Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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“Sopa de letras” como pasatiempo electoral

La columna semanal de Ricardo Salas, corresponsal de La Nueva. en La Plata.

Archivo La Nueva.

   La decisión de Cristina Fernández de Kirchner de poner al frente de la fórmula presidencial a Alberto Fernández sacudió el escenario político y generó una ola de negociaciones y especulaciones dentro pero también fuera del peronismo ortodoxo.

   A tal punto que, la gobernadora María Eugenia Vidal volvió a emerger como “comodín” electoral de Cambiemos en estos días en los que ha declinado la popularidad de Mauricio Macri en proporción con la crisis económica.

   Todo tiene que ver con todo. Días atás, Macri y Vidal insistieron con polarizar la elección de octubre pese al “renunciamiento” de CFK. La línea discursiva de Cambiemos apela a la cultura del esfuerzo ante la crisis inflacionaria, y un discurso con tintes de confrontación frente al kirchnerismo. Y el contragolpe no demoró en aparecer en el terreno de juego. Justamente fue Alberto Fernández, el encargado en salir a cruzar con dureza a la gobernadora.

   Vidal es la figura más taquillera en términos electorales de todo Cambiemos y, en buena medida, dueña potencial de la mayor parte de los votos del espacio. La Provincia, además, es el distrito que definirá la puja por la presidencia.

   El precandidato presidencial del poskirchnerismo le imputó a la mandamás bonaerense llevar adelante una política “carente de contenidos” y de contar con blindaje mediático. El presnto caso de “gatillo fácil” que se llevó la vida de 4 jóvenes durante una trágica persecución policial en San Miguel del Monte conmovió la estructura gubernamental. La seguridad ciudadana es responsabilidad política de la gestión Vidal.

   “Vidal va terminar su mandado dejando una Provincia con mayor pobreza, más deuda, más desempleo, menos industrias, menos escuelas y con déficit fiscal los 4 años!!!”, se despacharon por las redes sociales distintos actores del peronismo opositor, como la exministra sciolista de Economía, Silvina Batakis.

   “Ya no se trata de hacer lindos discursos o poner carteles, sino de mostrar hechos concretos que demuestren que esta vez vale la pena”, afirmó Vidal después de asegurar que “empiezan a verse los frutos” de su gestión y del Gobierno nacional, durante la apertura de una fábrica ferroviaria en Bragado.

   “La gobernadora ha desempeñado un enorme trabajo en la Provincia, con el coraje y la fortaleza para dar las discusiones que había que dar. Nos quisieron hacer creer que estábamos en una provincia inviable, pero demostró que no es así, y que se puede poner en marcha un proyecto de crecimiento concreto”, aseguran referentes legislativos de Cambiemos.

   El oficialismo advierte un escenario electoral parecido al de 2015, básicamente, porque el PJ parece encaminado a concurrir una vez más dividido a la cita electoral.

   En la Gobernación confían en que Vidal corre con una ventaja extra: la comparación de su gestión con los 28 años de anteriores administraciones peronistas bonaerenses, sumado a la estrategia de mostrar “cercanía con la gente” que maneja desde el inicio de su mandato.

   A todo esto, los intendentes peronistas andan a los codazos para ver quién pierde contra el dedo largo de CFK a la hora de proclamar “candidatos” en la fórmula provincial.

   Los alcaldes pretenden imponer una vieja postura dentro del PJ: que haya un representante de ese sector municipal. Los intendentes anotados son el lomense Martín Insaurralde y la matancera Verónica Magario. Pero, el economista Axel Kicillof, quien viene caminando la Provincia desde el año pasado, aparece como el único postulante capaz de retener la mayor parte del voto duro kirchnerista.

   Indudablemente, la variable en la fórmula nacional provocó también confusión en un escenario bonaerense donde las pocas certezas que se barajaban quedaron en la nada. Desde la candidatura del oficialismo con la reelección de Vidal incluida, hasta el panorama de los dirigentes del peronismo con intenciones de dirimir la suerte electoral en las Primarias.

   Apoyados sobre el fracaso de la política económica del Gobierno nacional, legisladores bonaerenses del Frente Renovador volvieron a juntarse para ratificar su apoyo a la candidatura presidencial de Sergio Massa, pero dejando expresada la posición que llevarán al Congreso que se realizará el 30 de mayo y que definirá la estrategia electoral de ese espacio. 

   “Lo importante es poner el foco en la difícil situación social y dejar de lado los egos para empezar a pensar en la construcción de una nueva mayoría que contenga a todos para así diagramar el nuevo gobierno que saque al país adelante”, afirmaron.