Bahía Blanca | Miércoles, 08 de mayo

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A 25 años de su inauguración, el paseo de las Esculturas suma una obra clave

Los trabajos serán completados en un mes, con un presupuesto de 2,36 millones de pesos.

Fotos: Pablo Presti-La Nueva.

Por Mario Minervino / mminervino@lanueva.com

   Un cuarto de siglo ha pasado desde la inauguración del Paseo de las Esculturas, uno de los paseos que ayudó a incrementar la actividad al aire libre, que sirvió para recuperar al uso de la ribera del arroyo Napostá y enlazó la zona urbana con el parque de Mayo y el Paseo de la Mujer.

   Por estos días se desarrolla la obra de riego por aspersión y goteo en el lugar, clave para el mantenimiento de árboles, plantas y césped. Los trabajos serán completados en un mes, con un presupuesto de 2,36 millones de pesos.

   La instalación se realiza a poco de haberse completado trabajos de puesta en valor del paseo, con la reconstrucción de su vereda central, la colocación de bancos y cestos y la renovación de su iluminación. También se reacondicionó la fuente seca, con el cambio de su piso y el pintado de su banco perimetral, aunque lamentablemente sigue sin funcionar como tal por un inconveniente en el sistema de bombeo.

   A pesar del estado general que genera una obra de riego --con excavaciones y movimiento de suelo--, el paseo sigue siendo muy concurrido cada día y los fines de semana.

   No menos asistentes tiene la franja de terreno existente entre el arroyo Napostá y la avenida Urquiza, espacio por demás atractivo desde el punto de vista paisajístico, con lugares sol y sombras, bicisendas y la presencia del agua.

   El recorrido lineal del paseo de las Esculturas y de la ribera deriva en un ingreso natural al parque de Mayo, con salida l Paseo de la Mujer, que ha ganado identidad propia, o al paseo urbano de la Carrindanga.

Las esculturas y un simposio

   El paseo de las Esculturas se ubica sobre el entubado del arroyo Napostá, entre Casanova y Sarmiento. Es, junto al parque Bonorat, el único tramo de esa obra hídrica que ha sido tratada de esa manera.

   Pensado originalmente (1993) para contener actividades deportivas --se habló de canchas de padel y tenis--, el diseño se modificó cuando Planeamiento Urbano de la municipalidad acordó utilizar las diez esculturas resultantes del Simposio de escultura monumental organizado por el Museo de Arte Contemporáneo, realizadas por otros tantos artistas, utilizando el rezago ferrovisario existente en la zona del puente Colón.

   El arquitecto Horacio Miglierina, autor del diseño del paseo, no duda en calificarlos como uno de los más exitosos de la historia local.

   "Eso deriva de una sociedad que lo aceptó y lo usa. Es un punto referencial urbano, un hito que además generó plusvalía en su entorno".

   Señala además que la fuente, inaugurada en 1997, fue clave para que el lugar fuera "descubierto". "A partir del agua es donde la respuesta social es diferente a otros espacios", explica.

   Por otro lado refiere que la idea de colocar arte generó "una gran oportunidad", al sacar las obras de los museos y disfrutarlas de manera cotidiana.

   Señala, por último, que el paseo es "de extrema simpleza", que solo requiere se cuidado e intervenciones que "no dañen su identidad".