Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Un jubilado bahiense gasta el 45 % de la mínima solamente para comer

Los aumentos de diciembre y el congelamiento de precios de alimentos arrojaron una mejora que se espera sea transitoria, ya que en noviembre se destinaba la mitad del haber inicial.

Francisco Rinaldi / frinaldi@lanueva.com

   Pese a los últimos aumentos, en lo que va de diciembre, un jubilado tuvo que destinar el 45 por ciento del haber mínimo a la adquisición de aquellos alimentos indispensables para mantener una nutrición adecuada a su edad, de acuerdo con las estimaciones realizadas por un grupo interdisciplinario de la UNS.

   Así, con una mínima de 29.061,63 pesos, un jubilado destinó casi la mitad de la misma a la compra de la Canasta Básica Alimentaria del Adulto Mayor (CBA AM), que fue valuada en 13.064 pesos por cada pasivo al mes 12.

   El mes pasado, sin los aumentos de haberes trimestrales (cuatro al año, de acuerdo con la ley 27.609 de movilidad), la relación entre el gasto alimentario y la mínima fue del 54%, es decir, hubo que destinar más de la mitad del haber inicial solamente para comer, ya que la estimación no incluye ni servicios ni medicamentos.

   “Hay que tener en cuenta que en diciembre estuvo el aumento que da la ley y hubo bajas puntuales por el congelamiento de algunos alimentos más disminuciones estacionales en frutas y verduras”.

   “De todas formas y aunque todos los primeros trimestres de cada año suelen ser tranquilos en términos de subas de precios, de enero a marzo de 2022 no van a haber subas jubilatorias, de manera que la mínima va a resentir poder de compra”, advirtió Emiliano Gutiérrez, licenciado en Economía de la UNS e integrante del grupo que juntó a economistas con nutricionistas.

  Acotó que el “descongelamiento” de precios previsto para enero ofrece malas perspectivas a los adultos mayores en términos de poder de compra.

  Gutiérrez explicó que “la fórmula de movilidad evoluciona en función del aumento de los salarios sujetos a aportes, es decir, el RIPTE, y de la recaudación de la Anses. Y el problema es que se ajustan haberes de acuerdo a variables que no toman en cuenta los consumos específicos de los jubilados”.

   Es que, a diferencia de la Canasta Básica Alimentaria que elabora el INDEC, la CBA AM tiene un fuerte peso de lácteos bajos en grasas (por ejemplo, quesos untables de bajas calorías o queso por salut), huevos y carnes, etcétera, bajando las proporciones de panes, azúcar, dulces y fiambres.

   Con relación a los bonos que la Anses pagará antes de Navidad, los mismos no se incluyen en la comparación porque no suben la base de cálculo del haber inicial.