Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Historias de bahienses que sufren la falta de agua

Gastón y Daniel. Daniel y Gastón. Dos de los innumerables vecinos que desde hace varios días están sin un servicio esencial. Sí, en plena pandemia. Indignación e impotencia ante una situación que día a día se agrava.

Foto: Emmanuel Briane- La Nueva.

   Desesperación. Bronca. Impotencia.

   Como es habitual, desde hace varios años, cada verano es un suplicio para el vecino bahiense por la falta de servicios esenciales.

   El 2021, con una pandemia de por medio, no es la excepción. Los cortes de suministro de agua que vienen dándose en diversos barrios de la ciudad aumentan con el correr del tiempo. Y la gente comienza a decir "basta".

   La Nueva. dialogó con dos de los tantos vecinos que hoy no cuentan con agua. Uno lleva más de una semana. Y el otro más de un mes. Preocupante.

Faltó agua en un centro de salud y el Municipio pidió a ABSA que garantice el servicio

   Gastón, vecino del barrio Universitario, no tiene agua desde hace más de una semana.

   “En casa se vació el tanque la semana pasada y ya con la presión que hay no se volvió a llenar. Empieza a haber un hilito de agua sobre las 5 y hasta las 8 o 9 de la mañana y después ya no hay agua en todo el día”, abrió su relato.

   El hombre contó que vive en el barrio "hace un año y medio, pero ya viví acá y siempre tuvimos el mismo problema. De hecho, antes vivía en Uruguay al 300 y ni me cargaba el lavarropas. Con todas las obras y edificios nuevos el problema se acentuó bastante”.

   “Vivir con niños o adultos mayores es preocupante, porque ni siquiera te podés lavar las manos en medio de una pandemia o cocinar e higienizar los elementos. Nos estamos yendo a bañar a un lugar distinto cada día. Te cambia la dinámica familiar, porque llego de entrenar y tengo que ver dónde me baño y además es una complicación importante para la vida cotidiana", comentó.

   Gastón no participó de ninguna marcha, aunque tiene fundada su opinión al respecto: "Más que los reclamos que ya han hecho los vecinos no se puede hacer, porque no hay otro prestador y lo que hay acá es un problema de infraestructura que no podrán resolver en el corto plazo”.

   "Esto es por un problema de desinversión y falta de planificación. Las obras de infraestructura que tienen que acompañar al crecimiento de la ciudad no se hicieron", sostuvo.

   Para el residente de calle Ayacucho al 1.300 "la culpa la tiene la dirigencia, porque no hay planificación y los gobiernos solo toman medidas a corto plazo. Solo atienden lo urgente y nadie se puso a pensar en la Bahía que se venía y en los problemas que se iban a dar. Ahora nos encuentra que casi ningún sector de la ciudad tiene agua. Esto se soluciona con grandes obras, como las cisternas o el cambio de cañerías, que se tendría que haber hecho varios años atrás".

   Por su parte, Daniel, no tiene agua desde el 23 de diciembre pasado. Vive en calle Panamá al 1.100. También en el barrio Universitario.

   "Algunos días cargaba el tanque del techo a la noche, pero después ya no cargó más. Tengo una cisterna en el patio, al nivel del piso, y no alcanza a cargar a ninguna hora del día. Antes había cortes pero a la noche siempre cargaba el tanque, este año ya fue el extremo", relató.

   "Tengo dos nenas y se nos complica muchísimo para bañarnos, lavar la ropa, los platos. Es una situación muy difícil", agregó.

   Cansado de esta situación, Daniel participó de la marcha realizada ayer en el Teatro Municipal.

   "Hice todo tipo de reclamo a la Autoridad del Agua y a ABSA, aunque estos últimos nunca me respondieron o dieron una solución, diferente a la Autoridad del Agua que se ha comunicado conmigo. De hecho me pidieron algunas cosas, pero la aplicación de ABSA está caída hace algunos días", contó.

   Para él, "hubo una desidia muy grande en los últimos 30 a 40 años".

   "Estoy en el barrio desde hace 15 años, siempre había disminución de agua en el verano, aunque esto se fue acrecentando. Hay muchas construcciones nuevas, nunca se arreglaron las pérdidas y la única forma de hacer que no pierda fue restringir una válvula que motivó que nos quedáramos todos sin agua. A ABSA no le interesa nada, aunque los camiones que reparten agua son muy amables y dispuestos a ayudar", sostuvo.

   Al mismo tiempo, dijo que "la culpa es compartida, entre el Municipio, la Provincia, la Nación y el ciudadano, porque la gente no reclama y más si no le toca. El Municipio no ha hecho obras locales y la Provincia nos tiene marginados".

   "¿Cómo se soluciona esto? Reutilizando los afluentes locales, invirtiendo en las plantas del Polo, reparando y reemplazando las cañerías viejas que hay en la ciudad y son la mayoría, aprovechando el agua del Napostá que se desperdicia y el agua de las surgentes. Todos tienen que aportar su granito, aunque no creo que traer agua del Río Colorado sea ideal, porque es una inversión muy cara y a largo plazo que no creo que tenga los réditos necesarios", cerró.

   Dos voces. Una misma opinión.

   Desidia y falta de planificación. Casi nadie se salva.

   Lo que está claro es que nunca se priorizó la salud de los bahienses, porque no tener agua con temperaturas superiores a los 38 grados es descuidar a sus ciudadanos. Y justo en medio de una pandemia.