Bahía Blanca | Jueves, 28 de marzo

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“Resultó todo demasiado bien, porque casi siempre estuvimos peleando adelante”

Y un día, Juan Ignacio Torres volvió al ruedo. A pesar de abandonar en la última final de Clase 2 de Turismo Nacional, el tornquistense se llevó buenas sensaciones tras casi cinco años de inactividad.

Fotos: Apat y Archivo La Nueva.

Por Tomás Arribas / tarribas@lanueva.com
(Nota publicada en la edición impresa de hoy)

   La mente no olvida, dicen por ahí. El paso del tiempo, casi cinco años para ser un poco más precisos, habrá acumulado algo de telaraña en esas muñecas, pero nunca óxido.

   Aguerrido, temperamental y veloz, descripción precisa para las cualidades conductivas del piloto/preparador tornquistense Juan Ignacio Torres, quien un día retornó al volante de un Clase 2 de Turismo Nacional.

   Y como dice el dicho, “el zorro pierde el pelo, pero no las mañas”. Juanchi demostró que aún reúne dichos atributos a la hora de acelerar en pista. Aunque, por supuesto, la readaptación tuvo un precio...

   “Obviamente que las primeras vueltas me costaron bastante, sentí la falta de actividad. Si bien en el primer entrenamiento utilicé gomas viejas, noté falta de ritmo en la conducción. Recién sobre el cierre del fin de semana logré sentirme pleno. Pero la realidad es que tal vez hubiese necesitado unas vueltas más para sentirme pleno. No es para menos, hacía rato que no me subía”, argumentó Torres, quien había participado por última vez en Concordia 2014.

   De todas maneras, amén del triste desenlace de fin de semana en el Parque Centenario de Neuquén, escenario de la cuarta fecha del certamen, el retorno de Juanchi, dos veces ganador en la Clase 2 (ver aparte), dejó una gran impresión en propios y ajenos.

   De continuar en la competición, algo sujeto al día a día del taller y a las responsabilidades, con seguridad habrá que depositarle una ficha al crédito de la localidad serrana.

   “Resultó todo demasiado positivo, porque casi siempre estuvimos peleando bien arriba. Lástima que en la final tuvimos una complicación con los neumáticos delanteros y eso nos relegó un poco”, resumió Torres, quien debió abandonar en la séptima vuelta de la final.

   “La idea--agregó--es poder alquilar el auto de ahora en más. Para eso, debemos estar seguros que funcione todo a la perfección. Por eso opté ahora por correrlo yo, porque al no saber dónde estábamos parados había que tratar de desarrollarlo y dejarlo en condiciones. Si no se puede alquilar, veré de correr alguna fecha más”.

   —¿Te sorprendió tan buen desempeño? Por un lado, hacía rato que no te subías, y por el otro, Fernando Goméz Fredes había manifestado que al auto le faltaba ritmo...

   —Con Fernando (NdR: había competido la fecha anterior con el mismo auto) no tuvimos buenos resultados, estábamos bastante lejos; sumado a que El Villicum era muy exigente con los frenos y la temperatura de los mismos, lo cual nos relegó aún más. Pero, más allá de eso, yo sabía que estaba el potencial del auto. Era cuestión de trabajar y solucionar algunos problemitas.

   —Y eso que el Corsa se estrenó en 2007. Pero, por lo visto, aún mantiene la esencia veloz.

   —Sí, exacto. Si bien tiene las actualizaciones reglamentarias de caja de cambios y motor, después mantiene todo de su concepción original. En definitiva sigue estando vigente, porque con todo lo que se le hizo sigue en condiciones de pelear arriba. Donde yo me adapte más y puliendo algún detalle, el auto es bárbaro.

   ¡Vaya si lo fue! Cumplida la jornada sabatina, el óptimo y auspicioso rendimiento del Chevrolet Corsa naranja y blanco N°110, también conducido alguna vez por Mariano Morini, se había cristalizado en el octavo cajón de partida para la final, entre 34 participantes. Nada mal, ¿no?

   “De entrada estuve prendido adelante. Yo sabía que el auto iba a funcionar bien. En el segundo entrenamiento quedé a medio segundo del mejor tiempo, que ya eso era demasiado bueno e impensado, considerando que hacía casi cinco años y medio que no corría. En cinco vueltas que giré ya me pude medir de igual a igual", enfatizó.

   "En la serie se dio una buena carrera. Largué bastante bien, pero, en el afán de avanzar en la primera curva, perdí dos posiciones. Pude remontar y quedar cuarto, pero acercarme a la punta era imposible. De no haberse alejado tan rápido el pelotón, quizás hubiese terminado cerca, porque venía girando al mismo ritmo sobre el final. Así que opté por dar las vueltas y asegurar el cuarto puesto, que era buenísimo", resumió.

   —Lástima lo ocurrido en la final...

   —Colocamos gomas nuevas y el auto se vino para atrás. Pero tampoco había opción, porque los neumáticos usados en la serie ya estaban gastados. Lástima que todo terminó con un toque (NdR: Juan Ignacio Canela entró pasado y lo embistió de atrás en una curva). Por suerte no se dañó mucho.

   No lo confirmó aún, pero, de haber revancha, quedó demostrado que Juanchi está en condiciones de volver por lo suyo...

Concordia 2014, la última vez

   Se hizo desear. Apenas cinco vueltas pudo completar Juanchi Torres en la final de la Clase 2 disputada en Concordia, el 11 de mayo de 2014. Aquella competencia, ganada por Adrián Percaz (Peugeot 207), había sido su última participación en el TN.

   Pergaminos. Dos triunfos registra en el historia de Torres en la Clase 2. El primer éxito lo consiguió en San Rafael 2009, mientras que el restante ocurrió en Pigüé 2010.