Bahía Blanca | Viernes, 04 de julio

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Entre velas y pancartas, marcharon para pedir justicia por la muerte de Agustina Bustos

 “Es una cruz gigante la que estamos llevando”, dijo el papá Aníbal Eduardo Bustos.

Fotos: Emmanuel Briane-LaNueva.

   “Nosotros nacimos de nuevo y estamos aprendiendo a vivir con esto que nos toca. Es una cruz gigante la que estamos llevando la familia, los amigos y los que conocieron a Agus; y entre todos nos apoyamos y nos ayudamos”, dijo Aníbal Eduardo Bustos durante la marcha desarrollada anoche al conmemorarse el primer aniversario del asesinato de su hija.

   Un poco más de 150 personas marcharon a partir de las las 20.10 desde la sede municipal y a través de Alsina, Soler, Belgrano, Donado, Vieytes, Rondeau, Estomba y Chiclana para volver el sitio de iniciación, luego de recorrer silenciosamente portando pancartas y velas encendidas, a lo largo de los 1.500 metros.

   “La marcha la hicimos a esta hora para recordar que fue justo en este momento que se llevaron la vida de mi hija y se pretende hacerla por todos, para que la Justicia actúe de una vez por todas. No puede ser que vos salgas a la calle y te enteres de un caso en el que intervino un tipo con frondoso prontuario. Qué hace en la calle un tipo con frondoso prontuario, cuando tendría que estar encerrado y contenido o lo que sea... Yo soy de otra idea, pero pongámosle que esté contenido...”, amplió Eduardo.

   Por la muerte de Agustina (19 años), registrada en el barrio Rucci el 3 de abril del año pasado, está detenido Matías Diego Moreno (19).

   “Estoy muy satisfecho con la labor del fiscal (Jorge Viego). Su tarea es excelente, es un tipo muy comprometido con todo el trabajo que lleva, como así también de la abogada que me representa (Viviana Lozano) que también está convencida y actúa de la manera que corresponde”, confío el hombre.

   Para Eduardo “la condena tiene que ser perpetua. No hay otra alternativa. Lo que pasa es que acá, la perpetua nunca es perpetua... Lo que yo no quiero es encontrarme un día en la calle con el tipo que se llevó la vida de mi hija, porque ahí sí que no sabría cómo reaccionaría”.

   El hombre nunca pudo pasar por el lugar donde fue asesinada su hija, ni siquiera hoy, cuando se desarrolló en acto simbólico en ese sitio.

   “Hoy fue mi hermana a pintar el corazón rojo con el nombre de Agus arriba en el lugar donde fue el hecho, pero yo no he podido ir”, concluyó.