Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Bahía Blanca | Viernes, 26 de abril

Leonardo La Bella: “Me dolió tener que irme de Bahiense”

El base había decidido radicarse nuevamente en nuestra ciudad y le surgió la chance de volver a la Liga Nacional.

Fue todo muy rápido para La Bella: arregló, viajó, jugó y volvió.

 

Por Fernando Rodríguez / @rodriguezefe

(Nota publicada en la edición impresa)

 

   En el listado de bahienses –o hijos adoptivos- que jugaron la Liga Nacional por Peñarol figuran Marcelo Richotti, Federico Susbielles, Rubén Ariel Scolari, Esteban Pérez, José Luis Gil, Hernán Montenegro, Roberto “Tati” Canutti, Mariano Castets, Juan Manuel Torres, Fabián Sahdi y el caso más reciente -y curioso también- Leonardo La Bella.

   La historia comenzó cuando Joaquín Valinotti sufrió la fractura del dedo pulgar de la mano izquierda.

   En la búsqueda de un reemplazo, en la agenda del técnico Carlos Romano apareció el nombre de Leo, a quien conocía personalmente porque había sido compañero de Bruno, su hijo, en Independiente de Tandil.

Carlos Romano, DT de Peñarol.

 

   El llamado con la propuesta de Liga era lo que Leo había esperado desde su última temporada con Estudiantes, en la 2008-09.

   No obstante, su realidad, a los 33 años, lo condicionaba.

   Había vuelto con intenciones de radicarse definitivamente en Bahía y jugar el torneo local, al tiempo que estaba insertándose en el cuerpo de entrenadores de Bahiense del Norte con el grupo de escuelita.

  “Cuando me llamó el ‘Negro’ se me cruzó lo que había hablado con Bahiense. Se lo comuniqué a Darío Faure y Leandro Ginóbili (ambos dirigentes), aunque me dijeron que le diera para adelante y que aproveche la oportunidad. También entiendo que algunos se enojaron porque yo había dado la palabra. Pedí disculpas y les dije que traten de entenderme, que no quería terminar mal con ellos y que el día de mañana me gustaría volver. Me dolió tener que irme de Bahiense, porque es mi club y hay muy buena gente”, destacó el base.

   Con su decisión de retornar al torneo local también había arrastrado al histórico Juan Pablo Morán, a quien convenció para que jugara un año más, incentivándolo con buscar el campeonato.

Juan Pablo Morán, el experimentado de Bahiense.

 

   “Al 'Pollo' tuve que pedirle disculpas –reconoció-, pero creo me entendió”.

   Superado el tenso momento de despedida repentina y con la cabeza como una licuadora, la misma noche Leo viajó a Mar del Plata.

   “Me bajé del colectivo, me pasaron un par de jugadas por WhatsApp, entrené al mediodía, dormí una siestita y a las horas me fui para la cancha”, detalló.

   Antes del partido ya se especulaba con la posibilidad de una posible suspensión a raíz del Covid-19, aunque no había nada concreto.

   “Yo estaba alojado en el mismo hotel que Regatas Corrientes y me habían comentado que no querían seguir viajando”, contó.

   En definitiva, el partido se jugó a puertas cerradas.

   “La verdad que disfruté, justo con Regatas, que tiene muchos jugadores de renombre. Me tocó defender a Paolo Quinteros. Por suerte se ganó (95 a 87) y a un gran equipo. Ahí pude comprobar la velocidad, la experiencia y la manera en que se juega la Liga”, reconoció.

Leo en el punto máximo del lanzamiento, contra Leandro Vildoza.

 

   Debut y despedida resultó la experiencia de Leo. Por ahora, quedó registrado que el 13 de marzo de 2020 jugó por Peñarol 7m43 minutos, sumó un punto (0-1 en t3, 0-1 en t2 y 1-2 en t1), una pérdida y un rebote.

   “Terminó el partido, nos dieron el fin de semana libre y el lunes –recordó- nos avisaron que no teníamos que volver, así que me vine para Bahía. Estuve más arriba de un colectivo que adentro de la cancha”.

   —Ahora que existe mucha incertidumbre respecto del futuro, ¿te arrepentís de haber decidido irte?

   —No, no. Tengo ganas de seguir jugando. Mi cabeza está puesta en la Liga, al menos para lo que resta de la temporada.

Leo intentará parecerse al La Bella de Gimnasia.

 

   —¿Qué es lo que más te preocupaba de regresar a la Liga?

   —Volver a jugar como lo hice en Gimnasia. Obvio sabiendo que asumía otras responsabilidades. En Gimnasia podía arriesgar más. Físicamente me sentí bien, con velocidad y siendo explosivo, aunque tengo que ponerme un poco más grandote de arriba y abajo.

   —¿Siguen entrenando?

   —Sí, de lunes a viernes y a veces los sábados hacemos un entrenamiento por zoom a la mañana y a la tarde.

   —¿Cómo la llevás?

   —Bien, intentando meterle y apoyándome en un amigo que es profe. No sirve de nada dejarme estar, volver a la Liga y no rendir como me gustaría.

 

Mala experiencia

 

   Después de consolidarse en la Liga Argentina, jugando seis temporadas en Gimnasia y Esgrima La Plata, Leo optó por emigrar a Ancud de Chile.

   “Fue una mala experiencia. Los años en Gimnasia la pasé bien, me sentí cómodo con el grupo y con la ciudad misma. Me costó irme, aunque fue por un tema económico”, aclaró.

Años inolvidables vivió Leo en La Plata.

 

   “Cuando llegué –agregó- se fueron dando algunas cosas que no me hacían sentir cómodo. Además, la primera semana me lesioné. A medida que pasaron los meses se generaron inconvenientes económicos, también problemas donde vivía y no me adaptaba a la ciudad. No es fácil vivir allá. Pero fue una experiencia que me sirvió para rescatar lo positivo”.

   “A partir de ahí –repasó- pensé que tenía que quedarme en Bahía, aunque algunos me sugerían que insistiera con seguir afuera. Finalmente arreglé con Bahiense”.

   —Y ahora Peñarol. ¿Es un desafío personal?

   —Por edad no me queda mucho, sólo dos o tres años para aprovechar y desafiarme compitiendo ante los mejores. En eso y en disfrutar tengo mi cabeza.

 

Su anterior paso por la A

   Leo sumaba, antes de esta experiencia con Peñarol, 91 partidos en la A.

   En la 2007-08, con Independiente de Neuquén, donde había ascendido, sumó 44 juegos, promediando 19m40, 8,1 puntos (15-50 en t3, 87-159 en t2 y 49-79 en t1), 3,1 asistencias, 2,09 pérdidas y 1,34 recuperos. El rojo terminó 14º.

Leo, con la camiseta de Independiente, atacando a Paletta (Estudiantes).

 

   La siguiente temporada tuvo 47 presencias en Estudiantes.

Parados: Luis Badano (jefe de equipo), Gerardo Barrera, Lucas Bianco, Claudio Alvarez (PF), Marcelo Richotti, Ed Nelson, Jamaal Levy y Cristian Aguiar. Abajo: Leandro Cecchi, Juan Cangelosi, Juan Signorino, Matías Martínez, Leonardo La Bella, Juan Manuel Rivero y Pedro Franco.

 

   Promedió 18m29, 4,6 puntos (15-84 en t3, 59-132 en t2 y 52-86 en t1), 3,2 asistencias, 1,6 pérdidas, 0,7 recupero y 1,9 rebotes.

   El albo terminó séptimo, eliminado en la Reclasificación (3-0) por Regatas Corrientes, coincidentemente, el mismo rival al que enfrentó Leo en su regreso.