produciendo una carga mayor de enfermedad. En el año 2020 la mortalidad atribuible a neumonías aumentó significativamente por la pandemia, lo que lleva a extremar los cuidados para evitarlas.
En ese tren, surge un interrogante: ¿cómo interactúan las vacunas COVID-19 con las tradicionales de invierno?
Fernando Piumatti, jefe del servicio de Neumonología del Hospital Interzonal Penna, y Laura Spadaro, una de las infectólogas del Hospital Municipal, remarcaron una serie de recomendaciones acerca de la vacunación antigripal y antineumocócica en el contexto de COVID-19.
Ambos profesionales bahienses señalaron que es prioritario que las personas con enfermedades respiratorias reciban la vacunación contra COVID-19 sin descuidar las tradicionales de invierno.
“Si bien no existen hasta el momento reportes de reacciones adversas graves por la administración conjunta de las vacunas, se sugiere espaciarlas para vigilar los efectos adversos. Dicho distanciamiento tiene que ver con el mecanismo de aprobación de las vacunas que exige este tipo de monitoreo”, aclaró Piumatti.
El Ministerio, en la normativa que refiere a vacunación, decidió que entre la vacuna de gripe o neumonía, que se empiezan a aplicar en esta época del año, y la de COVID-19, tiene que haber un lapso de 30 días de diferencia.
“A mi criterio, es un plazo un tanto exagerado, porque ninguna de estas vacunas es a virus atenuado, que podrían tener interacción una con otra”, opinó Spadaro.
Tanto Piumatti como Spadaro coincidieron en que las personas de riesgo deben darle prioridad a la dosis que permite disminuir las posibilidades de contagio de coronavirus.
“El problema es que no se puede organizar un sistema, ya que no sabemos cómo va a continuar el programa contra el COVID al no haber una provisión óptima de vacunas. Mi recomendación es que, si no les asignan turno para abril, que se inyecten contra la gripe y la neumonía”, señaló el facultativo del Penna.
“Pueden suceder dos cosas: que deban optar por cuál se aplican primero, que en ese caso debe ser la de COVID-19 y esperar 30 días para aplicarse la otra; o bien, si el turno es asignado poco después de ponerse la de la gripe, pedir la postergación de la de COVID. En tanto, a las personas que no integran los grupos de riesgo, les sugiero que se apliquen las de la gripe o neumonía, porque hoy no son prioridad en las de COVID”, agregó Spadaro.
El año pasado fue muy particular, ya que no se produjeron tantas enfermedades respiratorias.
“Está claro que fue porque la gente estaba en aislamiento y los chicos no fueron a las escuelas. Este año será diferente y hay que estar preparados, porque se producirán muchos casos en forma simultánea, algunos contagiados de COVID y otros con las enfermedades comunes de la estación”, alertó Piumatti.
“Debemos estar atentos al sector de pediatría y en el Municipal estamos reforzando los protocolos en ese sentido. Pero no por el COVID, sino por la cantidad de casos de enfermedades respiratorias que se produzcan, como la bronquiolitis por ejemplo. Este año, a los casos de COVID de los mayores, se pueden juntar con las enfermedades habituales de los más chicos y los hospitales tienen que estar preparados para responder ante ambas situaciones, que seguramente serán simultáneas”, añadió Spadaro.
¿Una dosis alcanza?
Tanto Piumatti como Spadaro consideraron “razonable” aplicar una sola dosis de las vacunas contra el COVID, tal como analiza el gobierno ante la escasez de suministro.
“Va a ser una necesidad. Porque hay algo claro: no hay suficientes dosis para vacunar a la población en el corto tiempo, antes de que llegue el invierno. Todos los estudios son con dos dosis aplicadas, porque la única que es una sola es la de Johnson & Johnson y actualmente no se consigue. En promedio, el resto, ante la primera dosis, levantó una respuesta inmune del 45 y el 60%. Y con la segunda llega al 90%. Antes que nada, es aceptable”, explicó Piumatti.
“Va a depender de la vacuna que sea. No es lo mismo la Sputnik que las otras que ya se están aplicando en nuestro país. De por sí, cada vacuna tiene diferencias de efectividad. En ese tren, la Sputnik fue la que demostró mayor grado de eficacia y creo que es con la que se podría aplicar una sola dosis. Con las otras no creo que sea suficiente una sola aplicación”, opinó Spadaro.
Precisamente, con la Sputnik pasa algo particular, ya que que sus dosis tienen componentes diferentes.
“No es que la segunda dosis refuerza a la primera, sino que la complementa para mejorar su efectividad en la prevención”, dijo Piumatti.
Se viene la segunda ola
También los profesionales bahienses coincidieron en que es preocupante el exceso de confianza en la gente.
“Si se cree que lo peor ya pasó, estamos cometiendo un error grandísimo. Hay países de Europa que ya van por la tercera ola, pese a que están vacunando a mayor ritmo que los países de Sudamérica. El mensaje tiene que ser claro: hoy estamos en una meseta, pero esto se va a poner muy difícil en algún momento si no entendemos que los cuidados tienen que partir de nosotros mismos”, afirmó Piumatti.
“No me caben dudas que la segunda ola va a llegar. No puedo definir cuándo, pero somos un espejo de lo que sucede en Europa. El año pasado sucedió algo similar en cuanto al arribo del pico de contagios. Se esperaba para los meses de invierno y terminó sucediendo en octubre. Y se produjo cuando hubo un relajamiento de la población en cuanto a los cuidados y por eso, en este marco, debemos insistir en ello”, agregó Spadaro.