Adopción: en Bahía se inicia, en promedio, un trámite por semana

Redacción de La Nueva.

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Juan Pablo Gorbal / [email protected]   

   El 9 de octubre pasado, la Suprema Corte de Justicia provincial convocó a postulantes para la guarda de "R", un chico de 7 años "alegre, comunicativo, sociable y entusiasta, que busca sobresalir en su grupo de pares".

   "R" es muy afectivo y demostrativo, "le gusta correr, saltar, jugar y practica natación sin ninguna dificultad", tiene una ligera dislalia aunque su lenguaje es amplio.

   Fue diagnosticado con trastorno global del desarrollo y presenta una malformación congénita porque no completó durante su gestación los arcos costales anteriores izquierdos, por lo cual tiene que usar una pechera torácica. Concurre a una escuela especial y tiene buena integración y desempeño.

   Como "R" -cuya causa tramita ante la justicia de San Martín- hay otros 178 niños y adolescentes bonaerenses que se encuentran institucionalizados o en hogares transitorios, que figuran en la página oficial de la Suprema Corte y que buscan un mejor destino.

   La adopción es una salida para muchos "R". Y también para los casi 2 mil adultos postulantes que esperan en el registro de aspirantes, al cual pueden acceder personas domiciliadas en la provincia de Buenos Aires, sin importar su estado civil, con 25 años de edad o más y una diferencia de 16 años con el potencial adoptado.

   La estadística de la Corte refleja que en los últimos 6 años se triplicaron las adopciones en el territorio bonaerense: aumentaron de 160 en 2013 a 443 en 2018.

   En Bahía, algunos operadores del sistema creen que sí hubo un incremento, aunque no tan fuerte sino que apuntan a una mayor y más eficiente carga de los datos a partir de la informatización general del sistema y un control más riguroso de cada caso.

   Sin embargo, en los últimos 3 años se registró en nuestra ciudad un promedio de un trámite de adopción todas las semanas, hecho se que puede considerar como destacado.

"El número no es menor"

   Guillermo Lammle, asesor de Menores e Incapaces, confirmó que en lo que va de este año (hasta el 23 de octubre) 31 chicos entraron en el proceso de adoptabilidad, la misma cantidad que en todo 2017 y 11 menos que en 2018, cuando se tramitaron 42 casos.

 "No hay grandes cambios. De todas maneras, el número no es menor", admitió Lammle.

   Los Asesores de Menores e Incapaces dependen de la Procuración y tienen la función de representar, asistir y defender los derechos de los niños.

   "La reforma del Código Civil y Comercial (agosto de 2015) agilizó el trámite en un aspecto: los padres biológicos ya no son parte del proceso directo de adopción, sino que lo hacen en etapas previas, antes de la declaración de adoptabilidad firme y consentida", explicó.

    En Bahía hay 440 menores abrigados o en hogares transitorios. De ese total, 142 se encuentran hoy en "estado de abandono", es decir dispuestos a la adopción luego de que se agotara toda instancia de revinculación con su familia de origen.

   Cuando se retira al niño de su hogar natural -por violencia, abuso, desamparo u otra situación-, se notifica a un juzgado de Familia, se dicta una medida de abrigo y los Servicios Locales cuentan con 6 meses para tratar de recomponer el vínculo.

   Si no se registran avances ni se logra un referente afectivo, el chico -previa audiencia judicial con los padres biológicos- accede a la etapa de "abandono" y luego queda en "estado de adoptabilidad", como se encuentran al menos 39 niños en nuestro medio, mientras que otros 47 ya están en la fase de guarda preadoptiva, que es un periodo de 6 meses para saber si funciona la convivencia con la nueva familia.

   "Pocas veces se desiste después de la guarda, aunque hay algunas vinculaciones que no funcionan, especialmente con los menores más grandes. Lo que siempre hay que tener en cuenta es que la adopción es la última instancia", reconoció Lammle.

Los tiempos del proceso 

   "No se puede estimar un cálculo del tiempo del proceso porque cada caso es distinto e inciden muchos factores. Pueden ser dos años o un poco más. A veces no se puede notificar a los padres biológicos para la audiencia y se demora 4 o 5 meses solo en ese trámite. Sí es más ágil el proceso de adopción final", sostuvo Lammle.

   Un matrimonio, los integrantes de una unión convivencial o una persona sola (soltera, viuda o divorciada) están habilitados a adoptar, según el artículo 599 del Código Civil.

   "No tenemos discriminados datos en el sistema, pero en mi asesoría tengo casos de adopciones monoparentales, por ejemplo la de un hombre que adoptó a un chico de 14 años que había pasado por una institucionalización muy larga, y que está funcionando realmente muy bien. También de mujeres solas y de parejas homosexuales", informó el funcionario.

   En todos los casos, la prioridad es el menor y su parecer y sentir.

   "Se hace una evaluación del perfil del menor y de lo que necesita. Se trabaja en conjunto con los equipos técnicos de los hogares, juzgados de Familia y Servicios Locales y se consensúa determinado perfil para buscar compatibilidad con posibles adoptantes. Siempre es importante escuchar al niño, lo que cambia es el criterio, porque al de 4 años lo interpretás a través de un equipo psicológico, en un marco de juegos, y al de 8 o 9 ya se lo escucha 'in voce'. El Código no establece límites en este sentido, sino por el grado de madurez".

Qué sucede después de los 18

   De todos los aspirantes en la provincia de Buenos Aires, entre 1.500 y 1.600 tienen voluntad adoptativa de chicos de 1 o 2 años de edad y apenas 15 aceptan preadolescentes o adolescentes de 12 años o más.

   ¿Qué pasa con los menores de 16 o 17 años institucionalizados cuando llegan a la mayoría de edad?

   "Cuando la permanencia en el hogar es irreversible se busca trabajar con ese chico en un programa de autonomía, para que, a los 18 años, cuente con alguna herramienta que le permita desenvolverse en la vida", informó el asesor.

   A partir de los 16 cuentan con una beca del Sistema Sostén, del Ministerio Público, que es una ayuda económica que llega hasta la mayoría de edad.

   Después también pueden incorporarse al programa Autonomía Joven, en el cual interviene el Ministerio de Desarrollo Social y que está destinado a jóvenes institucionalizados de hasta 21 años (o hasta 25 que acrediten estudios) que a la ayuda monetaria le agrega capacitación en algún oficio, para tratar de insertarse en el mercado laboral.

"Debe haber un cambio esencial de los aspirantes"

   Sustanciales cambios en materia de adopción incorporó el unificado Código Civil y Comercial (entre los artículos 594 y 637), vigente desde el 1 de agosto de 2015.

   Esa información la confirmó la licenciada Carolina Recalde, presidenta del Movimiento de Ayuda a Matrimonios Adoptantes (MAMA), quien esta semana participará del Congreso Mundial de Salud Mental que se realizará en Buenos Aires, con más de 2000 ponencias de nuestro país, Brasil, Sudáfrica, Reino Unido, Australia, Italia, Israel, Estados Unidos, Chile, Canadá, Kenia, Portugal y Uganda.

   Con la nueva normativa, los chicos pasaron de ser "objetos de derecho" a "sujetos de derecho" y la diferencia entre adoptante y adoptado no es más de 18 años sino que puede ser de 16.

   Por otra parte, la edad mínima para adoptar ahora es de 25, cuando antes era de 30 y también se habilita la inscripción en los registros de parejas en unión convivencial.

   El Código nuevo, a su vez, impide lo que se llama "entrega directa" del niño y prevé una guarda (previa, de integración) de 6 meses y no de un año, como era antes de 2015.

  "La ley se modificó y, aunque es perfectible, es muy superadora a la anterior", dijo Recalde.

  "El cambio esencial debe ser el de los aspirantes a adoptar con respecto a la disponibilidad adoptiva", amplió.

   En este sentido, Recalde remarcó que "si miramos las estadísticas, un elevado porcentaje desea niños de la primera infancia y si no tienen ningún problema de salud, mejor. Pero los niños reales que están en situación de adoptabilidad son de la segunda infancia, adolescentes, grupos de hermanos o con patologías", comparó.

   "Aquí es donde debemos reflexionar, prepararnos, informarnos y formarnos para ampliar esa disponibilidad y no perder de vista que el derecho de vivir en familia es del niño", entendió.

Conferencia: ¿Qué pierden los niños?

Disertación. En el Congreso Mundial de Salud Mental, la bahiense Carolina Recalde disertará sobre el tema ¿Qué pierden los niños en la adopción?

Trampa. "Los padres tendemos a pensar en la adopción como un encuentro maravilloso. Con frecuencia caemos en la trampa de creer que la adopción solo implica beneficios para todos, olvidando lo que unos y otros perdimos en ese camino", comentó.

El dolor. Está claro, en general, qué pierden padres biológicos y adoptivos, pero no así los chicos. "¿Qué características tienen las pérdidas? ¿Cómo reconocemos el dolor? Por muy convencidos que estemos que se gana más de lo que se pierde, no podemos olvidar que toda adopción implica pérdidas y que las pérdidas necesitan su duelo para ser asimiladas", advirtió.

Taller. Además del congreso, MAMA estará presente (junto con Recalde viajará la vice, Alejandra Cerolini) en el Noveno Encuentro Nacional de Ser Familia por Adopción, a través de un taller denominado: Juegos, juguetes y lecturas que vinculan.

Actividades. Durante el encuentro se presentará "la mesa de materiales", para que cada participante del taller pueda "hacer volar su imaginación" y pensar qué podrían llegar a construir con esos objetos, de manera de poder vincularse con los niños que serán sus hijos.

Lectura. También presentarán una serie de libros para niños y adolescentes y material lúdico elaborado por las talleristas.