Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Carlos "Cachón" Cricelli, el pintor que le aportó algo de belleza a las bochas

De chico jugó al fútbol en Liniers (séptima división) y, siendo más grande, en la Liga Comercial. A las bochas arribó de casualidad cuando tenía 25 años. No le gustaba, pero se encariñó y llegó a Primera.

Carlos Cricelli, conocido como "Cachón". "Mi vieja le preguntaba a mi hermana y ella decía 'Chon, Chon...' . Y perduró. Fotos: Jano Rueda-La Nueva

 

Por Javier Oscar Schwab / jschwab@lanueva.com

(Nota publicada en la edición impresa)

 

   "Jamás imaginé que mi vida iba a estar ligada al juego de las bochas. Iba al club Dublin y me acercaba a mirar los partidos, pero interiormente pensaba: 'Esto es un juego de viejos'".

   El destino le jugó una buena pasada, porque Carlos Cricelli es uno de esos jugadores que arrancaron de grande -igual que el célebre César Colantonio- y se enamoraron profundamente.

   "Me picó el bichito, jajaja. Tenía 25 años cuando pisé, como casi todas las tardes, el club Dublin. Me acerqué a la baranda para ver un partido de cuarta, pero resulta que faltaba un jugador del local. Me vio 'Cacho' Nardi, no pude evitarlo", contó.

   -¿Te convenció de una?

   -No quería. Quienes estaban ahí me decían: "Jugá, jugá.... Pasaron 29 años y sigo jugando, jajaja.

   Esa cuarta estaba integrada por Buffo y el hijo de "Pinocho" Elorriaga. Rápidamente escaló a la segunda y tercera, donde salió campeón con el "Chato" Horacio Pereyra, Ariel Ramírez y "Cabecita" Corsi.

   "Tenía la virtud de adaptarme rápido. Arranqué como bochador, lo más difícil. Mirando, aceptando consejos aprendí mucho", señala "Cachón".

   "Me gustaba tirar la bocha, lo hacía a media mano. Mi debilidad es el arrime, porque me desconcentro muy fácil. Por eso pierdo muchos partidos jugando individualmente", acotó.

   "En Primera jugué dos años con Miguel Genchi, Jonatan Nardi y el 'Chino' Molina. En ese entonces el nivel era tremendo, nosotros jugábamos en Primera C", aseguró.

   De Dublin pasó a Velocidad por insistencia de Eduardo Conde. ¿El equipo? Luis Monge, Santiago Grill y Morales.

   "Otra dimensión. Jugamos en la A, con todos los monstruos", remarcó.

   Olimpia se cruzó en el camino de "Cachón".

   "El primer año jugué con el 'Negro' Barragán y Battaglia. Estuve mucho tiempo en el club, a tal punto que tengo dos ascensos a la A".

   -¿El primero fue en 2008?

   -Sí. Estaba Heraldo Vaquero, el 'Negro" Sandalich y Cristian Córdoba. El segundo, en 2014, jugué con Luis Luque y Antonio Encina.

  "En el medio un paso fugaz por Argentino, donde tuve de compañeros a Cristian Córdoba y Osvaldo Menecozzi".

 El pincel y el rodillo. Colaboró con La Falda y otros clubes.

 

 -¿Estando en Velocidad jugás una final de un torneo Mixto?

   -Mi compañera era Miriam Pena. Perdimos ante Franco Del Moro y Graciela Amodeo, que representaban a Alem. Franco estaba en un nivel bárbaro.

   "En Primera, mi segunda etapa en Velocidad, jugaba con Silvio Kaddour, el 'Flaco' Oscar Fidalgo y el 'Negro' Medina.

  -¿Y apareció "Pucho" en tu vida?

   -Julio Pacciarotti me jodía siempre de ir a La Falda. Es un club hermoso, con buena gente. El primer equipo que integré fue con Ricardo Rojas, el "Tato" Gallardo, un gran bochador que me enseñó mucho, y Jesús Vázquez.

   "Era un equipo sólido, pero perdimos el ascenso con Independiente. Nos ganábamos en canchas ajenas hasta el partido decisivo, donde Juan Scarfi la rompió".

 Tres tubos fluorescentes: arrancó del techo de Velocidad Cricelli por un bochazo que quedó enganchado. "A los últimos los barrí a todos", dijo.

 

   La pandemia le frenó el ímpetu al renovado La Falda, que había sumado a Gonzalo Mas  y Gabriel Scoccia. 

   "El parate te liquida, en el nivel de Primera no se puede dar ventaja. Figuras como Zapata, Urra, Vitozzi, Escobar te ayudan a mejorar, pero para poder ganarles vos tenés que estar en tu mejor día y ellos jugar un 50% de lo habitual", dijo.

   -¿Estuviste cerca de ganar un par de veces?

   -Sí. He perdido una final de parejas con Ricardo Rojas y una final de la B ante Pablo Spurio.

   "Pero nunca me voy a olvidar un partido ante Cristian Zapata, en cancha de El Puma. El era grupo 1 y yo el 3. Me daba 6 tantos de ventaja. En dos manos le iba ganando 12 a 0, no lo podía creer, estaba feliz.

   "Me equivoco en una mano, agarró el chico Cristian y no lo vi nunca más (risas). Me hizo un parcial de 15 a 0. El partido terminó 15 a 12. Era clavada para acá, otra para allá...(risas)".

   -¿Le dijiste algo?

   -No. Cristian es amigo, un caballero dentro de la cancha. Yo quería salir por la ventana, jajaja.

 La estampa del jugador. En La Falda se encuentra muy cómodo.

 

   -¿Te preocupa el nivel de  bochas de Bahía?

   -Sí. Antes había grandes jugadores en todos los clubes. Hoy son contados.

   -¿A quién admirás como bochador?

   -Uno es Cristian Zapata. Al maestro Colantonio, obviamente, y el estilo de Jesús Arrieta, con mucha personalidad.

 El equipo que arrancó este año, con Ricardo Rojas, Gonzalo Mas y Gabriel Scoccia.

 

   -¿Una anécdota?

   -Jugando para Argentino  contra Kilómetro Cinco (Lastes-Lares y D. Vitozzi). En nuestra cancha, me toca arrimar, pero la bocha agarra como un pozo y pega el saltito, aunque se acomoda. Ahí tiré una patada, como diciendo: 'qué mala suerte'. Fue tan buena la bocha que quedó como una tomada de pelo de mi parte.

   "Daniel tira un bochazo, pega chanta, pero se lleva la de él. Quedé ganando y le toca arrimar a (Hugo) Lastes. Cuando la bocha sale de su mano, tiró una patada al aire. La dejó penada y todos se mataban de risa. Imitó mi gesto, ganó el tanto y divirtió a todos. Era un fenómeno".