Bahía Blanca | Viernes, 19 de abril

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“Salir campeón no me cambió la forma de ser, sigo siendo el mismo”

Fernando Caputo se prepara con todo para revalidar los laureles. Lejos de creérsela, el campeón, ahora radicado en Sierra de la Ventana, mantiene las ganas de acelerar.

Fotos: Archivo- La Nueva y gentileza Maximiliano Ubach.

Por Tomás Arribas / tarribas@tarribas.com
(Nota publicada en la edición impresa de hoy)

   Quédense tranquilos sus seguidores, que las ganas de acelerar siguen intactas, como desde aquel viernes 24 de noviembre de 2000.

   La consagración como alumno ejemplar del Midget, para algunos tal vez supondrá un cambio de personalidad de Fernando Caputo (42) al volante, luego de quitarse toneladas de peso de sus espaldas.

   Pero no, el flamante “1” de la divisional regional por excelencia aún conserva ese hambre inherente a la esencia de todo piloto, con el agregado de otra ardua misión por cumplir: revalidar los laureles.

   “No quería que mi paso por la categoría durante tanto tiempo no me haya dado al menos un título. Siempre habíamos estado cerca, pero por una cosa u otra no se daba. Ahora que ya lo tengo, me pasa que estoy tranquilo y sin tener que presionarme con plazos para lograrlo”, reflexionó Feti.

   “No voy a negar -agregó- que me relajé un poco. Pero, por otro lado, todavía tengo las mismas ganas de correr y acelerar. Mi equipo y yo estamos muy motivados para seguir dando pelea y tratar de mantener el número”.

   —¿Te cambió en algo ser campeón de Midget?

   —Yo soy medio parco con esas cosas. Salir campeón no me cambió la forma de ser, sigo siendo el mismo. El título es un orgullo y una satisfacción personal. Y se terminó ahí. No me siento más por ser campeón, para mí sigue todo igual.

   “Por momentos me hacen creer que lo logrado fue algo muy grande, pero todavía no caigo mucho. Me cuesta ser realista y dimensionar que logré algo grande en una categoría tan importante. Pero siempre fue más un deseo personal que otra cosa”, remarcó.

   Por desgracia, el nuevo emperador del Midget apenas pudo lucir el “1”, ya que un accidente en la primera función del Invernal pasado (el 5 de mayo) le ocasionó la rotura de un tendón en la mano izquierda.

   “La recuperación fue lenta. Soy medio animalito con esas cosas y no le di mucha importancia. Solamente fui a dos sesiones de kinesiología, de diez que me habían recetado. Como ando tan a las corridas con mi rutina, donde dejé de ir me resultó muy difícil retomar. No tengo dolor, así que no habrá problemas para manejar”, aclaró.

   —¿Te mantuviste cerca del Midget a pesar de eso?

   —Mirá, te diría que no hice más nada vinculado al Midget hasta ahora que empecé a ir al taller para hablar con Fernando (Rodríguez, su chasista), a observar los trabajos. Recién ahora me estoy metiendo en tema, porque con el mucho trabajo del año y la familia, me mantuve muy desconectado.

   —¿Cómo vienen los trabajos? ¿Tiene algo distinto el auto nuevo?

   —Es similar a lo que usé el año pasado. Se hizo una pasada en limpio y creo que está todo bien. Me da mucha tranquilidad saber que, hoy por hoy, se hacen las cosas de otra manera, con moldes, matrices y demás medidas. Además será muy bueno tener varios autos en el taller, para así disponer distintos parámetros de puesta a punto.

“Valen está muy bien”

   El 2019 fue un antes y después en todo sentido para el Feti, quien, además de alcanzar la cima deportiva, dio un golpe de timón en su vida personal.

   Debido a complicaciones de salud de su hijo Valentín (6), la familia Caputo armó las valijas y se mudo a Sierra de la Ventana.

   Más allá del desgaste lógico que implica la acumulación de kilómetros diarios, y todo lo que ello conlleva, el sacrificio valió la pena...

   “Valen anda muy bien. Desde que nos mudamos no tuvo más problemas respiratorios. Todo lo contrario, puede hacer actividad física y tener una vida normal”, contó sobre el segundo de sus tres hijos varones, quien este año debutará en Micromidget.

   “Le han hecho todo tipo de estudios y no tiene nada. Seguramente, con los años, y en la medida que vaya creciendo, tendría que mejorar. Cualquier resfrío o congestión, automáticamente le genera fiebre y broncoespasmos; ha llegado a estar dos o tres veces internado en un mes. Hace 4 meses que estamos en Sierra y nunca más tuvo problemas”, cerró.