Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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Tres Arroyos: cómo operaba la Banda del Corsa, condenada por seis robos

La asociación ilícita integrada por 10 personas actuaba en viviendas y comercios, con la connivencia de agentes de Prevención Ciudadana. Los 4 que fueron a juicio recibieron penas de 7 años (dos), 4 años y 6 meses, y 3 años de prisión.

Carlos Subranni fue condenado a 7 años de prisión por el juez Hugo de Rosa. (Fotos: Pablo Presti-La Nueva.)

   La justicia bahiense condenó esta semana a la Banda del Corsa, que entre 2016 y 2017 mantuvo en vilo a vecinos y comerciantes de Tres Arroyos a raíz de la comisión de robos caracterizados por la connivencia entre los ladrones y personal de Prevención Ciudadana municipal.
   El juicio oral, que se llevó a cabo en nuestra ciudad luego de varias idas y vueltas para fijar la sede, fue el más importante en el historial judicial tresarroyense de los últimos años, por la cantidad original de imputados (10) en cuanto a delitos contra la propiedad.
   El fiscal Gabriel Lopazzo dio por probado que entre el 18 de diciembre de 2016 y el 21 de enero de 2017, al menos 10 sujetos mayores conformaron una “asociación ilícita” para consumar en aquella ciudad “robos agravados por efracción o por su comisión en poblado y en banda”.
   Los delincuentes repetían una modalidad consistente en la realización de tareas de inteligencia previas para individualizar los inmuebles, adonde luego accedían de madrugada y en ausencia de sus moradores mediante “boquetes y/o roturas de aberturas”.
   Para garantizar el éxito de los hechos, los acusados desactivaban sistemas de alarma y cámaras de seguridad, usaban handies con la frecuencia policial y distintos autos, exigían la liberación de zonas por parte de agentes de la Patrulla de Prevención Ciudadana dependiente de la secretaría de Seguridad tresarroyense, y vendían ilegalmente los bienes robados.
   De la decena de procesados durante la instrucción de la causa, solo Carlos Subranni, Patricio Álvarez, Néstor Abraham y Jonathan Huertas fueron juzgados por el doctor Hugo de Rosa, del Tribunal en lo Criminal Nº 1 local.
   Subranni y Álvarez recibieron penas de 7 años de prisión; Abraham, 4 años y medio de cárcel; y Huertas, 3 años de prisión en suspenso.
   A este último se lo desvinculó de la asociación ilícita y se le imputó haber sido partícipe en el robo a una maderera en Tres Arroyos.
   En ese momento el nombrado era “verificador de eventos de la empresa de alarmas” contratada por el comercio afectado.
   En el marco del debate, durante el que declararon aproximadamente 25 testigos, el titular de la UFIJ 16 de Tres Arroyos desistió de acusar a Juan José Galeano, quien fue absuelto.


   El fiscal les había endilgado a Subranni, Álvarez, Abraham y Huertas los delitos de “asociación ilícita, robo agravado por su comisión en poblado y en banda (un hecho), robo agravado por efracción (4 hechos) y tentativa de robo agravado por efracción, en poblado y en banda (un hecho)”.
   En los alegatos, Lopazzo pidió 14 años de prisión para Subranni y Álvarez, 7 años de cárcel para Abraham y 3 años y 6 meses de prisión para Huertas.
   Luis di Croce, Emanuel Medina (quien se acogió a la figura del arrepentido), Guillermo Staniscia, Gonzalo Miolo y Mauricio Espinosa recibieron condenas en juicios abreviados.
   Espinosa, empleado de la secretaría de Seguridad tresarroyense, fue sentenciado a 3 años de prisión condicional por “robo agravado por efracción”, y a Staniscia se le impuso la misma pena por “asociación ilícita y robo agravado por efracción”.
   Di Croce fue condenado a 4 años de cárcel por “asociación ilícita, robo agravado por efracción (2 hechos), robo agravado por su comisión en poblado y en banda, y tenencia ilegal de arma de uso civil”.
   Miolo, por su parte, recibió 3 años de prisión en suspenso por “asociación ilícita y robo agravado por efracción”.

Denunció aprietes de un policía testigo

   Carlos Subranni afirmó en el juicio que en febrero de 2017 denunció por narcotráfico al fiscal tresarroyense Carlos Lemble, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nº 13, y al empresario del transporte Carlos Baliña, porque -dijo- sufrió “aprietes” del policía Julio Rodríguez, que llevó adelante la investigación a la Banda del Corsa.
   Por su parte, Baliña atestiguó que el oficial Rodríguez “apretaba a Álvarez (exempleado del testigo) para armar causas”, pero no suministró detalles al respecto ni se refirió al acusado Subranni.
   El declarante agregó la semana pasada que como consecuencia de esos presumibles “aprietes por parte de Rodríguez habría surgido la denuncia que Subranni radicó contra él y el fiscal Lemble”.
   “Además cuestionó a Rodríguez y la actuación de Lopazzo. Hubo momentos de mucha tensión en el juicio porque los defensores cargaron contra el fiscal (Lopazzo) y cuestionaron bastante al testigo Rodríguez, al manifestar de manera coincidente que obtuvo prueba ilegítimamente mediante aprietes”, finalizó una fuente de los Tribunales ubicados en Estomba 34.

Disputa por la sede del juicio oral

Excusaciones. Hace algunos meses se generó una disputa judicial a la hora de definir si el debate oral por este caso se iba a desarrollar en Tres Arroyos o en esta ciudad, ya que, por  diferentes motivos, los jueces de allá se excusaron de intervenir.
Cuestión de agenda. El doctor Hugo De Rosa, por razones de agenda y la tarea inherente al Tribunal en lo Criminal Nº 1 bahiense, quiso trasladar el juicio a Bahía, para no tener que viajar todos los días a las audiencias en Tres Arroyos.
Rechazo. En aquella ciudad hubo rechazo a esa medida porque iba a ser dificultosa y costosa, teniendo en cuenta la logística de traslado de los detenidos y de unos 120 testigos ofrecidos por las partes en primera instancia, casi todos de Tres Arroyos, que deberían recorrer 400 kilómetros (ida y vuelta) para declarar.
En Bahía. Pese a estos inconvenientes, prevaleció la postura del juez bahiense y el debate, finalmente, se realizó en el Palacio de Justicia local.