Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

El Polo y su incidencia en la economía local, regional y nacional

El complejo petroquímico bahiense se consolida y sigue creciendo, con una actividad comercial de alto impacto. 

El Polo Petroquímico de Ingeniero White es reconocido en todo el mundo.

   El Polo Petroquímico de Bahía Blanca, inicialmente denominado Complejo Petroquímico Bahía Blanca (CPBB), tiene un origen de necesidad de divisas avalado por los pensamientos económicos predominantes en la década del 50, post guerra, en los países periféricos, preocupados por la sustitución de importaciones. 

   El otro elemento decisorio es la ubicación estratégica de nuestra ciudad, con un Puerto de Aguas Profundas y un complejo separador de gases, materia prima y puerta para exportación, además de una red ferroviaria extensa e interconectada. 

   En octubre de 1971 se promulgó la ley de creación y un año después, el 18 de noviembre de 1972, el propio Lanusse llegó a nuestra ciudad para presidir la iniciación simbólica de las obras de Petroquímica Bahía Blanca.

   El otro Polo Petroquímico que se creó en ese momento se ubicó en Ensenada, territorio de YPF. Todos los proyectos eran programados y financiados por el estado, aunque el nuestro se puede decir que tuvo un intento anterior de iniciativa privada por parte de Dow Chemical, que no prosperó. 

   La rueda comenzó a rodar hace 40 años. Luego se incorporó Indupa, que ya producía Soda Cáustica en Cipolletti, y el polo comenzó a crecer. 

   Vuelta la democracia los capitales privados se interesaron en la actividad y en los 90 se privatizó el Polo Petroquímico Bahía Blanca, dando lugar luego a una profunda ampliación con la incorporación de Profertil y la nueva planta separadora de Compañía Mega. 

   De esta forma el complejo petroquímico local está consolidado, sigue creciendo y generando una actividad económica y comercial de alto impacto regional. 

En números

   --Plantas: Dow Argentina, TGS, Compañía Mega, Unipar y Profertil.

   --Producción: Etano (Compañía Mega y TGS aportan la materia prima básica, el etano, para las actividades de las otras plantas. Los otros componentes extraídos del gas, butano, propano y gasolina se vuelcan al mercado interno o exportación); Etileno (Dow Argentina produce el 90% del etileno nacional. Constituye el 11% de la producción total de petroquímicos del país); Polietileno (Dow Argentina es la única empresa productora en el país); PVC (Unipar produce la totalidad del PVC nacional) y Urea (Profertil produce casi la totalidad de la urea nacional, más de un millón doscientas mil toneladas año).

   --Empleos directos: 1.200.

   --Empleos indirectos: 2.500.

   --Empleos relacionados: 1.300.

   --Aporta 10% de las tasas municipales.

   --Representa el 50% de las exportaciones petroquímicas nacionales.

Lo que resta

   Si bien el Polo Petroquímico local ha puesto a Bahía Blanca en el mapa mundial, hay un aspecto que no se ha logrado superar. 

   Es el hecho de que sólo hay producción primaria y no se han logrado incorporar etapas de producción más complejas que permitan transformar la materia prima en producto terminado, agregando valor y generando nuevas fuentes de producción y de mano de obra. 

   Nuestra ciudad cuenta con un sólido parque industrial vecino al Polo Petroquímico, 3 universidades nacionales que aportan conocimiento y tecnología, puerto, aeropuerto, rutas y ferrocarriles. 

   Todos los elementos necesarios para agregar valor. Como en su momento un “Bahía Blanca de pie” luchó por el Polo, hoy debería recrearse para “Agreguemos valor a la producción primaria local”.

   El valor agregado se realiza en general en puntos cercanos al mercado, en este caso en su mayoría el AMBA. 

   Un caso particular, el silo Bolsa, tan visual en nuestra región, que utiliza como materia prima el polietileno, que se traslada por camión hasta Buenos Aires y desde allí en barco hasta Ushuaia, en donde está la fábrica, por esas rarezas impositivas a que nos acostumbra la Argentina, y desde allí, vuelve por transporte hasta la zona de producción agrícola.