Cuando estaba festejando en su debut, a Oveja le borraron la sonrisa
Zaragoza perdió ante Manresa, por 103 a 102. “No me gustan las excusas, pero hay una realidad: llevo dos días con este grupo", dijo el DT bahiense.
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"Técnico de que debuta, no siempre gana", sería en este caso la frase que resume el primer partido de Sergio Hernández al frente de Casademont Zaragoza, que cayó ante Manresa, por 103 a 102, en juego correspondiente a la décima fecha de la ACB.
El santafesino Nicolás Brussino pareció bajarle la persiana al partido con un costa a costa que terminó en doble, para poner en ventaja a Zaragoza 102 a 101. Restaban 3s04/10.
Pedro Martínez pidió tiempo muerto y, sin volver a la cancha, Oveja solicitó otro.
En ese eléctrico desenlace, tras el error manresano, pitaron falta a San Miguel sobre Hinrichs, restando 2,5 segundos, y los dos libres sellaron el final.
“No me gustan las excusas, pero hay una realidad: llevo dos días con este grupo y tomé la decisión de no modificar nada táctico, solo algunas reglas defensivas que al final no pudimos terminar de consolidar. Al final es un partido de una última posesión y analizar desde los errores sería un error mío porque si Dylan mete el tiro y ganamos, habríamos analizado desde los aciertos. Estuvimos muy confusos atrás, con una actitud increíble y un compromiso tremendo de unos jugadores que quisieron cumplir pero, a la vez, no lo tenía ensayado y lo pagamos ante un gran equipo que tiene uno de los mejores ataques de la liga”, dijo el técnico bahiense.
Brussino completó 21 puntos (4-9 en triples, 3-7 en dobles y 3-3 en libres), más 5 rebotes, una asistencias y un recupero.
En el ganador, el cordobés Juan Pablo Vaulet terminó con 7 puntos (1-1 en triples, 2-4 en dobles y 0-2 en simples), más seis rebotes y 3 asistencias.