Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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Reelección indefinida de intendentes y la marcha atrás de Alberto

La columna semanal de Eugenio Paillet, corresponsal de La Nueva. en Casa Rosada.

   En un gesto que a estas alturas ya casi lo caracteriza a lo largo de su primer año de gestión, Alberto Fernández daría ahora marcha atrás en su apoyo a los intendentes peronistas del conurbano bonaerense que buscaban derogar la ley que les prohíbe presentarse a un nuevo mandato, sancionada durante la gestión de María Eugenia Vidal con apoyo del bloque que responde a Sergio Massa en la legislatura provincial.

   El cambio de postura del presidente no es un gesto aislado: viene acompañado de renovadas presiones que recibió en los últimos días aunque por vía indirecta de dirigentes de La Cámpora, la poderosa agrupación que dirige Máximo Kirchner, que justamente vienen bregando por acumular poder a través de colocar a su gente en las intendencias del conurbano donde los eternos barones”, y alguno que no lo son pero que también pedían aquella excepción, buscaban perpetuarse o conseguir un nuevo mandato que la ley ahora no les permite.

   Frente a esas presiones, fuentes de la Casa Rosada aseguran que el presidente estaría evaluando muy seriamente “bajarse” de aquel apoyo que les ofreció personalmente a los intendentes que buscaban mantener en pie la reelección indefinida, durante un acto en Avellaneda el 4 de noviembre pasado, donde incluso asistieron algunos jefes territoriales que no pertenecen al peronismo.

   El argumento que utilizó Alberto en aquella oportunidad, que ahora flaquearía por la presión de los camporistas que se referencian en Máximo y reconocen como única líder a Cristina Fernández, fue que si un intendente es reelecto “tres o cuatro veces” es porque seguramente hace las cosas bien.

   Hay que recordar que intendentes radicales o macristas, como los jefes comunales de Lanús, Néstor Grindetti, y de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, como también algunos que en el interior provincial representan a Juntos por el Cambio, al igual que sus pares peronistas pugnan por el apoyo presidencial a una ley que en la Legislatura derogue aquella que les impide presentarse a un nuevo mandato en 2023. Del lado del oficialismo los intendentes peronistas de Escobar, Ariel Sujarchuk, y de Ensenada, Mario Secco, son los mayores impulsores de la iniciativa.

   El reclamo a Alberto, que el presidente hizo suyo en aquel encuentro, es que haya una modificación o un pronunciamiento en la Justicia para que la nueva ley tome como primer mandato el que transcurre actualmente, de manera que habilite a los intendentes a presentar una nueva candidatura para las elecciones de 2023. De hecho el presidente se jugó por el lado del reclamo de los intendentes bajo el argumento compartido por todos de que nadie pretende volver a la reelección indefinida, sino a poder cumplir con otro mandato luego del actual que vence en 2023.

    El rechazo de La Cámpora a esa jugada no es nuevo y se ha hecho público en más de una oportunidad. Como se sabe, varios de ellos aspiran a competir en las elecciones venideras para conquistar municipios claves del conurbano y del interior provincial, y por eso se dijo también que un buen ensayo podría dase en las primarias obligatorias (PASO) del año que viene, previas a las elecciones legislativas de octubre, donde habría listas de La Cámpora para competir por cargos legislativos al margen de las que manejan los propios intendentes y jefes territoriales del aparato provincial tradicional.

   Esa sería la razón central, bien vale recordarlo, por la que la agrupación que conduce Máximo Kirchner rechaza el proyecto para suspender las PASO que impulsaría la Casa Rosada bajo el argumento de la pandemia y el altísimo costo de organizar esas elecciones internas.

   La decisión de Fernández de relativizar ahora el apoyo al pedido de los intendentes para modificar la ley que les impide presentarse en 2023 se basaría en un dato de peso: el fin de semana leyó al menos dos encuestas en Olivos que le llegaron, una de las cuales encargó el gobernador Axel Kicillof y que los camporistas se encargaron de regar generosamente en las redacciones. Allí, en promedio, se sostiene que más del 70 % de los bonaerenses está en contra de las reelecciones indefinidas, y que menos de un 10 % apoya esa iniciativa.

    Esos datos, dicen los confidentes, apuraron el cambio de paso del presidente, quien buscará ahora explicarles a los intendentes que no podrá cumplir aquella promesa que les hizo en Avellaneda hace menos de dos meses atrás.