Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

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No hay indicios en Bahía sobre variantes del virus, pero se espera una nueva ola de contagios

Especialistas del Hospital Penna hablaron con La Nueva. sobre la situación epidemiológica de la ciudad y destacaron la importancia de la vacunación.

Fotos: Archivo La Nueva. y Canal Siete

   A más de un año de la llegada del coronavirus a la Argentina —el primer caso se confirmó el 3 de marzo de 2020—, Bahía Blanca se encuentra en una etapa de "amesetamiento, sin aumento de casos", aunque no se descarta la llegada de una nueva ola durante los meses de frío, tal como manifestaron profesionales del Hospital Penna.

   De hecho, preocupa la aparición de nuevas variantes del SARS-CoV-2, especialmente en Brasil, dada la cercanía con nuestro país.

   Desde el Hospital Penna le indicaron a La Nueva. que por el momento no hay indicios de nuevas variantes del virus en la ciudad, aunque es importante estar alerta y no descuidar las medidas de prevención de la enfermedad.

   Según investigadores entrevistados por BBC News Brasil, hay cuatro señales de advertencia particularmente importantes para monitorear nuevas variantes: aumento de hospitalizaciones, evidencia de reinfección, cambios en los síntomas y la gravedad de la enfermedad, y cambios en los grupos de edad más infectados.

   La médica infectóloga del Penna Laura Giordano señaló que en Bahía Blanca no se puede determinar si hay circulación de nuevas variantes del virus porque "no tenemos laboratorios de vigilancia que puedan verlas e identificarlas". Sin embargo, por el momento no se observa ningún indicio de que esto esté ocurriendo.

   Sostuvo que es muy difícil determinar si hay reinfecciones porque "por un lado, el diagnóstico [de coronavirus] se hace con un test de PCR que detecta fragmentos de ARN [material genético] en el epitelio respiratorio y eso puede persistir durante mucho tiempo, de hecho he visto personas con PCR positiva durante 6 meses; y por otro lado, los síntomas son comunes a otras infecciones virales como un resfrío, una gripe, por lo que es difícil definir el cuadro".

   En este punto, la infectóloga aclaró que si bien hay personas con PCR positiva por meses, el virus se replica en una persona —siendo posible el contagio— hasta entre el séptimo y el décimo día desde el inicio de síntomas. Por esta razón se dejó de hacer dos PCR a los pacientes contagiados para darles el alta médica, como ocurría al comienzo de la pandemia. 


Laura Giordano junto al titular de la Asociación Médica

   Con respecto a las hospitalizaciones, Giordano indicó que observan pocos casos por día aunque continúan las internaciones por coronavirus.

   —Tenemos gente mayor de 60 años que requiere internación por esta enfermedad, aunque en general no va a unidades de cuidados intensivos; y personas entre los 40 y 60 que se interna con cuadros gravísimos, ocupando camas de terapia. En Argentina la ocupación de terapia COVID supera el 50 % y eso me preocupa: proporcionalmente, es decir teniendo en cuenta la cantidad de gente infectada por día y las camas de terapia ocupadas, el número es muy alto. Hay menos casos [en comparación al año pasado] pero cuadros más graves, quizás tenga que ver con una nueva variante pero no podemos confirmarlo.

   En tanto, su colega Roxana Gadea, encargada de Epidemiología en el Penna, remarcó que "en Bahía y la zona no hemos tenido hasta el momento ningún cambio con respecto al virus, y nos encontramos desde mediados de febrero con el mismo nivel de consultas, de hisopados y muy bajo porcentaje de positividad diario, de entre el 10 y 15 %", aunque no descartó que haya una nueva ola de contagios por una variante exportada.

   En ese sentido, manifestó su preocupación por la variante brasileña dado que "mucha gente aprovechó para irse de vacaciones, por lo que hay gran probabilidad" de que llegue a la Argentina. De todas maneras, remarcó que "hoy estamos más concientizados de las medidas de prevención que debemos cumplir y se llevan a cabo protocolos en todos los sectores".


Roxana Gadea - Epidemiología del Penna

   Vale destacar que la aparición de variantes de un virus es "un mecanismo natural, parte de la supervivencia", tal como indicó Giordano.

   —En las bacterias pueden aparecen cambios que las vuelven más resistentes a los antibióticos o hacen que adquieran algunos mecanismos de toxicidad o algunas toxinas que otras variantes no tienen. Y los virus, que son organismos muy simples que en general solo tienen material genético (que puede ser ARN y ADN), se replican a una tasa muchísimo más alta que una bacteria. Y si hay una tasa de replicación muy alta, hay posibilidades de error en esa replicación. Esos errores son los que se llaman mutaciones. Muchos virus tienen mecanismos de control y desechan esas mutaciones, pero hay muchos virus que no, como el caso del VIH [ocasiona el sida].

   Giordano indicó que esos errores en la estructura del virus pueden determinar distintos comportamientos, como "una eficacia mayor a la hora de transmitirse, que es lo que está pasando con la nueva variante de Inglaterra", donde algunos científicos "aducen que tiene un 30 % más de mortalidad". La variante sudafricana, en tanto, "es aparentemente una de las causas de reinfecciones"; y una de las últimas variantes de Brasil "podría tener menor susceptibilidad a la vacuna, aunque los estudios coinciden en que si una persona vacunada se infecta, la gravedad de la infección es muchísimo menor [en comparación con quien no recibió dosis]".


Publicado en BBC en enero de 2021

   La infectóloga del Penna explicó que solo "bloqueando la circulación viral, desaparece la posibilidad de que aparezcan mutaciones". Y para ese bloqueo, el único camino es la vacunación mundial.

   —Hoy tenemos un gran problema con Brasil, un lugar donde no hay ninguna política sanitaria y donde hay poca vacunación, siendo el caldo de cultivo ideal para que haya gran circulación viral sostenida, con gran posibilidad de aparición de mutaciones. Es preocupante para toda Latinoamérica y América en general.

   Giordano consideró que, además de cerrar las fronteras para intentar evitar la llegada de una nueva variante al país, los organismos internacionales deberían "exigir que Brasil tome conductas más agresivas en relación a la circulación del virus, como una cuarentena bien restringida durante un tiempo, con vacunación y mayor testeo". En ese punto, remarcó lo hecho por Argentina, donde si bien "la cuarentena ha sido muy criticada, sirvió para que la curva se aplanara".

   Con respecto al desarrollo de la enfermedad, la especialista indicó que espera un comportamiento similar al virus de la gripe A; es decir, que permanezca el coronavirus pero con efectos menores, siempre y cuando continúen la vacunación y las medidas de cuidado —uso de barbijos, lavado de manos, distancia social—.

   Y consideró que, al igual que en la gripe A, puede llegar a ser factible la vacunación anual porque "la aparición de mutaciones lleva a modificar las vacunas". En ese sentido, remarcó la necesidad de sitios de vigilancia que sean capaces de identificar las variantes para que se vayan introduciendo los cambios necesarios en las vacunas y estas no pierdan su efectividad.

   Además, destacó la importancia de continuar con los cuidados, teniendo presente que haberse contagiado o estar vacunado no quita responsabilidades. 

   —Nos estamos vacunando pero, como dicen todos los expertos, la vacunación es una medida más. Que te vacunes o hayas tenido COVID, no significa que te tengas que relajar y dejar de usar elementos de protección. Las vacunas llevan a una respuesta inmunológica y a una respuesta adecuada en la mayoría de las personas, pero aún no se sabe si eso se traduce en la misma proporción de prevención de infecciones. En mi caso tengo las dos dosis de vacuna, pero no sé si teniendo contacto estrecho con alguien con COVID voy a tener una infección; seguro que no voy a tener una infección severa, pero todo lo demás se está estudiando. De todas formas, en el hospital hemos tenido muy buena experiencia de gente vacunada que ha tenido contacto estrecho con gente infectada y no se contagió.

   Por último, Giordano sostuvo que si bien estamos ante una situación epidemiológica buena en comparación con otros lugares que han sufrido rebrotes, "es importante persistir en los hábitos que habíamos modificado para prevenir la infección, como por ejemplo dejar de saludarse con un beso. No digo que la gente no se junte, pero hay cosas que se pueden evitar y que son importantes para seguir adelante, sin necesidad de retroceder en actividades ya habilitadas".