Marcelo Broggi: "Nunca viví algo así, fue un triunfo heroico"
El entrenador de Olimpo fue el único que se acercó a dialogar con la prensa en un medio de un clima hostil, que tuvo lugar anoche en el estadio de Mitre de Santiago del Estero. "Pasé por diferentes estados de ánimo y no se lo deseo a nadie", dijo.
Por Javier Oscar Schwab / jschwab@lanueva.com
Enviado a Santiago del Estero
Pasó un tiempo prudencial mientras la policía intentaba calmar las aguas en un estadio -el de Mitre de Santiago del Estero- donde anoche reinaba el caos. En el vestuario aurinegro la decisión de no salir a exponerse fue la correcta y todo indicaba que la prensa se quedaría sin testimonios.
Fue allí cuando actuó la dirigencia de Olimpo para acercar a Marcelo Broggi, director técnico aurinegro, quien accedió y dialogó, en un rincón del poblado hall custodiado por policías, con los pocos medios presentes.
"Fue un triunfo heroico. Parecía imposible cuando terminó el primer tiempo, pero se notaba que Mitre nos daba espacios para jugar y es así que decidimos ir 10 metros más arriba. Por suerte todo salió bien", dijo Broggi.
"Tenemos que saber quiénes somos, si el equipo del segundo tiempo o los del primero. Se ganó, es cierto, pero hay que seguir mejorando", agregó.
—¿Cuál fue el mensaje para los jugadores en el entretiempo?
—Hubo dos estados de ánimo. Por un lado el mío y por otro el del plantel. Les dije que había que defender este club a muerte, con convicción, entrega y con sangre o que, de lo contrario, teníamos que irnos todos a trabajar a un supermercado. Recalqué que se animen a jugar, porque no hacíamos tres pases seguidos.
—Cambió el esquema, puso a un delantero como (Marcelo) Argüello.
—Desarmé la línea de cinco en el fondo, pasé a Lucas Lazo al medio porque estaba con tarjeta amarilla y lo mandé a Lacunza atrás. Lo hice porque (Joaquín) Quinteros es un zurdo picante por su sector. Tenía miedo de sufrir una expulsión. Mitre tenía a Alesandroni y Navarro, dos jugadores con buen pie, y nos atacaban permanentemente, pero dejaban espacios. Llegamos al gol, no aflojamos y decidí hacer entrar a Vidal, quien resultó importante metiendo pelotas profundas.
—Marcelo (Argüello) venía cuestionado, pero en este partido aportó, con su ingreso, para la mejoría del equipo.
—Cuando las cosas vienen mal somos todos renegados y relegados. El esfuerzo de Marcelo es el de todos los muchachos. Yo lo veo en el entrenamiento, lo resalto. Nos estaba faltando un partido así, darnos cuenta que podemos.
—¿Algunas vez, en su extensa trayectoria como DT, vivió algo parecido a lo sucedido en este partido?
—No, no... Pasé por diferentes estados de ánimo y no se lo deseo a nadie, porque en el primer tiempo todos sentimos dolor. Se me cruzaban diferentes imágenes por la cabeza. Pero después llegó la alegría, la reacción increíble del equipo que me pone muy feliz.
—Ahora habrá que contener la ansiedad.
—Y buscar el equilibrio. Me ha tocado pelear el descenso, vivir momentos muy duros. Eso sí, nunca viví esto de remontar un 0-3, en un partido tan intenso contra un rival que sin bien no consigue resultados está armado para pelear más arriba.
—Quedan cuatro finales, ¿se afrontan con otro semblante?
—No. Serán finales. Personalmente estoy convencido de lo que quiero, se los transmito a los jugadores. Ellos se tienen que dar cuenta que no podemos tomarnos ninguna licencia, que la convicción y las ganas no se negocian; el triunfo ante Mitre fue una clara muestra de cómo en fútbol todo se puede.