Bahía Blanca | Martes, 23 de abril

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A pulmón, detrás de los sueños

A sus 29 años, el cantante whitense “Nes Campano” fue distinguido como uno de los 10 jóvenes sobresalientes de la Provincia de Buenos Aires.

Cecilia Corradetti

Ccorradetti@lanueva.com

 

   El artista local Néstor Campano recibió en las últimas horas una noticia que le renovó el espíritu y el deseo de seguir detrás de su sueño como cantante.

   El Programa Internacional “JCI TOYP” lo distinguió como uno de los 10 jóvenes sobresalientes de la Provincia de Buenos Aires, cuyo objetivo es reconocer la labor destacada de quienes mostraron ser sobresalientes en sus áreas de conocimiento, en este caso en el rubro “Logros culturales”.

 

 

   La ceremonia de premiación será el viernes 25 del corriente mes, a las 20, en el auditorio de la Cámara Arbitral de Cereales de Bahía Blanca, Saavedra 636. Previamente, el próximo viernes 18, este whitense, de 29 años, se presentará a las 23 en Cervecería Prisma, Mitre 416 y el 23, a las 20, en el Ciclo de recitales SADAIC, en el Centro Cultural Cooperativa Obrera, Zelarrayán 560.

   Ambos espectáculos, con entrada libre y gratuita. Con una sonrisa a flor de labios, “Nes” Campano, tal su nombre artístico, cuenta que el pasado 14 de septiembre “se desayunó” con la noticia y asegura que no pudo ocultar su alegría.

   “Significó un respiro para cargar energías y continuar en medio de una carrera hermosa pero nada fácil. Porque todo cuesta tanto que, cuando valoran lo que hacés realmente es un combustible”, reflexiona, junto a su banda inseparable, la misma que lo ayudó a crecer y a convertirse en el artista carismático y con proyección que en el que se ha transformado. “Mi carrera fue y es a pulmón, soy un chico con sueños, como cualquier otro, un artista que todo lo pudo construir trabajando duro. Insisto, en esta carrera es trascendental la valoración”, dijo. Néstor era un niño cuando empezó a cantar en su Ingeniero White natal.

   No había fiesta familiar donde no mostrara sus dotes y asegura que desde los 8 a los 18 las escuelas lo “utilizaban” para los actos y festivales. Era un número fijo.

   En definitiva, “utilizar” es una manera de decir: él lo disfrutaba y, de hecho, reconoce que fue lo que marcó su base. A esa edad, empezó a trabajar como cadete en el por entonces diario “La Nueva Provincia”.

   Y también allí solía encontrar “huecos” para cantar, entonando melodías en los brindis de fin de año. Como una noche, cuando cantó “Nadie Duerme”, de Giacomo Puccini y todos lo aplaudieron. Para un chico de pueblo, criado en el potrero, visitar Madrid, en agosto pasado, representó una oportunidad única.

   “Fue inolvidable. Era un desafío y llegué maravillado por la respuesta del público. Fue una sensación hermosa cuando, al decir que era argentino, redoblaban la apuesta y pedían más canciones”, recuerda. Dice que nada de lo que logró hubiese sido posible sin el acompañamiento de su banda, Tomás Haydukiewisz en el bajo; Eduardo Caló en batería; Federico Prieto y Federico Sabbadini en guitarra; Fran Laiuppa y Facundo Sánchez en teclados; Raúl Sotto y Luciano Vaschetti en saxo y Emilia Quevedo y Olivia Casoni en el coro.

 

 

   “Además tengo una productora de lujo (Budi Producciones) que hace todo más fácil”, advierte. En el mundo de la globalización, la tecnología y las redes sociales, Néstor asegura que su carrera no tiene límites ni lugares físicos.

   Simplemente se define como un artista que reside en Bahía pero que despliega todo su potencial para el mundo.

   “Siento que tengo un gran futuro, pero eso lo determinará el tiempo y la gente si es que sigue apoyando lo que hacemos”, reflexionó, para detenerse en su música: “No estamos encasillados. Decimos pop porque es amplio: desde baladas hasta música rítmica”, señala. En la última Fiesta del Camarón y el Langostino también recibió un “mimo al alma”.

   No es poco, teniendo en cuenta de que se trataba de su terruño. Como compositor, Néstor agradecer ser una persona romántica. “Sueño poder ser feliz con lo que hago, mantenerlo, que no se trate sólo de un momento”, se sincera, para señalar que la inspiración aparece en el lugar y en el contexto menos esperado. Todo vale a la hora de pensar en triunfar.

   Y las redes sociales juegan un rol fundamental, advierte, para recordar algunos tramos de su niñez, cuando la rompía con “Alma, corazón y vida”, de Soledad Pastorutti. Técnico universitario en administración, Néstor reflexiona que el mundo artístico es como la “punta de un iceberg”. “Es que la `remada' no suele verse. El contexto en el país es difícil y mi estilo no suele ser el más elegido”, explica. Además, Néstor no hace covers (“Sería más fácil”, dice), por eso “entrar” con el mensaje a través de la música propia no es fácil.

   “Tengo referentes, claro, me encanta Abel Pintos y `Sin Bandera', pero insisto, todo lo que hago es propio”, resume.

 

 

   De sus viajes a Buenos Aires siempre suele capitalizar las mejores experiencias. Por ejemplo, la reciente cita con el embajador de Egipto, que lo felicitó por su trabajo. “Nes” Campano está en todas las redes como tal. Pero para conocer fechas, shows y entradas, se creó un grupo de wp: 2914373832. Hijo de Néstor y María del Carmen, tiene un hermano y dos sobrinos. No hay registros de artistas en la familia.

   Uno de sus abuelos era arquero de fútbol. El otro, boxeador. Su papá es fanático de la pesca y su mamá una mujer súper estudiosa.

   “Estoy en un casillero extraño”, se define, mientras ríe y asegura que toda su familia es su fan, simplemente porque es su familia. Néstor se proyecta y vuelve a su pasado, en el potrero, en el monoblock del barrio Vialidad. Y vuelve a soñar. Porque soñar, asegura, no cuesta nada.