Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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Carlos Gardel: 85 años no son nada

Se cumple hoy el aniversario de la muerte del inigualable y eterno “Zorzal Criollo”.

José Valle (*) / Especial para La Nueva.

   Pasaron 85 años de la partida del Morocho, y sigue eterno en el alma popular, la voz invicta, la sonrisa grande, entradora y canchera, siendo el continuo sinónimo de "mejor".

   Desde chico se inclinó por la música  fue el payador José Betinotti, quien lo bautizó "El Zorzal Criollo".

   En 1917 protagonizó “Flor de durazno”, un largometraje mudo, dirigido por Francisco Defilippis Novoa.

   Formó dúo con José Razzano hasta el año 1925, cuando el oriental debió dejar de cantar por una afección en las cuerdas vocales y se convirtió en el representante de Gardel.

   En 1927 se produjo su rotunda consagración en Europa, cosechando enorme éxito en ciudades como Madrid, Barcelona y París.

   Entre el 23 de octubre y el 3 de noviembre de 1930, Carlos Gardel filmó quince cortos musicales, precursores de los actuales “videoclips”, dirigidos por Don Eduardo Morera y estrenados el 3 de mayo de 1931 en el cine Astral, sito en la Corrientes 1641 de Buenos Aires, bajo el rubro de “Variedad musical”, acompañando la exhibición de la película “Luces de la ciudad” de Charles Chaplin. Estas películas fueron las primeras realizadas en los “Estudios Valle”, en la calle México 832, propiedad del empresario de cine Federico Valle.

   De acuerdo a la mayoría de los historiadores del tango, en 1931, en París y, a instancias del multifacético Edmundo Guibourg, Carlos Gardel conoció a Alfredo Le Pera, el poeta trabajaba en la sede francesa de la compañía cinematográfica Paramount, donde subtitulaba películas del inglés y del francés al español y viceversa. Desde agosto del año siguiente comenzaron a trabajar juntos; también forma parte del equipo el poeta, letrista y autor teatral italiano Mario Battistella.

   Lo seguro es que, el primer trabajo en equipo es en la película "Espérame", protagonizada por Carlos Gardel y la actriz española Goyita Herrero, dirigida por Louis J. Gasnier, con guión de Alfredo Le Pera, quien es el autor de las cuatro canciones interpretadas en la película: "Por tus ojos negros", "Estudiante", "Me da pena confesarlo" y "Criollita de mis ensueños". La película fue producida por Paramount en los estudios de Joinville-le-Pont, Val-de-Marne, Francia.

   Una anécdota de las primeras reuniones de trabajo entre Gardel y Le Pera cuenta que el cantor se quejaba de que el letrista no captaba su estilo. "Tenés que escribir a mi medida", le dijo Gardel. Le Pera tomó la queja con humor: "Carlos, vos no necesitás un letrista. Necesitás un sastre".

   Le Pera aportó el guión para la película "Melodía de arrabal", protagonizada por Gardel y dirigida por el francés Louis J. Gasnier, que constituyó la última de la serie de películas francesas de Gardel realizadas por la empresa estadounidense Paramount en sus estudios galos. Fue coprotagonizada por la actriz argentino-española Imperio Argentina y el actor argentino Vicente Padula. Gardel interpretó los temas “Melodía de arrabal”, “Silencio”, “Cuando tú no estás” y “Mañanita de sol”, esta última a dúo con Imperio Argentina. Fue estrenada el 5 de abril de 1933 en el Cine Porteño de Buenos Aires.

   Después vendría el cortometraje "La casa es seria", con guión de Le Pera, que también aportó dos hermosas canciones "Recuerdo malevo" y "Quiéreme", que nunca fue grabada en disco. Filmada en los estudios de Joinville-le-Pont, de la  Paramount en Francia.

   A fines del año 1933 se instalan en Nueva York y al año siguiente se filmó "Cuesta abajo", con guión de Alfredo Le Pera, protagonizada por El Zorzal y la bellísima Mona Maris. Gardel se lució con los bellos temas creados por el poeta brasileño, "Amores de estudiante", "Por tu boca roja", "Criollita decí que sí", "Cuesta abajo" y "Mi Buenos Aires querido".

   El 28 de diciembre de 1934 en Nueva York, se estrenó la película "El tango en Broadway", con el guión de Alfredo Le Pera, que también aporta la poesía en las canciones "Rubias de Nueva York", "Golondrinas", "Soledad" y "Caminito soleado", magistralmente cantadas por Carlos Gardel, quien protagoniza el film junto a la sevillana Trini Ramos.

   En 1935 llegó el film "El día que me quieras", protagonizado por Gardel, la madrileña Rosita Moreno y Tito Lusiardo, con guión de Alfredo Le Pera, quien además aportó las letras de los temas que interpreta el gran Carlitos, "Sol tropical", "Sus ojos se cerraron", "Guitarra, guitarra mía", "Volver", "Suerte negra" (en trío con Lusiardo y Manuel Pelufo) y "El día que me quieras", con final a dúo con Rosita Moreno. Fue estrenada el 5 de julio de 1935 en La Habana, Cuba.

   Llegamos a la última película que protagoniza Carlos Gardel, "Tango Bar", con guión de Alfredo Le Pera y fue coprotagonizada por Rosita Moreno, Enrique de Rosas y Tito Lusiardo. Gardel deja para la posteridad interpretaciones majestuosas de “Por una cabeza”, “Los ojos de mi moza”, “Lejana tierra mía” y “Arrabal amargo”.

   Alfredo Le Pera fue a mi criterio unos de los poetas más importantes de la historia del tango y sus canciones y guiones cinematográficos incidieron notablemente en la consagración internacional de Carlos Gardel, convirtiéndolo en el cantor más importante de habla hispana de todas las épocas.

   La relación entre ambos fue de cordialidad y confianza mutua, El Zorzal siempre elogiaba en público y privado al notable poeta brasileño.

Gardel en Bahía

   Carlos Gardel actuó en Bahía Blanca en cinco oportunidades. La primera en 1913, integrando el dúo con José Razzano lo hizo en 1918 y 1924 en el Teatro Municipal y en el Palace Theatre (Brown 162); y como solista en 1930 y 1933, en la sala del Palacio del Cine (Chiclana 174), cuando se alojó en el hotel Muñiz en ocasión de sus últimas presentaciones en nuestra
ciudad.

   Gardel era un apasionado de los "burros". Fue propietario de varios caballos, el más famoso fue Lunático (un alazán tostado nacido en el haras balcarceño “Ojo de Agua” el 25 de septiembre de 1922, hijo de “Saint Emilión” y “Golden Moon”, lo corría Irineo Leguizamo). Otros pingos de su propiedad fueron: La Pastora, Amargura, Cancionero, Theresa, Explotó, Mocoroa y Guitarrista.

   La muerte agazapada lo estaba esperando en la bella Medellín; un accidente aéreo terminó con su vida el 24 de junio de 1935. En ese accidente también murieron los guitarristas Guillermo Barbieri y Ángel Domingo Riverol (que murió a causa de las heridas dos días después).

   El funeral de Gardel, en febrero de 1936, fue un homenaje conmovedor. Una multitud asistió al velatorio en el Luna Park y acompañó el cortejo fúnebre hasta el cementerio de la Chacarita.

   Quien mejor describió la muerte de Gardel, a mi criterio, fue el poeta Raúl González Tuñón: “El pueblo lo lloraba, y cuando el pueblo llora, que nadie diga nada, porque está todo dicho".