Bahía Blanca | Viernes, 29 de marzo

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Viviendas, la gran cuenta pendiente que deja Cambiemos para Axel Kicillof y Alberto Fernández

En 2010 el déficit habitacional en Bahía Blanca y los distritos del Sudoeste rondaba las 20 mil casas. En 2017 trepó a 21 mil, dato que se mantiene sin variaciones hasta hoy. Cuántas unidades se terminaron desde 2015 y cuántas quedan por finalizar.

Fotos: Archivo La Nueva.

Juan Ignacio Schwerdt / jschwerdt@lanueva.com

   Una de las grandes tareas pendientes que dejan las gestiones provincial y nacional de Cambiemos es, sin lugar a dudas, la construcción de viviendas. Los datos son elocuentes: sólo en Bahía Blanca y los 12 distritos que la rodean, el déficit estimado actual ronda las 21 mil unidades habitacionales.

   Los archivos de La Nueva. revelan que la demanda insatisfecha casi no ha variado desde 2008. En julio de aquel año un relevamiento arrojó que, sin contar a Bahía Blanca, el déficit rondaba las 10 mil unidades; hoy, 11 años después, asciende 9.750 casas.

   En mayo de 2010, un segundo relevamiento -esta vez, con Bahía Blanca incluido- arrojó que el déficit rondaba las 20 mil casas. El último informe al respecto, de 2017, mostraba el dato que se mantiene hasta hoy: una carencia de 21 mil casas.

   La conclusión es obvia: los distintos programas que se desarrollaron en la última década -como el Federal o el ProCreAr, entre otros- apenas cubrieron el aumento de la demanda, pero no atacaron el déficit de base, que se mantiene estable desde hace 11 años.

   Bahía Blanca concentra algo más de la mitad de esa cifra: hoy faltan unas 11 mil casas, según se desprende del Registro Único de Postulantes, que se puede consultar online.

   Otras carencias importantes se detectan en Patagones(2.000) y Villarino, Coronel Suárez y Coronel Rosales (1.000). El resto -Coronel Dorrego, Coronel Pringles, Saavedra, Monte Hermoso, Puan, Tornquist, Guaminí y Adolfo Alsina- tiene déficits que van desde las 500 a 700 unidades.

En los últimos cuatro años, entre poco y nada

   Cuando María Eugenia Vidal y Mauricio Macri asumieron como gobernadora y presidente de la Nación, respectivamente, en la provincia había unas 33.700 viviendas sin terminar. Según datos oficiales, el 80% de esas obras (unas 27.000 unidades) estaba paralizado.

   A raíz de eso, se tomó la decisión de priorizar la terminación de los trabajos en marcha o frenados, y recién después lanzar nuevos programas.

   Sin embargo, a semanas de que Vidal y Macri dejen sus respectivos cargos, la realidad muestra que ni siquiera se cumplió el primero de los objetivos: desde diciembre de 2015 hasta hoy en el Sudoeste bonaerense apenas se terminaron 1.294, y aún hay otras 621 en ejecución.

   Del total de casas finalizadas en los últimos cuatro años, más de la mitad (unas 670) corresponden a Bahía Blanca.

   En cuanto al resto de los distritos, sólo dos pudieron concluir y entregar más de 100: Patagones (284) y Adolfo Alsina (130).

Coronel Dorrego fue el único municipio de la zona que en estos años llevó adelante un plan municipal de construcción de viviendas. En ese marco, se levantaron 20 casas.

   Con menos de 100 unidades terminadas desde 2015 aparecen Coronel Pringles (69), Villarino (50), Coronel Dorrego (49), Puan (20), Saavedra (11) y Coronel Suárez (10).

   En cuanto a las casas que aún están en ejecución, el 75% se localiza en tres distritos: Patagones (239 unidades), Coronel Pringles (131) y Coronel Suárez (100).

   Mucho más atrás, en cuanto a viviendas en marcha, aparecen Tornquist (37), Bahía Blanca (32), Saavedra (32), Adolfo Alsina (24), Villarino (10), Puan (10) y Guaminí (6).

Ante la falta de programas de vivienda, varios municipios de la zona lanzaron en los últimos años proyectos para lotear tierras propias y venderlas a precios sociales. “De esta forma, llevamos ajudicados 800 lotes”, contó Jorge Isaac, secretario de Obras Públicas de Patagones.

   Aquí aparece un dato llamativo: en Coronel Rosales y Monte Hermoso no se terminó una sola vivienda de un plan estatal en los últimos cuatro años, y tampoco hay ningún barrio en marcha.

   “Todos los programas habitacionales fueron terminados antes de diciembre de 2015. De allí en más, no nos dieron ninguna casa más. Y eso que tenemos tierras municipales con servicios, listas para construir”, refirió el intendente de Monte Hermoso, Marcos Fernández.

   Según el jefe comunal, el déficit de viviendas ronda las 600 unidades. “Y eso sólo si consideramos a familias con más de 10 años de residencia en nuestra ciudad. Si lo ampliamos, debe superar las 1.000”, estimó.

   El intendente rosaleño Mariano Uset explicó que la Provincia priorizó “la terminación de obras iniciadas”, lo que terminó perjudicando a su distrito porque “no teníamos planes en ejecución”.

   “Estábamos atrás de un gran proyecto que el Instituto (de la Vivienda) le había otorgado al gremio de Luz y Fuerza, en 2009, pero no se dio. Nosotros presentamos proyectos, pero fuimos resignando nuestras pretensiones para avanzar con esa iniciativa. Se avanzó un poco y se hizo la transferencia de los lotes. Hoy estamos listos para hacer la nivelación”, señaló.