Bahía Blanca | Viernes, 04 de julio

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Versiones cruzadas sobre un presunto caso de abuso policial

Una vecina del barrio Pampa Central acusó a oficiales por agresiones, tocamientos, robo y apuntarles con un arma reglamentaria a ella y a su familia. El jefe del Comando de Patrulla contó otra historia.

Algunas de las víctimas mostraron las huellas del supuesto ataque policial. La fiscalía investiga el caso.

   La fiscalía investiga la denuncia de una mujer que acusó a policías del Comando de Patrulla de atacar a su hijo menor de edad y a otros familiares en su vivienda del barrio Pampa Central, así como aparentemente robar pertenencias, manosear a su hija y apuntar con el arma reglamentaria.

   
   Sin embargo, la versión policial difiere del relato aportado por la denunciante.
   Jésica Villalobos, hermana de la denunciante, explicó que el incidente comenzó a la madrugada del domingo 6, cuando su sobrino de 16 años se dirigía en moto a la estación de servicio de Juan Molina y Don Bosco.
   “Circulaba por Juan Molina y, antes de llegar a Líbano, una femenina y un masculino policías en un patrullero le dieron la voz de alto. Cuando frenó para darles la documentación de la moto, la mujer empezó a pegarle y por miedo comenzó a escapar”, afirmó Villalobos.
   De acuerdo con los dichos de la informante, el móvil circulaba supuestamente sin las balizas ni la sirena encendidas y cuando los agentes alcanzaron al adolescente ya casi llegando a su vivienda en Charlone al 2200, el policía lo habría golpeado desde adentro de la unidad oficial.
   En ese momento el menor descendió de la motocicleta y, al parecer, tuvo intención de entregarle el rodado al funcionario público para que dejara de pegarle.
   “La femenina bajó del patrullero, empezó a pegarle a mi sobrino y cuando mi sobrina de 27 años vio esa situación se tiró encima de su hermano para cubrirlo; el policía se bajó del móvil y le empezó a pegar a mi sobrina”, relató.
   Al percatarse su hermana de lo que sucedía, ingresó a su hijo e hija en su casa.
   “Mi marido sostenía la tranquera para que la policía no entrara y mis familiares no salieran. Cuando lo sacaron de ahí, lo esposaron y lo tiraron al piso, pero a él no le pegaron. Ellos pidieron refuerzos; había 9 móviles. Primero sacaron a mi hermana de los pelos”, sentenció.

 


   Luego efectivos masculinos ingresaron en la vivienda y comenzaron a golpear a los presentes y, siempre según el testimonio de la mujer, arrojaron botellas y vasos por la ventana.
   “Empezaron a tirar 'itakazos' y después de cada detonación juntaban el cartucho, pero se olvidaron uno que tengo en mi casa. También tengo un video en el que se escucha que efectuaron un disparo”, indicó Villalobos.

 

¿Amenaza con la 9mm.?

 

   Según la testigo, una de las oficiales aparentemente cargó su arma reglamentaria, la introdujo por una ventana del inmueble y al parecer les apuntó a “todos los menores de edad” que estaban allí.
   Los uniformados retiraron al menor de 16 años del domicilio por la fuerza y al parecer lo patearon y le pisaron la cabeza en el suelo. “Tenemos fotos de las lesiones y el informe que nos dieron en el Hospital Municipal, donde lo atendieron”, afirmó.
   “En otro video se ve cómo un policía le pega a mi sobrina de 27 años con el garrote”, añadió.
   Otra sobrina de la mujer filmó lo sucedido, pero un agente de seguridad le habría quitado el teléfono celular que posteriormente se habrían pasado “de mano en mano” para finalmente llevárselo.
   También habrían robado, de acuerdo con la denuncia, un par de zapatillas de su sobrino, además de un casco y herramientas.

 

“La manoseó toda”

 

   Los agentes también habrían tomado de sus cabellos a la joven de 20 años para retirarla de la casa y uno de ellos “la manoseó toda”.
   “Al otro día le dolían los pechos; tenía moretones y rasguños”, enfatizó.
   A otra hija menor de la denunciante la empujaron y la tiraron al piso, según el aporte de su tía.
   También detectaron roturas de dos puertas producto de las detonaciones de las armas largas.
   “Ni siquiera respetaron que había menores; se metieron sin orden (judicial), a la fuerza y directamente a pegar. Fueron hasta el fondo de la pieza para sacarlos de a uno y los golpearon a todos”, detalló.
   La testigo presencial de los hechos dijo poder reconocer a dos mujeres (una sería quien esgrimió su pistola reglamentaria) y cuatro varones policías, entre ellos el que atacó a su sobrino de 16.
   “Cuando se llevaron aprehendidos a mis 6 familiares, nos dijeron que era por resistencia a la autoridad y los trasladaron a la comisaría Quinta, donde nos informaron que los efectivos que habían estado en el domicilio de mi hermana son todos del Comando de Patrulla”, aseveró Villalobos.
   “Ninguno de los policías que nos agredieron quiso identificarse”, dijo.


   En el lugar la policía arrestó al cuñado de Jésica, Jorge López; a su hermana Blanca Villalobos, a sus sobrinos Lucas (23), Juliana (27) y Brisa López (20), así como al de 16 años; y a su marido, Diego Córdoba.
   Los denunciantes ignoran los motivos del ataque policial, aunque sospechan que podrían haber sido “confundidos” con los participantes de una fiesta clandestina que en ese momento presuntamente se realizaba en Charlone al 1900.

 

“Evadieron un control de tránsito y se fugaron”

 

   El comisario Andrés Biragnet, jefe del Comando de Patrullas, manifestó, al ser consultado por este medio, que desconocía la existencia de una denuncia contra sus subordinados.
   “No estoy enterado sobre la denuncia, pero hay una causa penal en la que se concretaron aprehensiones por resistencia a la autoridad, desobediencia y lesiones, porque hubo policías heridos”, confirmó Biragnet.
   A raíz de estas actuaciones tomaron intervención las fiscalías de Flagrancia y de Menores, según señaló la autoridad policial.
   “Si hay dos causas, seguramente las unificarán y el fiscal resolverá si pide alguna medida al juzgado de Garantías o el expediente se archiva”.
   “En las actuaciones (policiales) se indica que los policías perseguían una moto con dos masculinos que habían evadido un control de tránsito, y se dieron a la fuga. Se metieron con el rodado adentro de la casa y cuando los efectivos entraron para aprehenderlos, salieron sus familiares y se inició una gresca”, agregó el comisario.


   “Se secuestró la moto y se aprehendió a 6 personas que estaban agrediendo al personal policial en defensa del menor que manejaba la moto. Se efectuaron disparos, pero fueron de estruendo para disuadir a los agresores; no se tiran balas de goma porque por el momento su uso está prohibido”, continuó.
   “El incidente no se originó por una fiesta clandestina porque, en ese caso, no se hubiera producido una persecución”, finalizó Biragnet.