Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

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Preocupante: la cifra de nuevas pymes se mantiene estancada desde hace una década

Entre 2008 y 2019, la cantidad de firmas del segmento más dinámico en  cuanto a demanda de empleo apenas creció a razón del 1 por ciento. 

Francisco Rinaldi/frinaldi@lanueva.com

    Al igual que los engranajes del motor de un auto, el nacimiento de nuevas empresas es una de las piezas clave para activar el círculo virtuoso inversión privada, empleo protegido y reducción de la pobreza. 

    Y a juzgar por las conclusiones de un informe del Instituto de Estudios para la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), el desafío es mayúsculo: en diez años, la cantidad de Mipymes (Micro, Pequeñas y Medianas Empresas) apenas aumentó un 1 por ciento, lo que equivale a decir que casi no se crearon nuevas firmas de este tipo entre 2009 y 2019. 

    Este estancamiento secular adquiere particular relevancia a la hora de la salud del mercado laboral de nuestro país, ya que dos de cada tres asalariados trabajan en Mipymes. 

    "Observamos con preocupación este letargo, que no puede explicarse por afuera de las recurrentes crisis macroeconómicas que vivió y vive en forma recurrente el país". 

    "Entre 2011 y 2017 hubo un fuerte achatamiento en la evolución de la cantidad de pymes, consecuencia del magro desempeño de la economía en general, con consumo,  exportaciones e inversión  débiles". 

    "Luego vinieron años de fuerte inestabilidad. De hecho, en los dos años de Cambiemos, hubo destrucción de pymes más que amesetamiento, a lo que se suma lo de 2020, que fue un golpe de nocaut para este segmento", explicó a La Nueva. el economista Marcos Cohen Arazi, autor del informe. 

    Las consecuencias de esta inestabilidad endémica surgen de los propios número del informe, que se nutre de los difundidos por la propia AFIP en su Boletín de seguridad social. 

    De esta forma, entre septiembre de 2017 y septiembre de 2020, la caída en el número de empleadores Mipymes fue de 7,3%. 

    Para tener idea de tamnaño desplome, vale mencionar que el porcentaje resulta, inclusive, sustancialmente mayor al exhibido durante el ciclo recesivo que inició en  1998 y finalizó en  2002 con la peor crisis económica de nuestra historia. 

     Llamativamente, durante esa etapa, cayó un 4,9% el total de empleadores. 

     Volviendo al pasado más reciente, tomando en cuenta las últimas cifras disponibles, en 2020 existían en nuestro país 21.000 empresas Mipymes menos que hace un año (empleadores), cifra que se ubica a en niveles como los experimentados 12 años atrás. 

    De acuerdo con Cohen Arazi, la causa de esta reciente destrucción de empresas Mipymes descansa en los dos años de dura recesión vividos en la gestión de Mauricio Macri, más la actual crisis con el que la economía nacional cerró un 2020 para el olvido.
 

    El empleo

     La desaparición de pymes genera obvios efectos nocivos sobre el empleo protegido. 

    Según Cohen Arazi, el empleo Mipyme se redujo 4,2% interanual en septiembre, con el peor registro evidenciado en mayo, cuando el empleo cayó 5,9% interanual.

     La dinámica histórica es similar a la planteada en las estadísticas de cantidad de empleadores. 

     "Se manifestó un periodo de estancamiento marcado en 2011-2017 y luego 3 años de declive, para acumular una merma de 7,4% respecto de 2017.

     En el último año, con las cifras disponibles que corresponden a septiembre, se manifiesta una disminución de 140.000 empleados formales en el segmento Mipyme, además que una porción significativa de los puestos que se han preservado ha recibido asistencia para poder ser sostenidos.

     "La preocupación mayor ahora se ubica en las posibilidades de recuperación, a corto y mediano plazo", escribe el autor del estudio.

     "Existen sectores aún paralizados, como ocurre con la industria turística y actividades relacionadas, y la mayor parte de los segmentos pyme con reducción de ingresos, pues atienden a mercados de consumo fuertemente afectados por la pérdida de ingresos de la población", alertó.

     Destacó que en un relevamiento de expectativas realizado desde el Instituto se concluyó que la caída de ingresos debido a la pandemia no se ubicó en los primeros lugares de los obstáculos más severos para las pymes argentinas. 

     En su lugar, fueron identificados como obstáculos de mayor importancia la presión tributaria, la incertidumbre macroeconómica, el costo laboral, la volatilidad del tipo de cambio y la inflación, es decir, elementos "extra pandemia". 

     Así, pasada la pandemia (y aún no pasó), "todavía queda una importante mochila que cargar para lograr una economía que crezca de forma sostenida y con un universo pyme en expansión".

     Mirando más allá 

     Para alivianar la carga, habrá que desandar el largo derrotero de inestabilidad económica tan característica de nuestro país.

     Pero para Cohen Arazi, agregó, estos recurrentes problemas económicos que explican nuestra mediocre performance de las últimas décadas son apenas la manifestación de un problema mucho más profundo, como lo es la presencia de marcos institucionales poco claros y cambiantes,  correlato de la falta de consensos básicos entre las fuerzas políticas y mezquindades varias entre otros. 

     "Se ven acciones por parte de las diferentes administraciones para con el sector pyme, las que se traducen en créditos de fomento, apoyo para capacitación, etcétera". 

     "El tema es que cuando los gobiernos o los funcionarios cambian, caen en un saco roto y después no se continúan en el tiempo, porque es muy difícil construir consensos en nuestro país". 

      "Por este motivo, si Argentina tuviese un mejor marco institucional, los efectos de esas políticas se potenciarían notablemente, a diferencia de lo que pasa ahora", explicó el economista del Ieral.

     Acotó que si bien serían necesarias modificaciones regulatorias en cuestiones tributarias, del comercio exterior, etcétera, las mismas, por si solas, no aseguran una reversión en la caída en la cifra de Mipymes y,  por ende, del empleo. 

     "Hay reformas necesarias, pero de nada sirven si no hay consensos mínimos, porque si se inician hoy y mañana viene otro y las cambia, entonces, todo va a seguir igual", reflexionó.

     Pese a ello, no todo está perdido. 

     "En medio de la pandemia, es muy interesante lo que ocurrió con el sector turismo, donde se alcanzaron acuerdos básicos dentro de la política, lo que permitió sostener al sector en medio de una crisis durísima". 

     "Pero, al mismo tiempo, uno ve que las cosas se demoran demasiado. Por ejemplo, el programa Exporta Fácil, que facilita la inserción externa de las pymes, en Colombia se emplea desde hace diez años", advirtió. 

     Señaló que "tenemos materia prima, geografía, agricultura y un importante stock de capital humano. Por si fuera poco, también hay grandes emprendedores que se destacan a nivel internacional. Falta allanar el camino. Y sostenerlo en el tiempo", dijo, para finalizar.