¿Cuánto dinero y tiempo llevaría pavimentar toda Bahía Blanca?
En los últimos 12 años se asfaltaron un promedio de 62,5 cuadras por año. El déficit se solucionaría recién en 111 años. Eso sí, la ciudad no debería crecer ni una cuadra más.
Sergio Prieta / [email protected]
“Bahía es una chacra asfaltada”, es el dicho que trasciende los años.
Suele ser una frase con la que se intenta resumir que Bahía está a medio camino, entre pueblo y una metrópoli.
Se popularizó en 1971, cuando un supuesto empleado de zapatería llamado Emiliano Spabatto --al que ningún bahiense pudo encontrar jamás-- le dijo a un periodista de la revista Siete Días que por repetición de costumbres, monotonía y otras cuestiones, nuestra ciudad “era una chacra con asfalto”.
La publicación de esa revista, de tirada nacional, hacía foco en las demoras en la radicación del polo petroquímico y del escaso progreso del puerto de Ingeniero White. En ambos casos esgrimía que Bahía estaba sumergida en el subdesarrollo por la falta de inversiones en esas áreas.
Sin embargo y como la retrató quien escribió aquella nota: daba la sensación de que tenía asfalto.
A casi 50 años de aquella frase que se transmitió de generación en generación, las estadísticas muestran una Bahía diferente: hay un puerto y un polo, pero el desarrollo no parece haber llegado porque el pavimento es un bien que escasea.
Es que según muestra un relevamiento del Municipio la mayoría de las calles bahienses no cuentan con asfalto: En Bahía hay 12.764 cuadras, de las cuales 6.945 son de tierra (54,33%) y apenas 5.673 (44%) son de pavimento u hormigón.
El problema es que por la cantidad de arterias que se intervienen por año, Bahía parece estar condenada a seguir soportando calles precarias por muchas décadas más.
De acuerdo a datos brindados por la Secretaría de Infraestructura municipal, en el periodo en que fue intendente Cristian Breitenstein, 2008-2011, se asfaltaron apenas 120 cuadras, unas 30 por año. Entre 2012-2015 –-Gustavo Bevilacqua-- se asfaltaron a nuevas 295, unas 73,75 por año.
Ya con Héctor Gay como jefe comunal 2016-2019 se asfaltaron 335 cuadras, es decir un promedio de 83,7 anuales. En resumen y más allá de logros o carencias de cada uno, en los últimos 12 años se pavimentaron un promedio de 62,5 cuadras cada 365 días.
Si por algún motivo (que parece no haberlo) la ciudad no crece en su extensión y se mantiene con los límites actuales y se sigue asfaltando al mismo ritmo, Bahía dejaría de tener calles de tierra en 111 años, es decir, recién en 2131.
En 2020, el Municipio tiene previsto pavimentar 20 cuadras con recursos propios y unas 130 que quedaron pendientes de un convenio firmado con Vialidad Provincial, lo cual mejoraría el promedio en algunos meses pero no lo suficiente como para pensar que el problema quedaría resuelto antes de 2100.
Un problema de costos
El inconveniente se agrava aún más por los costos del asfalto.
Días atrás en el Concejo Deliberante, el secretario de Infraestructura, Alejandro Meneses, contó que en promedio se necesitan unos 2 millones de pesos para colocar cordón cuneta y asfaltar una cuadra.
Si se multiplican las 7.000 de tierra por esos valores habría que disponer de 14.000 millones de pesos para encontrar una solución.
La cifra equivale a que se debería invertir todo el presupuesto que tendrá la comuna este año (9.200 millones de pesos) y la mayor parte del dinero que se gastó en 2019 (6.300 millones), algo imposible de hacer.
Una ordenanza incumplida
La última, y casi única, iniciativa que hubo para establecer algún tipo directivas para pavimentar de manera organizada fue el Plan Director de Asfalto, que fue aprobado a finales del 2015 en el Concejo Deliberante.
En el mismo se le dio prioridad a unas 450 cuadras de las que más se utilizan e incluso las que sirven para conectar barrios con el centro.
Sin embargo la ordenanza del entonces concejal Julián Lemos se cumplió a medias, ya que el proyecto obligaba a la comuna a reunir a dos comisiones: una para elegir las cuadras a pavimentar a futuro y otra para buscar formas de financiación o gestionar créditos ante la Nación y la Provincia.
“Estás comisiones nunca se constituyeron. Tanto en 2018 como en 2019 y mediante una minuta de comunicación el Concejo requirió que se cumpla con la normativa, cosa que nunca se hizo”, dijo Gustavo Mandará, concejal del Frente de Todos e integrante de la comisión de Obras Públicas del legislativo.
También manifestó sus dudas respecto al costo por cuadra mencionado por Meneses.
“Solo se puede aplicar en algún caso que requiera mucho hormigón, badenes y otros accesorios o trabajos especiales de suelos que encarezcan las obras. Es muy factible que en muchos otros casos se pueda hacer un pavimento asfáltico por bastante menos dinero, pero con esto habría que actualizar los valores con las empresas”, agregó.
Lo cierto es que más allá de toda medida que se pueda adoptar, salvo un milagro económico o una lluvia millonaria de aportes nacionales o provinciales, Bahía Blanca parece ser una ciudad condenada a tener calles de chacra...