Bahía Blanca | Miércoles, 10 de septiembre

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Los talleres de Midget no pudieron relajarse demasiado ante la incesante demanda

La pandemia del coronavirus estuvo lejos de atentar contra la industria de la popular categoría. Si no, baste repasar la situación vivida por cada chasista.

Fotos: Emmanuel Briane- La Nueva.

Por Tomás Arribas[email protected]
(Nota publicada en la edición impresa)

   Esto del Midget ya no sorprende. La cuantiosa renovación mecánica en curso proyectando la reanudación competitiva, ratifica una vez más que no existe obstáculo que detenga la fiebre del derrape. 

   El prolongado silencio de motores no atentó, sino que aceleró los planes de muchos. O bien creó el escenario propicio para su elaboración y concreción. 

   Es decir que el circo midgístico parece haber transitado el camino de la pandemia por el mismo sendero que el automovilismo zonal, que, como se apuntaló en páginas pasadas, sacó provecho de la inactividad.

   Los trabajos en los talleres no cesaron.

   Por el contrario, la demanda de vehículos o elementos mecánicos aumentó. Y eso, con seguridad, se explica a partir del dinero ahorrado en los más de seis meses sin rodaje.

   En buena hora por aquellos preparadores que apuestan a la "industria" del Midget, y escencialmente por la categoría, cuyo índice de competitividad y atractivo aumentará notablemente ante los movimientos del parque. 

   La atractiva jornada de pruebas de hace exactamente una semana nos permitió constatar lo apuntado y profundizar al respecto, con el testimonio de los reconocidos chasistas de la actualidad.

"Tuve más demanda"

   La permanente actualización en la fisonomía de los autos, conforme a la alta exigencia de la categoría y los éxitos deportivos de los últimos años, postulan la marca FR como una gran opción de mercado.

   "A lo que ya teníamos, los autos de Fernando Caputo y de Joaquín Molina, que ahora manejará Carlos Puccinelli, estamos en construcción de autos para para Sebastián Burgos, que vuelve al equipo, y Daniel Frit (NdR: retorna al Midget). También hicimos uno nuevo para Mauro Acuña, con el que hubo un problema, pero seguramente se resolverá", detalló Rodríguez, sin contemplar los trabajos en las muchas unidades de su autoría dispersas por el parque. 

   "También trabajaremos con Joaquín Andrade, quien formará parte del taller pero con su propio auto, a diferencia de los demás que se alquilan. Pero le vamos a dar una mano obviamente. Y falta definir la situación de Marcelo De Dios. La idea es no pasar de 4 o 5 autos", agregó. 

   El anhelo de FR es reflotar el funcionamiento del taller bajo un formato de equipo elite, como en la temporada 2011/12 logrando la obtención de título con Sebastián Burgos, quien casualmente regresa a las huestes de su amigo.

  "Después de trabajar en exclusividad con Gustavo Zennaro un año,  decidí tratar de pelear por el "1" con Feti (Caputo), por un gusto propio de hacerlo con él. Pero ya desde el torneo pasado pretendo que todo funcione a modo equipo, como tan bien funcionó en 2011/ 2012 con Diego (Andrade), Seba (Burgos), Matías (Yungblut) y Gonzalo (Prozorovich)", cerró.

"Proyecto cumplido"

   El sonriente rostro del chasista y piloto Fernando Saldamando el pasado domingo daba muestras de satisfacción y conformismo con lo hecho en pista y los nuevos trabajos.

   Cuenta el tricampeón que, si bien no hubo incremento de máquinas, se produjo una importante renovación entre cambios de pilotos y de chasis.  

   "En cantidad de autos estoy igual, pero con algunos movimientos dentro del equipo. Se fueron algunos y llegaron otros. La diferencia es que se renovó el parque con 7/8 chasis americanos listos para largar, cuando el año pasado solo estaba el mío", argumenta Saldamando. 

   "Con atención completa en el taller tenemos los autos de Leo Collino (regresaría en el Estival 2020/21), Esteban Ponce y Gastón Soto, quien compró mi anterior auto. También se atenderá a Luciano Benedetti, Gastón Pérez, Axel Garabán, Matías Oyola,

   Esteban Mancini (se suma al proyecto para conducir una avispa), Pablo Limbozzi, Guillermo y Nahuel Smith, Daniel Ovejero y Leandro Campos, aunque ellos harán mantenimiento en sus talleres", agregó. 

   La principal motivación de Fernando radica en la continuidad del proyecto iniciado hace poco más de un año.

   "La mayoría de los contruidos fueron avispas. Es más, hubo pilotos del taller que quisieron cambiar el  chasis convencional por lo que estoy usando, pero decidimos que no. Las nuevas avispas  presentan modificaciones en la suspensión trasera, que el domingo comprobé que funcionan. El proyecto que inicié en 2019 se cumplió totalmente", cerró Fer, quien además admitió analizar la apertura de un lubricentro para paliar la crisis del coronavirus.

"Surgió la oportunidad"

   Si bien no funciona como escudería propiamente dicha, el taller de la familia Altamirano también tuvo la oportunidad de ampliar las fronteras durante la pandemia. 

   Ansioso por recobrar el protagonismo puntero exhibido alguna vez, Carlos Fornerón contactó a Kevin y solicitó su servicio.  

   "Seguimos trabajando de la misma forma que siempre con nuestros autos. La única diferencia es que se sumó Carlos Fornerón, que tendrá nuestra atención en pista con un auto totalmente nuevo. Después se seguirán haciendo las mismas tareas en cada auto por igual, junto a Federico Arcusin que nos da una mano en amortiguación", nos cuenta Kevin.

   Ya lo dijo papá Daniel en ediciones impresas pasadas, abrir las puertas del taller a la demanda ajena es riesgoso desde muchos puntos de vista.

   “Se puede, pero es difícil estando uno en competencia. No podría estar corriendo y atendiendo más de tres autos a la vez; para eso estará mi viejo. Aunque hay tratativas con dos pilotos para construir dos chasis más, pero todavía no definimos”, afirmó Kevin.

   "Lo hemos hecho en varias ocasiones, pero es complicado. Surgió la oportunidad, Carlitos se mostró muy motivado y lo encaramos. La pandemia vino bárbaro, porque al tener el taller cerrado nos abocamos de lleno en el auto nuevo de Carlitos. Además de poder trabajar con tiempo en nuestras unidades. Aunque, siempre digo, el Midget es un hobby que hacemos después de hora”, cerró.

“Se renovó un poco”

   La efectiva reinvención del ex campeón Matías Salaberry en su rol como chasista no pasó por alto. 

   El veloz andar del nuevo desarrollo mecánico conducido por Rodrigo Perugini, quien se alejó del taller para encarar un proyecto propio, refrescó los aires de su taller. 

   “Reformamos un chasis íntegro para Joaquín Toledo y contruimos autos para Diego Anastasio y Javier Rey; este último lo terminamos con lo justo para el domingo de pruebas, y por suerte pudo girar varias vueltas. Además acordamos trabajar con Beto (Roberto) Calahorra para que corra el auto que usaba Rodrigo (Perugini), al que ya pudo conocer y probar”, nos cuenta Matías. 

   “Todavía no definimos la metodología de trabajo con Toledo, Anastasio y Rey en el día a día durante el campeonato, aunque por supuesto les daré una mano para lo que necesiten. A diferencia del Beto, que alquilará el auto y se atenderá completamente acá en el taller con su grupo de mecánicos y la atención de Sergio Torres. Ojalá se den los resultados y pueda pelear bien adelante. Será importante que haya varios autos del taller en pista, para así sacar más cosas en limpio”, agregó. 

   Sin meditarlo demasiado, Salaberry encaró un proyecto que terminó dando muy buenos resultados: victoria estival, clasificación al playoff y 4° puesto en el campeonato. A partir de allí se abrieron puertas y su estatus ganó consideración popular.

   “Estuve un poco alejado del Midget, pero surgió la posibilidad de armarle un auto a Rodrigo y por suerte se dieron muy buenos resultados en el verano. Eso hizo que algunos pilotos se interesen y vinieron a golpear la puerta. Tampoco tengo una súper estructura para bancar muchos autos",  cerró.

“Se laburó mucho”

   Con la modestia que lo caracteriza, pero con sus autos siempre entremezclados en la conversación, Adrián Tomasetti (Valdi) continúa apostando al desarrollo .

   “Hemos laburado mucho, aprovechando que con la pandemia no se pudo salir y que tengo el taller en casa. Construí un completamente nuevo para Juan Lucas De Acharán, con unas reformas de acuerdo a lo que venía usando, y finalmente otro, a último momento, para Nicolás Caputo. Por suerte pudimos llegar con ambos armados a las pruebas y sacar buenos parámetros”, contó el Ruso. 

   “Nico, acostumbrado al viejo auto, no estuvo muy cómodo en sus primeras vueltas, que encima le tocaron con mucho piso y antes de Lucas; por lo que mucho no pudo ver sobre cómo llevarlo. Pero con el correr de la tarde giró más tranquilo y se fue acomodando”, agregó sobre las pruebas del domingo.

   Al igual que los Altamirano y Salaberry, Valdi, quien supo aspirar a grandes cosas junto a Marcelo Weimann, además de clasificar a un playoff junto a De Acharán, debe limitar sus trabajos a sus capacidades.

   “Trato de no acaparar más de lo que no puedo, porque no me dedico a ésto. Quiero encarar un buen campeonato con Lucas y Nicolás, y trabajando con Tito Purretta en los motores y Ariel Berdini en amortiguadores. Falta muy poco para terminar de pulir estos autos. Cuando se logre, creo que estaremos bien perfilados para volver a estar en playoffs con Lucas”, destacó.

"Se armó un lindo grupo"

   Aprendiz de Saldamando y Darío Roth, Julián “Beco” Suárez decidió lanzarse por las suyas la temporada pasada y empezar a construir su propio camino. 

   Tras un primer ciclo auspicioso (trabajó con Leonel Ramos, integrante del playoff), llegó el momento de gestar la propia marca.

   “La idea es encarar el trabajo de forma más organizada y tranquila, para poder abarcar todo y así evitar complicaciones. Trabajaremos con un máximo de 6 autos: Sebastián Pérez, Hernán Molini, Fernando Bonivardo, Federico López, Martín Becchio y Antonio Di Giglio. Más que eso no podría, porque no se le dedicaría el tiempo necesario a cada auto”, confesó. 

   “A partir de la demanda de trabajo del último tiempo, no me quedó otra que ponerme a fabricar un auto y tratar de hacer un desarrollo propio. Siempre metí mano en autos construidos por otra gente, pero ahora creo que lo mejor será encararlo así. Lo nuevo no tendrá nada raro ni mucha ciencia, será más o menos de acuerdo a la lógica del último tiempo”, agregó el medanense. 

   Al margen de los resultados, que tratándose del nacimiento de un proyecto puede que se hagan desear al comienzo, Suárez resalta el verdadero valor de su novel estructura. 

   “Se armó un lindo grupo. El hecho que nos llevemos bien entre todos es muy importante para que el trabajo salga bien. Después podrán aparecer los resultados o no, pero eso es fundamental”,  resaltó.