Nocioni, el jugador más odiado y la comparación con Michael Jordan

Redacción de La Nueva.

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   Este domingo para el básquetbol de Real Madrid es un día especial porque se cumplen cinco años de la obtención de su noveno título en la Euroliga (78-59 a Olympiacos).

   El recuerdo tiene un significado especial: con ese campeonato el equipo merengue cortaba 20 años de mala racha y consagró, además, al argentino Andrés Nocioni como MVP del cuadrangular final.

   Chapu contó cómo fueron aquellos días, sobre todo lo difícil se su inserción en el equipo.

   Recordemos que Nocioni llegó a Real Madrid con 35 años, luego de una amplia carrera con pasos por la Liga Nacional de nuestro país (Racing, Olimpia e Independiente de General Pico), España (Tau Cerámica dos temporadas y Manresa), la NBA (Chicago Bulls, Sacramento Kings y Philadelphia Sixers) y una segunda etapa en el básquetbol español con Caja Laboral Baskonia (dos temporadas). Es decir, en la ACB ya conocían su carácter y juego.

   "De antemano se sabe lo que es el Madrid. Había caído en dos finales europeas consecutivas y en la ACB ante el Barcelona. La situación no era relajada ni en el banco ni en el equipo, que había sentido los golpes. Traté de que ese estado de ánimo se olvidara y se pensara en otro desafío, y con una Final Four en Madrid, ese era el gran reto. Quería entrar en el grupo de la mejor manera para ayudar a digerir esas cosas que no son fáciles para un deportista. Había problemas y dudas en el banco, más tarde se disiparon", dijo Nocioni.

   El ex alero santafesino reconoció las dificultades que debió afrontar al llegar al equipo. Se había ganado fama de jugador aguerrido y temperamental, lo que le llevó a varios roces con otros jugadores.

   "Mirándolo con otra perspectiva, yo también me hubiera odiado, tampoco hubiera querido que Nocioni entrase en mi vestuario. Entiendo a Felipe (Reyes), a Rudy (Fernández) y a todos los rivales que en su momento me odiaron. Sin embargo, con el tiempo conocieron a la persona, al Chapu, y esta no tiene nada que ver con el jugador competitivo de la cancha. Lo que está pasando ahora con el documental de Michael Jordan sirve de ejemplo. En su momento los compañeros lo querían matar y se confunde el ser exigente y competitivo con ser mala persona, no lo eres por hacer eso, por tratar de llevar al límite a todos, incluida la institución", expresó al diario "As".