Bahía Blanca | Jueves, 25 de abril

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Monóxido de carbono: los peores números de los últimos 5 años

En lo que va de 2019 murieron cinco personas. Entre 2015 y 2018 habían perdido la vida seis, por esta misma razón. Análisis de un especialista de Defensa Civil.

Claudio Rodríguez Kiser / crodriguez@lanueva.com

   “Sinceramente no recuerdo un año con tantas personas fallecidas producto del monóxido de carbono. Si bien hubo algunos donde había una o dos personas con saldo trágico, este número nos genera mucha preocupación y nos mantiene alerta”.

   La frase corresponde a José Luis Holzman, titular de Defensa Civil, luego de que la última semana, a causa de una intoxicación con este gas, en la primera cuadra de la calle Córdoba, dos personas perdieran la vida, sumando así cinco víctimas fatales en 2019.

   El año pasado, más allá de los decesos, debieron ser hospitalizadas 18 personas, la misma cantidad que en 2019.

   “Incluso nos llamó la atención que uno ocurrió en diciembre, cuando ya habíamos empezado con la campaña sobre golpe de calor”, sostuvo.

   “Entre los 18 de este año, hubo una familia de abuelos con dos menores que no se vieron afectados por un artefacto a gas sino por el apagón general de energía, porque usaron un generador mal colocado en un garaje y los afectó el gas del escape. El uso de generadores debe hacerse en espacios abiertos”, dijo.

Sin recaudos

   El encargado de Defensa Civil contó que “la campaña de prevención desde el municipio se inició a fines de marzo, a través de las redes sociales, más allá de la folletería que se dejaba en las escuelas donde fuimos a brindar talleres. Uno siempre trata de bajar los números de años anteriores, pero si no tomamos los recaudos mínimos seguiremos afectados”.

   “Nos toma 30 segundos mirar cómo está la llama de cualquier artefacto de gas que usamos para calefaccionar, para ver si es de color celeste o azulado -así debe ser- y no amarilla”, opinó.

   También informó que muchas veces no se respetan las condiciones impuetas por la prestadora del servicio de gas en cuanto a instalaciones, como por ejemplo tener rejillas para ventilar ambientes.

 “En muchos lugares nos encontramos con que esas rejillas están tapadas por cinta, cartón o fueron retiradas”, sostuvo.
Insistió con evitar calefaccionar ambientes con las hornallas o el horno.

   Con respecto al hecho más reciente -lunes 19-, Holzman dijo que “el escenario nos dio indicios de la presencia de monóxido, porque incluso la mascota estaba fallecida. Y esto nos da cuenta que en su mayoría son los adultos mayores quienes tapan todas las hendijas para que no les entre frío y ponen en riesgo su propia vida”.

   Holzman reconoció quelos abuelos son los que sufren más estos hechos, porque “muchos consideran que está bien la latita perforada arriba de la hornalla o incluso el ladrillo, con lo que se potencia la contaminación. Son conductas difíciles de cambiar porque siempre las hicieron. Pasa que antes las construcciones tenían filtraciones y hoy son más herméticas.

   Además de Matías Calahorra (79) y Delia Arias (81), quienes fallecieron en la casa de la calle Córdoba; este año murieron por el monóxido María Donata Scordo (82), el 3 de julio en Los Patos al 1000 y el matrimonio de Nelson Chaves (83) y Emilia Becares (78), el 5 de julio, en una vivienda de Washington al 600.

Qué es

   El monóxido de carbono es un gas que se produce por la mala combustión del gas natural, leña, carbón, nafta, querosén y otros combustibles.

   Es potencialmente mortal ya que es inodoro, incoloro y no irritante y las personas que lo inhalan no se dan cuenta que se están intoxicando.

   Las estadísticas demuestran que la mayoría de las personas que fueron afectadas o fallecieron sufrieron la intoxicación durante las horas de descanso y ni siquiera fueron concientes de ningún malestar previo.