Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Bahía Blanca | Sabado, 20 de abril

Caso Almada: condena para una mujer por falso testimonio y encubrimiento

Se trata de una testigo que tuvo en su poder el celular del joven fallecido.

Fotos: Archivo LN.

   Una condena de dos años de prisión en suspenso por falso testimonio y encubrimiento recibió una mujer que tuvo en su poder el celular de Ángel Almada, quien en marzo de 2016 falleció tras caer de un puente peatonal de Ingeniero White.

   El fallo fue dictado por la jueza en lo Correccional N° 3, Susana González La Riva, y recayó en Cintia Noelia Serdeiro.

   Previamente el fiscal Rodolfo De Lucia y la defensa de la imputada habían acordado la sanción y calificación legal de los hechos.

   En este sentido, en la propuesta el representante del Ministerio Público pidió que sea contemplado como agravante el hecho de que los testimonios falsos fueron prestados en la investigación por la muerte de una persona, lo cual importa una mayor gravedad.

   Fuentes de la fiscalía comentaron que de acuerdo a la investigación realizada por el fiscal Marcelo Romero Jardín, el 5 de marzo de 2016, poco antes de la medianoche, Cerdeiro declaró en la seccional policial de Ingeniero White que esa madrugada, alrededor de las 4:40, estaba en un bar de calle Siches al 3.800 cuando ingresó un joven ofreciendo un teléfono celular a cambio de dos botellas de cerveza. Agregó que el muchacho llevaba consigo una mochila.

   La mujer, en su testimonio, agregó que ese mismo día, sobre las 22, observó una página periodística en la que se mencionaba la aparición de un bolso que llevaba el chico que había caído de un puente peatonal. Dijo que pudo reconocerlo al ver fotos en redes sociales y era quien le había vendido el celular, por lo que se presentó en la comisaría para entregarlo.

   Según la acusación, cuando la testigo volvió a declarar afirmó que "previo a entregarle el celular, Ángel, en persona, reseteó y saco el chip, el que se guardó en el bolsillo". Agregó que lo vio hablando con una chica y que el teléfono se lo dio a su hija, para luego reiterar que al tomar conocimiento de la caída de Almada desde el puente lo entregó a la policía.

   "Conforme surge de los informes expedidos por la empresa de telefonía celular Claro, se acredita la recepción de llamadas a la línea (perteneciente a Ángel) con posterioridad al instante en que, según la testigo antes referida, Almada retiró el chip; en concreto unas llamadas perdidas a las 18:26, 18:52 y 19:48, además de una actualización automática del correo electrónico (de la víctima), que fue sincronizada por última vez el día 5 de marzo a las 5.50 horas".

   También indicaron que profesionales de ALBA, sitio al que acudía la víctima, aseguraron que Ángel no tomaba cerveza y que no tenía lógica que cambiara su teléfono por dos botellas bebida, ya que, señalaron, ese aparato "era su objeto preciado".

   En el fallo, la Jueza la Riva afirmó que “de lo expuesto deviene claro por una parte que, los testimonios vertidos por la mujer antes citada, en el marco de una causa grave, que tuvo como centro el fallecimiento de un joven, resultaron falsos a la luz, de lo expuesto siendo imposible recibir llamadas o actualizar un correo electrónico cuando el chip ya fue retirado de un aparato de telefonía”.

   “Por otra parte, no resulta creíble que un sujeto trocara un teléfono celular, en el caso marca LG, por el simple hecho del valor de un celular, el que no se corresponde con el de dos botellas de cerveza, máxime teniendo en cuenta lo indicado por una de las profesionales psicólogas quienes dijeron que tenía mayor valor que para la media de los adolescentes. A lo que se aduna los testimonios de familiares y psicólogos que trataban a Ángel Almada, quienes indican que el nombrado no consumía cerveza, puesto que le agradaban otro tipo de bebidas”.

   “Por ello es que a las claras la testigo no solo faltó a la verdad en sus manifestaciones, sino que también receptó un teléfono celular pudiendo sospechar que el mismo provenía de un ilícito. Ello tanto por el contexto en donde lo receptó, esto es en un bar, en horario nocturno, como también teniendo en cuenta el supuesto precio que pagó por aquel”, agregó la magistrada.

   Finalmente refirió que “en tal sentido, y teniendo en cuenta que las manifestaciones falsas pudieron cambiar el rumbo de una investigación por la muerte de una persona, lo que indica una mayor extensión del daño, entiendo corresponde tener en cuenta los extremos indicados por la fiscalía como circunstancias agravantes”.

   Desde la fiscalía explicaron también que en la causa en la que se investiga la presunta desviación de los primeros tramos de la investigación están imputados además otro vecino de White y efectivos policiales, quienes llegarían a juicio durante el próximo año.