Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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A un mes de habilitadas, las ciclovías ganan espacios y adeptos

El uso de la bicicleta es un fenómeno mundial y la pandemia la ha impulsado como una alternativa al transporte urbano. Tras conformarse el eje 19 de Mayo-Gorriti, ahora viene Viamonte-Darregueira.

Foto: Emmanuel Briane-La Nueva.
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Audionota: Guillermo Crisafulli

Por Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   A un mes de iniciado el trazado de la ciclovía en el eje 19 de Mayo-Gorriti, desde la dirección de Tránsito y Transporte se señaló que la gente se va acostumbrando al diseño desarrollado, sin que se registren mayores conflictos y con una buena respuesta de los automovilistas a la nueva forma de transitar y estacionar.

   Así lo indicó el responsable de esa área, Ramiro Frapiccini, quien mencionó que se siguen manteniendo charlas con vecinos de esas calles para el ajuste de cuestiones como las de delimitar los sectores de carga y descarga y completar señalizaciones en calzadas y veredas.

   “Vamos aportando soluciones a esas situaciones. Es cierto que hay que ceder un poco de cada parte para lograr incorporar con seguridad el uso de la bicicleta en toda la ciudad”.

   A poco de comenzada la señalización de la franja para ciclistas y un lugar de la calle al estacionamiento vehicular, varios vecinos manifestaron su disconformidad, señalando algunas dificultades para sacar el automóvil de sus garajes o tener que estacionar un poco alejado de tu destino. 

   “Es cierto que algunas maniobras no son ahora del todo cómodas y que el nuevo esquema obliga a modificar algunas conductas. Pero no se trata de dificultades serias en relación a lo que se está modificando en materia de movilidad”, señaló.

   Terminado el trazado de 19 de Mayo-Gorriti las ciclovías  continuarán por Viamonte-Darregueira, hasta completar el circuito planteado para este año. Mientras tanto se analizan posibles ampliaciones de los recorridos, incluso considerando el uso de calles estratégicas como la avenida Alem y otras que permitan conectar al centro con distintos barrios.

   “Nuestra idea es ir mejorando la conexión entre distintos puntos de la ciudad. El uso de la bicicleta es un fenómeno mundial y la pandemia la ha impulsado como una alternativa al transporte urbano”, agregó Frapiccini.

La opinión de Braccini

   “Como concepto de movilidad urbana, que Bahía Blanca haya incorporado la bicicleta es magnífico, una ciudad que por escala y geografía se presta para eso. La pandemia obligó a buscar otros medios de movilidad y generó otros usos del espacio público. La ciudad se empezó a usar de otra manera”.

   De esta manera analizó el arquitecto Aldo Braccini, presidente de la delegación local del Colegio de Arquitectos, la situación que vive la ciudad a partir de la presencia del coronavirus.

   Sobre las ciclovías materializadas en el microcentro, señaló que no es justo evaluar el proyecto cuando apenas se completó el 10% del total.

   “En la medida que se vaya completando el circuito y se definan las relaciones entre hogar y trabajo, casa y escuela, va a cerrar mucho más. Hay mucho por hacer pero el sistema de ciclovías hay que apoyarlo para que sea la movilidad del futuro”, indicó.

   Para que un sistema integral de movilidad funcione, el profesional mencionó que hay que pensar en todos sus componentes. 

   “El automovilista puede tener limitaciones en calles donde hay ciclovías, por eso tenemos que también generar calles donde el auto se pueda desplazar con fluidez”.

   Para Braccini la propuesta de proteger al ciclista con una franja de autos estacionados puede parecer extraña pero resulta segura para el ciclista. 

   “Tiene algunas críticas, pero cuando hablamos de movilidad pública tenemos que considerar el concepto de tolerancia y respeto entre las personas y sus distintas formas de moverse. El automóvil no puede avanzar sobre peatones y ciclistas”.

Una necesidad

   “Con la pandemia la gente descubrió los lugares públicos, hasta las banquinas como lugar de descanso y tomar sol, casi un destino turístico de fin de semana. En ese contexto la bicicleta como aparato recreativo es un éxito pospandemia”. De esta manera interpretó el ingeniero civil Horacio Varela lo que está sucediendo en la ciudad en este tiempo.

   Calificó a la bicicleta como “un vehículo totalmente necesario” para cualquier sistema de movilidad sustentable y tiene sus observaciones con las ciclovías que se vienen materializando.

   “El diseño tiene algunos problemas geométricos. Primero porque necesitaríamos calles un poco más anchas para el diseño que se ha elegido. Hay algunas situaciones de riesgo con el ciclista que aparece por la derecha cuando llega a las esquinas. Veo riesgoso el sentido de apertura de las puertas de los autos, que abren hacia lugares donde se circula”, detalló.

   También cuestionó el trazado elegido, el cual se relaciona, indicó, con el plan aprobado en 2015, con otro espíritu, cuando nadie pensaba a la bicicleta como reemplazo del transporte público.

   “La bicicleta es un complemento del transporte. Por eso los trazados tienen que considerar el origen y el destino de la gente que trabaja y estudia. Los barrios donde hay más mano de obra no están servidos con una buena cantidad de ciclovías. Eso me parece la principal crítica a este recorrido”. 

   Otro gran objetivo al que debiera apuntarse, según Varela, es lograr que todos quienes hoy circulan por La Carrindanga y otros paseos “se vuelquen a andar por la ciudad”.

   “Hay que pensar como esa bicicleta recreativa de a poco irrumpa en la ciudad. Para eso hay que ofrecer buenos destinos y lugares seguros para circular. También se pueden generar recorridos a los costados de las vías, en las avenidas anchas o en los paseos. Se trata de acostumbrar a los ciclistas a moverse en bici y a los automovilistas a ver a los ciclistas y a los peatones como un integrante más de esa movilidad”, dijo.