Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Juan Carlos Marambio Catán, el bohemio trotamundos del tango

Nacido en Bahía, tuvo un amplio recorrido por el mundo como cantante e integrando diferentes compañías artísticas.

José Valle (*) / Espacial para “La Nueva.”

   Marambio Catán nació en Bahía Blanca el martes 30 de julio de 1895, fueron sus padres Octaviano y Benedicta Núñez, quien falleció en 1899 cuando el pequeño Juan Carlos tenía apenas cuatro años. Su crianza fue entonces encomendada al cuidado del hermano de su padre, el Coronel David Marambio Catán, quien vivía en la en calle Solís 715 del Barrio de San Telmo, en esa época edecán del entonces presidente de la Nación, General Julio Argentino Roca.

   Ingresó como cadete en la Escuela Naval Militar de Río Santiago pero la dejó en 1913; lo entusiasmaba lo artístico: cantar, actuar y escribir. 

   Se fue al Paraguay a trabajar con el cantor Fernando Nunziata, al poco tiempo regresó a nuestro país y armó un dúo con el “Víbora” Saúl Salinas con el que trabajó algunos meses. 

   Corría el año 1915, Marambio Catán se hacía llamar Carlos Núñez (el apellido de la madre) y de ahí que este conjunto se promocionara primero como Salinas-Núñez, cambiado luego por Salinas-Catán, al parecer por sugerencia del payador Gabino Ezeiza.

   Luego se mudó a Mendoza trabajando un tiempo como maestro de escuela.

   Retomó el camino artístico formando el dúo “Marambrun” con Carlos Montbrun Ocampo que no tuvo éxito y se disolvió rápidamente.

   En 1922 debutó en teatro reemplazando a Florindo Ferrario “el recordado actor, que también era cantante, estrenó el tango Patotero sentimental cuando lo cantó en la obra El bailarín del Cabaret en 1922” en la compañía de José Podestá. 

   También actuó en las compañías de revistas de Ivo Pelay y de Manuel Romero. Formó un dúo con Alfredo Pelaia y en 1923 hizo su primera grabación. Al año siguiente estrenó el tango “Bizcochito”, de Enrique Santos Discépolo y lo registró en el disco.

   El 26 de mayo de 1924 grabó para la compañía Víctor acompañado por la orquesta de su coterráneo, el bandoneonista, compositor y director Augusto Berto, los tangos “Perjura” y “Tengo celos”, (disco Nº 77.387).

   Marambio Catán recorrió todo el territorio nacional cantando tangos y canciones criollas e hizo extensas giras que lo llevaron a Chile, Bolivia, Perú y Colombia. En este país estrenó “Príncipe”, el primer tango de Francisco García Jiménez .

   Formó dúo con la mítica Sofía “La  Negra” Bozán, dando a conocer la zamba “Los ojazos de mi negra”.

   Constituyó el trío denominado “Trío Buenos Aires”, en París. Integró los elencos teatrales del Teatro Smart entre los años 1928 y 1929.  En 1931 estuvo en la orquesta de Julio De Caro en su gira por Italia y Francia, haciendo dueto vocal con Luis Díaz. Grabó con la orquesta de Juan Cruz Mateo.

   Realizó giras por Grecia, Egipto, Italia, España, Alemania, Yugoslavia y Egipto. 

   Conoció a Carlos Gardel en 1915 en Salto (norte de la provincia de Buenos Aires) en el hotel France, conjuntamente a José Razzano y Francisco Martino (guitarrista, cantor, compositor y bailarín), se hicieron bastante amigos con el Zorzal, compartiendo veladas en Buenos Aires y se reencontraron en Francia. 

   En su libro de memorias titulado “60 años de tango”, con prólogo de Raúl González Tuñón, Marambio Catán relata la siguiente anécdota: “Habíamos concurrido a un cabaret en Niza, Gardel, Barbieri y yo. En ese lugar de diversión había una tucumana hermosa muy solicitada. Sentados a la orilla de la pista veíamos pasar a la tucumana con su elegante pareja en un tango tipo francés. A Barbieri se le da por decir: ‘Mirá la tucumana, parece que lo está enamorando al gringo ese’. (El hombre era un tipo elegante, alto, rubio, sajón clavado).

   Gardel en cierto momento que no enfrentaba la pareja, le dice disimuladamente a la dama: ‘Largá ese otario y veníte a la mesa’. Siguió la vuelta y al volver a enfrentarnos se para el caballero y le dice muy serio: ‘No tanto otario, pibe, soy de Esmeralda y Corrientes’. Casi nos caímos, pero fue motivo de seguir juntos con el ‘gringo’ toda la noche. ¡Era un rosarino que tiraba más que nosotros!”.

   En 1930, a pedido de la hermana de Ángel Villoldo, hizo una letra para el tango “El choclo”. Pero en 1947 Libertad Lamarque quiso incluirlo en la película mexicana “Gran Casino” y consideró que el texto no era adecuado para que lo cantara una mujer, así que le solicitó a Enrique Santos Discépolo que escribiera otra letra y se firmó un convenio en el cual, a raíz de la participación de ambos autores, las regalías se repartirían por mitades.

   Cuenta Marambio Catán en su libro que en 1931, después de terminar sus actuaciones en El Cairo durante una gira que había abarcado varios países, embarcó en Alejandría rumbo a Génova y de allí en tren a Milán. En esta ciudad se encontró con Pettorossi y fueron a festejar al cabaré Excelsior donde, mientras recordaban cosas de su país, el músico le tarareó una melodía que se le había ocurrido en esos días. 

   Acordaron que a ella le pusiera letra Marambio Catán y éste, observando que las mujeres que atendían al público en el lugar les prestaban poca o ninguna atención –hecho que atribuyó a que estaban viejos o, por lo menos, avejentados- comenzó a desarrollar el cuadro de lo que esa noche estaba viendo en el local. 

   Cuando quisieron publicar la obra, ésta fue rechazada por la censura del gobierno que encabezaba el dictador Benito Mussolini porque entendían que la canción era de ideología anarquista, pero mediante gestiones que hizo un sacerdote amigo de Pettorosi consiguieron la aprobación a condición de que el título llevara la aclaración “Tango Argentino” porque –decían- lo que narraba la letra no ocurría en Italia. 

   Fue traducida al italiano, estrenada con éxito en la voz del tenor Gino Franzi y posteriormente traducida al francés.

   El laboratorio Suarry, nombre surgido a partir de los apellidos de sus fundadores -el bioquímico y farmacéutico Francisco Suárez Zabala y al perfumista francés Blas Dubarry- le solicitó a Marambio Catan que escriba un jingle tanguero para publicitar su producto “Geniol” (analgésico y antifebril). El bahiense, con música de Rodolfo Sciammarella, escribió:

 “Venga del aire o del sol,
del vino o de la cerveza,
cualquier dolor de cabeza
se quita con un Geniol”.

 

   La publicidad se emitía en el Programa “La Hora Geniol”, de L.R. 5 Radio  Excelsior, de 20 a 21, en la década de 1930 y principios de la década de 1940.
En 1942 trabajó con Luis Arata en una temporada de la recordada obra teatral  “Un tal Servando Gómez”.

   Marambio Catán falleció en Mendoza el 15 de febrero de 1973.

* El autor es historiador de tango, escritor y productor cultural.