Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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100 años resumidos en historias, anécdotas y fútbol

Fueron jugadores, algunos técnicos y otros dirigentes de distintas generaciones. Entre todos hicieron grande a Rosario Puerto Belgrano, institución que ayer conmemoró su centenario.

Fotos: agencia Punta Alta

Por Javier Oscar Schwab / jschwab@yahoo.com.ar

(Nota publicada en la edición impresa)

    Cien años no se cumplen todos los días, y de eso puede dar fe el club Rosario Puerto Belgrano de Punta Alta, que ayer conmemoró su fecha de fundación -3 de abril de 1920- con un emotivo y sencillo homenaje, la puntada inicial de un 2020 con variados festejos.

    Su actual presidente, y glorias futbolísticas que pasaron por la institución, hicieron un repaso de su rica historia. Recuerdos, anécdotas y momentos únicos, como los 8 títulos conquistados en la Liga del Sur (1939, 59, 69, 71, 72, 75, 2001 y 2018) y el recordado ascenso al torneo Argentino A en 2004.

    “El club lo hicieron entre todos…”, incluyendo a deportistas de otras disciplinas, simpatizantes y socios, que se esfuerzan para mantener de pie a una institución ejemplar.

   

   Así se expresaron el actual presidente y quienes alguna vez vistieron los colores del tricolor puntaltense:

   Federico Gómez Peña. Es el director técnico en actividad que más veces dirigió a Rosario: 141 partidos. Campeón de la Liga del Sur como jugador (2001) y entrenador (Promocional 2010 y Clausura “Julio Romero” 2018).

    “El club es mi casa, mi familia. Mi madre, a la que perdí recientemente, y mi padre se casaron en el salón del club. Mi vida giró y gira alrededor de Rosario, y estoy orgulloso de que así sea”, dijo Federico Gómez Peña, nieto de Pedro Peña, quien fue socio N°1 y uno de los fundadores del club.

    “Soy clase ’77. Iba al club a ver los partidos de la mano de su tío (Guillermo La Forgia) y a los 4 años, cuando mi papá ya no soportaba verme todo el día con la pelota, empecé a quedarme con los chicos más grandes, ya que por entonces no había categorías menores. Mi primer año en la Liga del Sur fue con la ’84, aunque yo era un año más chico.

    “Me inicié como volante central. En 1993 el ‘Sombra’ González me sube a mí, y a Maxi Leiva, a entrenar con la primera, donde ya estaban ‘Pelé’ (López Rueda) y Gabriel Spinella. De ahí me fui 2 años a Buenos Aires (Ferro) y el ’96, cuando volví, Guillermo Tuya me pidió que jugara de central. Y fue para siempre….

    “El título como jugador los disfrutamos mucho porque había un gran plantel y hacía 26 años que no se salía campeón. Como técnico lo de 2010 resultó bárbaro porque eran todos chicos del club. Descendimos en 2009 y los directivos nos plantearon de quedarnos 3 años en la B para armar un buen equipo. Les dije que no, lo entendieron e hicimos debutar a 14 jugadores del club; los chicos la rompieron. Y en 2018 llegaron jugadores determinantes: Brian Scalco, Machain y Navarro y se complementaron bárbaro con los chicos de acá. Era un equipo con jerarquía que goleó a Tiro (5-1) en una final extra y logró el objetivo”.

 

   Alejandro López Rueda. El jugador con más presencias históricas: 364 partidos. Campeón 2001 y fue clave en el ascenso al Argentino A en 2004. Debutó en 1993 y se retiró en 2017.

   “Coincidir con los 100 años del club es algo trascendente, especialmente por su rica historia. Pese a que estuve varios años retirado sin jugar, ser el jugador con más partidos disputados me llena de orgullo, es un halago.

    “Jamás soñé vivir cosas tan grandes, momentos tan lindos. Mis orígenes son en Trelew y llegué a Rosario a los 12 años desde Ushuaia. Me encariñé con Rosario, hice mi trayectoria como jugador y sigo ligado como profesor y coordinador. Toda mi familia está identificada con estos colores.

    “Del 2001 recuerdo las anécdotas de Guillermo Tuya, un gran amigo, y el juego de ese equipo. Nos sacamos una mochila de encima, fue el inicio de una historia que será recordada para toda la vida, como el ascenso al Argentino A.

    “La dimensión de lo logrado se agiganta con el tiempo, porque hoy en día el fútbol es tan competitivo que cada vez parece más lejano poder participar en ese tipo de torneos. 

   Nos tocó enfrentar equipos, como Santamarina, que tenían presupuestos muy grandes, y que luego jugaron instancias superiores. Ese Argentino B fue algo increíble, impensado”, dijo el creativo volante que hoy tiene 45 años.

 

   Agustín Trotta. Hasta la actualidad es el goleador histórico de Rosario: 146 goles. Campeón en 2018 e integró el plantel que ascendió al Argentino A. Logró el ascenso en 2006 y 2010 (Liga del Sur).

   “Estar entre quienes hicieron historia en el club es algo grandioso, porque soy muy hincha de Rosario. El mérito de ser goleador es haber estado siempre ligado a estos colores, de jugar muchos años. Tengo 35, todavía pienso hacer algunos más (risas).

   “También jugaba al tenis, pero un día Enrique Campos me dijo que tenía que elegir. Me incliné por mi abuelo materno, que era hincha de Rosario y me llevaba a la cancha de chico.

    “¿Anécdota? En 2004, la serie contra Leandro N. Alem de Pringles.  Se definió por penales en la cancha de Boca de Coronel Suárez y Canutti me mandó a patear el último, siendo que era uno de los más jóvenes del plantel. Todavía le digo que era un inconsciente, jajaja. Por suerte lo metí y pasamos a la siguiente instancia. Jugué ese partido y el primer clásico ante Sporting en cancha de Rosario.

    “El de 2018 lo disfruté a full por mi edad y porque teníamos un grupo muy lindo. Las lesiones me jugaron algunas malas pasadas, pero a Rosario lo llevo en el corazón y siempre me voy a matar por esta camiseta”.

 

   Marcelo Paolucci. Es parte de cuatro generaciones que jugaron y juegan en Rosario: el abuelo (Horacio), padre (Guillermo), tío (Edgardo), él y su hijo (Genaro). Campeón del Promocional en 1991. 210 partidos vistiendo la casaca.

   “Al margen de lo deportivo, tuve la suerte de criarme en Rosario, porque mi padre fue, durante muchos años, técnico del fútbol menor. Crecí en la utilería y luego tuve la suerte de ser jugador.

   “Agradecido al club, siempre traté de darle lo mejor, ponerme la camiseta y brindarme por completo. Tuve la suerte de salir campeón en todas las categorías del fútbol menor. Recuerdo estar jugando en Sexta y también en Reserva y haber salido campeón con ambas. Hice toda la carrera de abajo, jugando por la camiseta. Me tocó una época donde me compraba los botines e iba en bicicleta a entrenar, y donde había jugadores de afuera que tenían arreglos particulares. No es culpa del club, sino de algunas conducciones que no valoraban tanto lo que tenían. Rosario es muy grande y sus hinchas tienen un paladar exquisito, de buen fútbol.

    “Me quedó la espina del ’84. Éramos todos jugadores del club, a excepción de Alfredo Oviedo y Carlos Genovese. Peleamos el título con Olimpo, que tenía un equipazo. El dolor de no haber sido campeón por cosas extrafutbolísticas que nos perjudicaron. Ese equipo era campeón. En cancha de Tiro me anulan mal un gol de cabeza, porque Latanzi sacó la pelota con la mano de adentro del arco. Y en la jugada siguiente Aletto se llevó la pelota con la mano y convirtió el tanto del triunfo.

     “Quedaban 3 partidos (se sumaba de a dos puntos) y llevábamos 4 puntos de ventaja. Pero antes de jugar con Tiro se hablaba que nos iban a perjudicar. Con Villa Mitre, al partido siguiente, también nos anulan un gol legítimo y luego le dan un penal a ellos en los minutos finales. En el último partido empatamos con Olimpo y ellos dieron la vuelta. Mi sensación es que en ese torneo no hubo honestidad.

    “Hoy lo veo a Genaro y me siento identificado. Venía jugando de 4, pero ahora lo hace de volante por derecha. Lo veo bien, le falta llegar más al área contraria. La prioridad es que estudie (risas)”. 

 

   Roberto Canutti. Tricampeón como jugador (1971, 1972 y 1975). Director técnico en reiterados ciclos, con 117 partidos. Dirigió al equipo que ascendió al Argentino A en 2004.

   “Nacer en Punta Alta y ser parte de la historia de Rosario es un privilegio. Lo mejor es que coseché muchos amigos en este hermoso club y, también, en Sporting. Viví momentos increíbles, recuerdos imborrables.

    “De la etapa como jugador hablamos siempre con el 'Gringo' Álvarez y Marco Rupérez. También lo veo al ‘Negro’ Ortiz, con quien también estuvimos juntos en Liniers, y al 

‘Pocho’ Barú. Había fútbol con mucha técnica, aunque los entrenamientos también eran exigentes.

    “Como técnico tuve la suerte de dirigir a grandes jugadores y mejores personas. Recuerdo el grupo que se armó en 1981 y fue campeón en tercera en el ’83. Ese año me dieron la Primera en los últimos 7 partidos y no perdimos. Me quedé con tres históricos: Oscar Maidana, Ángel Chávez y Virgilio Brítez; el resto eran los chicos a los que había dirigido y conocía perfectamente. Me decían que estaba loco, jajaja. De ahí salió la base del ’84, que le peleó el título a un Olimpo impresionante.

 

   Julio César Alvarez. Nacido en Coronel Pringles. Llegó en 1963 y volvió en 1967. Campeón en 1969 y subcampeón en 1968. Atajó en el Regional del ‘70 y la Copa Argentina de ese año.

   “En 1963 jugué a préstamo, luego pasé por Atlético Ventana y volví en el ’67. Entré a trabajar en la Base y me quedé 40 años. Tengo el privilegio de ser parte de los 100 años de Rosario como también lo tuve, el 16 de agosto de 2016, del club Leandro Alem de Pringles, donde me inicié como jugador. Hasta me llamaron para armar el libro del centenario.

    “Recuerdo que en 1968 perdimos una final ante Olimpo en cancha de Villa Mitre por la ejecución de tiros de esquina. Así se desempataban los partidos. Y al año siguiente, en la misma cancha, ganamos un campeonato ante Sansinena, luego de empatar, por la suerte de la moneda (risas).

   “Ir a la cancha en ese entonces era un entorno muy familiar. No sólo los partidos, en los entrenamientos iban las señoras de los jugadores. Y en los partidos estaban los hijos, padres, abuelos; todo el mundo. Hay gente que me dice: ‘Qué hacés Álvarez…, y por respeto saludo pero no sé quiénes son”. Después pregunto y me aclaran: ‘Es el hijo de fulano…” Los pibes crecen y te olvidás.

   “¿Anécdota? En el Argentino B de 2004 me tocó dar el puntapié inicial entre Alem de Pringles y Rosario, en Punta Alta. Los hinchas de me gritaban: “Vos sos de Pringles, vos sos de Pringles”. No pude hinchar por ninguno de los dos, pero me emocioné mucho”.

 

   Martín Pereda. El actual presidente, en coincidencia con el centenario. También ejerció entre 2015 y 2018.

   “Quiero resaltar el valor de todos los dirigentes a través de la historia. Estar en este momento es un orgullo, aunque todos los que me precedieron hicieron grande a este club. La situación reinante nos obliga a postergar los festejos, pero el reconocimiento tiene un alto grado de emotividad para todos los que estuvieron y están ligados, ya sea como deportistas, dirigentes, socios, trabajadores o colaboradores.

    “Rosario volvió a resurgir en los últimos años. No había personería jurídica, no se podía participar en nada y lo hemos revertido. Nos encantaría estar mejor, pero debo decir que se hicieron muchas cosas en social e institucional. No hay deudas y principal patrimonio, además de unos 800 socios, es trabajo que despliega mucha gente con sentido de pertenencia que nos da una mano en la parte dirigencial y en lo deportivo”.