Bahía Blanca | Miércoles, 24 de abril

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Educación Sexual Integral: ¿llega a todos los alumnos de la ciudad por igual?

La ley cumplió 14 años. La visión de autoridades, docentes, padres y alumnos y un fallo judicial que deja entrever la necesidad de una aplicación más profunda. 

Juan Pablo Gorbal / jgorbal@lanueva.com

   La Cámara Penal de Bahía Blanca acaba de rechazar el sobreseimiento de un hombre de Tres Arroyos que violó a su sobrina de 13 años.

   Tanto en la denuncia, realizada el 15 de agosto del año pasado, como en su declaración en la cámara Gesell, la joven contó las dificultades que padeció por muchos años para quebrar el silencio y que recién pudo lograrlo en el ámbito educativo, en el marco de la Educación Sexual Integral (ESI).

   "Le hizo rememorar lo vivido, impactó en su conducta y desempeño académico y en su decisión de contárselo a sus allegados", advirtió el fallo.

   La chica sufrió manoseos y abusos durante varios años y su tío llegó a violarla un día que la trasladó en su camioneta hasta una zona rural descampada.

   Antes de cerrar su voto, el juez Gustavo Barbieri quiso destacar la cantidad de causas tramitadas ante la Cámara en las cuales, a partir de la puesta en marcha de la ley 26.150, se detectaron conductas de abusos.

   "Niños, niñas y adolescentes han 'descubierto', reconocido y denunciado actos de agresión sexual (como de otros tipos de violencias relacionadas), a partir de la orientación recibida por parte de las autoridades y de quienes han impartido esa educación sexual integral (lo que permitiera el anoticiamiento a las autoridades judiciales correspodientes)", dijo Barbieri.

   Y en ese sentido propuso que se dé conocimiento de la resolución (con reserva correspondiente de los detalles del caso) al Ministerio de Educación de la Nación y a la Dirección de Cultura y Educación bonaerense, "a los fines que estimen corresponder".

   "Los fines que estimen corresponder" podrían ser que el fallo sirva como disparador para que otros chicos se den cuenta de que "pueden" superar las barreras o que el Estado fomente con mayor énfasis la aplicación de la norma. Quedará a criterio de las autoridades.

Mensajes del ministro Trotta

   El 4 de octubre pasado se cumplieron 14 años de la promulgación de la ley 26.150, que creó el Programa Nacional de Educación Sexual.

   Se trata de un profundo proceso de cambio en el paradigma educativo, que busca para los alumnos -desde el nivel inicial al superior- la incorporación de la educación sexual en forma integral y armónica, no solo como un concepto biologicista, sino también psicológico, social, afectivo y ético.

   Procura que el estudiante conozca más sobre su cuerpo y lo sepa cuidar y que tome decisiones con información, pueda prevenir abusos y enfermedades, expresar libremente emociones y respetar la diversidad.

   Todos los alumnos "tienen derecho" a recibir ese contenido, según expresa el artículo 1 de la normativa, aunque aún hoy, a 14 años, eso no se cumple de manera taxativa.

   Lo reconoció hace algunos días el propio Ministro de Educación Nicolás Trotta, al recordar el aniversario de la ley por Twitter.

   Reafirmó su compormiso para su "efectiva implementación" en todo el país e instó a una ESI con información segura, científica, confiable y actualizada.

   Ya en enero, cuando todos los argentinos nos conmovíamos con el asesinato de Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, Trotta había declarado que la ESI era la "herramienta principal" para tratar de erradicar la violencia machista que se expresa en hechos como ese.

   La discusión, todavía en la actualidad, gira en torno a quién lo enseña y con qué contenidos. Cómo se "baja" la información.

   Esos interrogantes y las barreras ideológicas marcan brechas, según reconocieron algunos actores y operadores del sistema educativo, pese a que las autoridades distritales de las ramas de educación pública y privada en nuestro ámbito destacaron los avances que se dieron en la materia.

"Todos trabajan de la misma manera"

   Los principales interrogantes se centran en torno al tratamiento de la ESI en las escuelas confesionales.

   Luis Soifer, inspector distrital de gestión privada, aseguró que no hay grandes distinciones entre lo público y lo privado ni tampoco con los religiosos.

   "Hoy todos trabajan de la misma forma y en el mismo nivel, con un enfoque amplio y de una perspectiva de cuidado y siempre de manera transversal", respondió.

   Este último concepto tiene que ver que la ESI no es curricular como materia, sino que debe estar presente en la planificación anual de cada una de las asignaturas.

   "Fuimos evolucionando como sociedad y la escuela forma parte de la comunidad", amplió.

   Sostuvo Soifer que los padres de los alumnos están en conocimiento de las planificaciones y que no se realizan actividades sin ponerlos al tanto.

"Hay un avance impresionante"

   Su colega del área pública, Julieta Conti, también remarcó la transversalidad.

   "No es una materia, traspasa a todas. Hoy es algo de tratamiento cotidiano y habitual. Puede surgir en la hora de matemática o de lengua, donde el chico se sienta más cómodo", dijo la inspectora.

   Destacó la capacitación docente que existe en este sentido y también -más allá de la coyuntura pandémica- el rol de la escuela como "receptivo para que emerjan cuestiones que no son pedagógicas, que tienen que ver con confesiones de vivencias".

   Como inspectora de nivel secundario, hace algunos años, a Conti le tocó vivir una de las situaciones más desgarradoras. Fue cuando una alumna, visiblemente alterada, había desaprobado un examen final y cuando la preceptora le preguntó qué le pasaba, le confesó que venía de denunciar en la fiscalía que había matado a la pareja de su madre porque abusaba de ella y de su hermana.

   "La ESI hoy es muy útil como herramienta de prevención", opinó.

   Difusora y conocedora en profundidad de la temática, la licenciada Liliana Granero, directora del Consejo de Enseñanza Media y Superior de la UNS, se expresó "muy contenta" por la evolución, al menos en el ámbito que ella conduce.

   "Soy optimista con el desarrollo de la ESI. Hay un avance impresionante", dijo.

   Granero consideró el programa como un proceso de transformación y resaltó la "mucha" oferta de capacitación gratuita, porque "los que estábamos en actividad no recibíamos formación de grado".

   Además dijo que se viene incluyendo en los planes de estudio para formar a los futuros docentes.

   Desconoce -según aclaró- cuál es la situación en la rama confesional, aunque "si en las escuelas religiosas hubiera otro enfoque será algo a revisar. La ley es para todos y todas".

   En el ámbito de las escuelas de la UNS, particularmente, existen múltiples iniciativas relacionadas con la ESI, entre las que destacó la creación de Sextival, con eventos y talleres temáticos para estudiantes y la formación docente.

   También remarcó la aceptación del uso del lenguaje inclusivo, que fue a requerimiento de los alumnos.

   "Es un elemento más para la visiblización de la diversidad, de tener derecho a que me nombren como quiera", explicó.

Trabas desde lo personal

   Para Valeria Luini, profesora del nivel secundario público y privado y autocalificada como "militante de la ESI", los docentes deben garantizarla porque se trata de una ley que está vigente desde hace 14 años.

   "Ha habido muchas trabas desde todos los ámbitos de la educación: directivos, maestros y familias. No cuestiono a nadie, pero nosotros somos garantes de la ley", explicó.

   Luini consideró que muchas de las trabas que surgen "tienen que ver con cuestiones de índole personal, de pensamiento o religiosas".

   En ese marco reconoció haber recibido cuestionamientos de colegas o padres y en la distinción entre el ámbito público y el privado mencionó que en uno de los colegios no estatales los directivos "nos pidieron que no se hable de aborto" porque consideraron un tema que "puede incomodar a familias y a los niños y niñas".

   "Es necesario un mea culpa de los docentes, para ver en qué posición está cada uno con la ESI", reconoció.

   Sobre cómo se planifica una temática que no responde a una materia específica, dijo que "el docente la debe presentar dentro de la planificación anual".

   "Tiene que estar en los contenidos y existen diseños curriculares para tener en cuenta, por si algún desprevenido no sabe cómo incluirla en determinada materia. Aunque es cierto que hay profesores que la incluyen más que otros", opinó.

   Luini manifestó su preocupación porque en el marco de la pandemia existe una mayor vulnerabilidad de niños y adolescentes, teniendo en cuenta que la educación a distancia no reemplaza al aula.

   En su calidad de delegada gremial, destacó que Sadop tiene un interés especial en la capacitación de la ESI y, por último, como aspecto negativo, consideró que durante la gestión de María Eugenia Vidal hubo retrocesos en la materia.

"Difícil de abordar en todos los niveles"

   Fabiana, integrante del equipo orientación de una escuela pública secundaria, remarcó varias razones por las cuales la ESI hoy "sigue siendo difícil de abordar en todos los niveles".

   "Una es que hay padres que se siguen negando y no entienden que esto es una ley. Existen muchos conflictos en los que entramos a actuar como equipo. Algunos se resuelven y otros llegan a la Justicia.

   "La segunda es que tanto las cuestiones de género como de diversidad sexual generan conflictos en las clases, tanto en los más chicos como en los más grandes, y me consta que hay muchos docentes que, por ese motivo, prefieren evitar 'lío' en el aula.

   "La tercera es que hay docentes que prefieren eludir ese tipo de contenidos por una cuestión generacional, de intimidad, religiosa y hasta ideológica", explicó Fabiana.

   Ángel, padre de dos alumnos que egresaron en los últimos años del nivel medio de un colegio religioso, aseguró que "si tuvieron una charla sobre el tema es mucho" y contó el caso, más asombroso, de una sobrina que concurre a otra escuela confesional y "un cura les dio una clase sobre el tema, pero divididos: varones por un lado y las mujeres por otro".

   "Al no ser una materia específica, el contenido queda en manos de los profesores y no parece haber control. En temas como género, aborto, abusos y libertad sexual no se pueden poner límites ideológicos para la educación: los chicos tienen que tener armas para empoderarse. Eso no tiene discusión", según Ángel.

   Carla, mamá de una alumna del último año del nivel inicial de un jardín público, dijo que en el transcurso de este año su hija tuvo encuentros periódicos por Zoom, "pero hasta ahora no le dieron ninguna actividad relacionada con la ESI, ni sobre las partes del cuerpo, ni sobre género".

   Valentina, quien cursa el quinto año de una escuela secundaria, también pública, trabaja con mayor intensidad la ESI.

   "Tuvimos una semana (la Semana de la Educación Sexual Integral, a fines de agosto), donde nos mandaron de todas las materias unos tips y videos y en cuarto año tuve una materia que nos explicaba un montón sobre el tema", detalló.

   Lo mismo dijo Román, que está en el quinto año pero de otro colegio religioso.

   "En cuarto tuvimos Salud y Adolescencia, con gran parte de la temática y ahora, por ejemplo, en Gestion hablamos sobre igualdad de género en el ámbito laboral. La van involucrando en distintos proyectos", reconoció.